La doble vida del diputado-DINA: Las andanzas del "Mosquetón", el hoy desaforado Rosauro Martínez
24/05/2014 |
Por Mario López Moya
Durante décadas, el ex miembro de los servicios de seguridad de la dictadura permaneció camuflado entre la clase política, ocultando deliberadamente su pasado. Él estuvo a cargo de la Compañía 8 que exterminó sin piedad a 3 hombres. Usaba el apodo de “Mosquetón”. Hoy reaparece como un fantasma.
Juan Carlos Henríquez Jaramillo, en aquella época un niño, hoy, cuarenta años después, relata al juez a fojas 558 a 563: "(...) el 20 de septiembre de 1981 llegaron hasta nuestra casa ubicada en Lago Neltume Alto tres hombres vestidos con ropas verde oliva tipo milicos y con armas. Vivía con mi madre y mi padrastro. (...) Ella me envió a avisarle a Carabineros (...) Ensillé un caballo del vecino, a quien le dije que lo necesitaba para ir a comprar y partí rumbo a Carabineros de Neltume. (...) Llegué al Retén y le conté al Sargento lo que pasaba".
Así comienza una historia increíble que da origen a un crimen que durante muchos años pasó inadvertido, oculto tras la historia oficial de enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas y comandos guerrilleros, que terminó con el desbaratamiento de un foco que ponía en riesgo la seguridad del país. Los medios de comunicación de aquel entonces dieron relevancia a la labor "heroica" de las fuerzas militares que derrotaron a los insurgentes marxistas.
Destacamento Guerrillero Toqui Lautaro
La dirección del MIR en 1978 ordenó a algunos de sus hombres que vivían en el exilio y que eran de la zona, volver clandestinamente a Chile a través de Argentina, para instalar en la zona cordillerana de Nahuelbuta, un centro de operaciones guerrillero que, en conjunto con la rearticulación de fuerzas político militares, derrocara a la dictadura de Pinochet. Este grupo muy selecto de militantes, debía instalarse en la selva de la zona y desde allí comenzar sus operaciones.
A pesar de la preparación paramilitar recibida, las precarias condiciones de equipamiento hicieron estragos entre los guerrilleros, que en un grupo de 11 se encontraban ocultos en tatús construidos por ellos mismos.
El frío y el hambre obligaron a desmembrarse al grupo original y algunos de ellos avanzaron hacia zonas habitadas en busca de pertrechos y ayuda. Así Patricio Calfuquir, Próspero Guzmán y José Monsalve llegaron a la casa de una campesina, Flora Jaramillo, que vivía con su pareja y el hijo de ella.
Los miristas se acercaron a la vivienda y solicitaron asilo y comida, estaban exhaustos y necesitan descansar. La mujer los acogió (Monsalve era su ahijado) y cuando estos se fueron a descansar, ordenó a su hijo que partiera rumbo al retén de carabineros cercano, a dar aviso a los policías. El muchacho así lo hizo. La historia de un crimen que amenaza terminar con la carrera política como diputado del hoy RN Rosauro Martínez, comenzaba a escribirse. Era el 20 de septiembre de 1981.
Comienza la cacería a cargo de "Mosquetón"
Carabineros dio aviso a la Compañía 8, destacamento militar apostado en los alrededores y que estaba a cargo de Rosauro Martínez, alias "Mosquetón". También se dio aviso a las brigadas de la CNI ubicadas en la zona. La unidad comandada por Martínez de inmediato se dirigió a la vivienda de Flora Jaramillo, rodeando el lugar del sector de Remeco Alto, comuna de Panguipulli. El inmueble de construcción liviana de madera fue totalmente cercado por los hombres de "Mosquetón".
Éste se aseguró de sacar a la mujer del lugar mientras los miristas dormían. Relata en el expediente Juan Carlos Henríquez Jaramillo, quien fue el que avisó a carabineros: "En ese momento venían llegando los militares, más o menos cuarenta, los que se esparcieron por diferentes lados rodeando la casa y el cerco que divide la propiedad de mi madre con la del vecino Nazario Catrilaf, instalaron un fusil ametralladora que tiene dos entradas de bala, una a cada lado, y un capitán con una boina negra (Rosauro Martínez) le dijo a mi mamá "señora le vamos a destruir su casa pero se la vamos a devolver" ante lo cual mi madre dijo que bueno, por lo que inmediatamente el capitán dio la orden de fuego y comenzaron a balear la casa".
A cargo de las fuerzas de la Unidad Antiterrorista (UAT) de la CNI, se encontraba el temido El Monje Loco, como era llamado por los prisioneros que fueron objeto de sus torturas en Pisagua el año 73. Se trata del entonces teniente de Ejército Conrado García Gaier. Sabía de torturas refinadas. "A veces vestía capa negra y tocaba el órgano sustraído a la parroquia, antes de dar inicio a los tormentos", han dicho sus víctimas.
El Mosquetón, El Monje Loco y Pete El Negro
Eran cerca de las 10 de la mañana ese día 20 de septiembre de 1981. El Machete, Él Monje Loco y el capitán Enrique Sandoval Arancibia, alias Pete El Negro -quien asesinó a Carlos Fariña, un niño de 15 años-, otro personaje de lo más oscuro de la represión chilena, se dieron cita en este festín de muerte.
Continúan los relatos de testigos en el expediente: "A fojas 1.135, consta la declaración de Alfonso Rosas, quien en relación a los hechos indica: "(...) puedo decir que estuve a cargo del Retén Neltume entre julio de 1977 hasta diciembre de 1982. (...) El capitán se hizo acompañar por uno o dos soldados, nos fuimos al lugar. Una vez en el lugar la dueña de casa sale al patio y se entrevista con el Capitán, le dijo que la gente estaba durmiendo en su casa. (...) Dicen que la gente que estaba adentro de la casa estaban sin alimentación y al parecer los que les preparó la señora Jaramillo fue como una sobredosis y lo único que querían es dormir".
A fojas 1.754 declara Conrado Vicente García Gaier, quien indica lo siguiente: "En el año 1981 era Comandante con el grado de Capitán de la UAT (Unidad Anti Terroristas), yo era subordinado del General Gordon. Recibió instrucciones del Director Nacional de Inteligencia CNI General Gordon para que se trasladara a la zona de Neltume ya que se había constatado un foco guerrillero".
Continúa El Monje Loco: "Luego se sintieron voces dando órdenes que salieran de la casa, que estaban rodeados y que se entregaran, pero no se escuchó ni voces ni movimiento. En vista de esto comenzó el tiroteo. Después del primer tiroteo salió uno justamente por la ventana a la que teníamos visión. Este arrancó hacia la parte posterior de la casa hacia una quebrada, le siguió un grupo y finalmente fue abatido al parecer en una quebrada, lo alcanzaron ya que al parecer iba herido. Los otros dos fueron abatidos en el interior de la casa".
La casa de madera quedó absolutamente destruida por la incesante metralla de grueso calibre. Calfuquir y Guzmán murieron sólo en minutos atravesados por las balas. Éste último, presentó 28 heridas de proyectiles de acuerdo a la autopsia. Quien huyó herido fue Eugenio Sandoval. No llegó muy lejos, pues fue rápidamente alcanzado por la patrulla que comandaba El Mosquetón Martínez.
Lo encontraron a pocos metros de distancia aún con vida entre unos coligües. Estaba desarmado, tal como relatan los testigos. Le dispararon directo a la cabeza y lo mataron.
Declaraciones de Rosauro Martínez (RN)
Declaración que rola a fojas 793 vuelta y 794 de la causa criminal, agregada a la fotocopia de la causa Rol N° 551-81 de la Fiscalía Militar, en donde señala lo siguiente: "Recuerdo que entre el 10 y 11 de Septiembre último recibimos la Orden Superior de trasladarnos a la zona de Neltume a integrarnos a las Fuerzas Especiales que operaban en dicha zona en busca de un grupo extremista".
"Llegados a la casa (...) Procedimos entonces a parapetarnos para luego seguir con un enfrentamiento que concluyó (con) la muerte de dos sujetos a quienes no podría identificar los que fueron alcanzados al salir de la casa abriendo fuego. Un tercer integrante huyó de ese lugar siendo visto por un morador de la casa cercana, por lo que iniciamos su persecución dándole alcance en un lugar denominado Puente Cortado. Allí se inició un despliegue de fuerzas e intercambio de disparos, resultó abatido...". Terminó afirmando Martínez, quien alega inocencia.
Los testigos dicen otra cosa. Declara Juan Jaramillo, el mismo menor que los denunció: "(...) los militares salieron hacia la quebrada a ubicar al que se había arrancado y en ese lugar los militares le dispararon y lo mataron ahí mismo porque aún se encontraba vivo. Él estaba arrollado bajo unos coligues y no tenía el fusil en sus manos pues éste estaba a unos cinco metros al lado de una mata de chilcos. O sea cuando cayó rodando el fusil se le pasó a quedar. A esa persona le dispararon altiro y no le dijeron que se rindiera".
El pasado CNI del diputado RN
Por su "heroica" misión en Neltume, el capitán Rosauro Martínez recibió felicitaciones del Ejército, según consta de su hoja de vida. El 11 de noviembre de 1981 dice: "Extraordinario desempeño al mando de la Compañía de Comandos N°8 durante las acciones de combate contrasubversivas en la zona de Neltume, donde resultaron siete extremistas muertos sin bajas del Ejército".
También como premio, fue destinado al Comando Sur del Ejército de Estados Unidos en Panamá. Por ello recibió otra felicitación en su hoja de vida un mes después. Rosauro Martínez integró la DINA. Ocupando el número 77 en la lista con 1.097 ex agentes que en 2008 el Ejército entregó al ministro en visita extraordinaria Alejandro Solís. Hasta entonces siempre negada a los tribunales, esta es la única lista que el Ejército ha conformado hasta ahora con nombres de oficiales y suboficiales que integraron la DINA.
Rosauro Martínez Labbé fue alumno de la Escuela de las Américas en enero de 1972, donde fue formado en la especialidad de comando en la Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales de Peldehue, terminó su carrera en el Ejército con el grado de Mayor. Siempre trató de ocultar en su currículo su pasado militar. Hasta que sus propios hombres y el tesón de los abogados y familiares de los asesinados, lograron descubrirlo.
Del premio mayor al desafuero
Pinochet le tenía aún otro regalo por su "heroica" labor en el exterminio de Neltume. Le designó como alcalde de Chillán. Eso y su ingreso a Renovación Nacional lo catapultaron, gracias al binominal, como diputado hasta hoy. Pero al parecer no por mucho tiempo más. De acuerdo al fallo unánime de la Corte de Apelaciones de Valdivia -de quedar a firme ese fallo-, Rosauro Martínez perderá la calidad de diputado y será juzgado criminalmente.
El diputado Hugo Gutiérrez señaló que "(Martínez) tendrá que apelar a la Corte Suprema, donde tendrá que verse el desafuero acogido en primera instancia y, posteriormente, si la Corte Suprema confirma el fallo, tendrá que ser enjuiciado y mientras eso sucede, queda inhabilitado de formar parte del parlamento chileno".
El parlamentario PC asegura: "desde hace mucho tiempo que vengo persiguiendo judicialmente a Rosauro Martínez y nunca me conformé con que este criminal fuese parte del Congreso chileno. Es un sujeto que ha sido miembro de la DINA y posteriormente de la CNI y, como tal, acometió el exterminio de militantes del MIR".
Once fueron los miristas muertos en Neltume, aunque los testigos dicen que fueron más, pues también se asesinó a campesinos, lo que deberá investigarse. Varios son los procesados en esta causa que ahora tiene un nuevo actor que deberá dar cuenta y responsabilizarse de sus actos.
La posibilidad de terminar enfrentando la justicia, parece esta vez cierta. Indica la sentencia de desafuero que la participación de Martínez en dicho operativo militar, "se cuenta con su propia declaración judicial, en el marco de la investigación sustanciada por la Fiscalía Militar en los autos Rol Nº 551-1.981, en la cual él reconoce haber estado al mando de la operación y en donde describe las circunstancias en las que resultaron abatidos los tres guerrilleros antes individualizados".
Eso, sumado a los testigos y a sus propios hombres que lo inculpan, parece haber sellado la suerte del diputado RN-CNI. Dura le viene la mano a Rosauro Martínez.
FUENTE:CAMBIO 21
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