Cambios constitucionales serían puntos fundamentales de la hoja de ruta
La arremetida de Allamand para liderar la política de los acuerdos 2.0
El horno está para bollos. Mientras en la Nueva Mayoría necesitarán cumplir con las promesas programáticas –en caso de que gane Bachelet– y para eso tendrán que contar con aliados de la eventual oposición; Renovación Nacional necesita liderar, en la Alianza, propuestas acordes con el Chile post 2011. Es en ese escenario donde el electo senador por Santiago Poniente se alza como la figura que puede tender puentes y en donde los puntos de convergencia podrían estar, además del fin al binominal, en la derogación de leyes orgánicas de alto quórum y el debate sobre un eventual régimen semipresidencial.
LAS CONVERGENCIAS
Esta materia ha estado en el centro de los intereses del presidente de RN Carlos Larraín. La propuesta –incluida en el documento “Nuevo Régimen Político para Chile”, consensuado a comienzos del año pasado con la Democracia Cristiana– planteaba que el Presidente sería electo por voto universal y sus atribuciones se concentrarían en las políticas permanentes del Estado. Sería el Mandatario quien nombraría a un primer ministro que debería ser ratificado por el Congreso y ejercería como Jefe de Gobierno las responsabilidades políticas cotidianas
Fuentes cercanas al trabajo constitucional que llevó a cabo la Nueva Mayoría, señalan que entre las convergencias con Renovación Nacional se cuentan, además, materias territoriales, el equilibrio entre el Congreso y el Gobierno y hasta la competencia preventiva del Tribunal Constitucional. Incluso, a algunos más liberales de Renovación Nacional les simpatizaría la idea de un Estado laico.
Pensar que el presidencialismo que impera en Chile podría ser reemplazado por un semipresidencialismo no es nuevo. Ya en el año 1978 la idea fue lanzada por el llamado “Grupo de los 24”, conformado por 24 juristas y otras personalidades contrarias a la dictadura de Pinochet, que plantearon una alternativa constitucional. Entre ellos estaban Patricio Aylwin, Enrique Silva Cimma y Edgardo Boeninger, por nombrar a algunos.
Como cercanía entre RN y la NM la historia reciente no sólo lleva al acuerdo DC-RN para modificar el sistema político, sino que también el Proyecto Allamand, PROA, que el ex ministro desarrolló en su carrera por la presidencia de la República.
“Lo que podría hacer naufragar cualquier acuerdo es que el jefe de la oposición fuera Sebastián Piñera”, comentan en la NM. “Sebastián Piñera tuvo la oportunidad de haber impulsado un cambio constitucional. Habría sido muy malo que él fuera el único interlocutor”.
EL FACTOR OSSANDÓN
Si bien el triunfo de Andrés Allamand fue emblemático y tal vez el más celebrado en Renovación Nacional, el de Manuel José Ossandón no lo fue menos. La importante votación que recibió, sumada a sus públicas aspiraciones presidenciales, inevitablemente provocarán un verdadero choque de trenes al interior de la tienda.
Por eso, se augura que en los próximos años el partido tendrá que definirse entre ambas figuras, e incluso otras que han manifestado en privado igual anhelo de llegar a La Moneda, según su desempeño, particularmente en la Cámara Alta. Al punto que un alto representante de RN dice tener la convicción de que, llegado el momento, el partido tendrá que realizar “una primaria interna previa a la primaria de la Alianza”, porque no descarta que haya más de dos aspirantes a la Presidencia de la República. Eso, sin contar siquiera al actual Mandatario.
Es quizás lo único que podría poner vallas en la carrera de Allamand por convertirse en ese líder señero en el nuevo escenario. De hecho, aunque la agenda que Ossandón ha expresado públicamente “está más cargada a lo social” –que siempre ha sido una preocupación del senador electo por Santiago Oriente–, en privado y recientemente “también ha manifestado su deseo de liderar materias constitucionales y ha dicho que está disponible para eso”, adelanta un alto dirigente de RN. Por eso, hay quienes al interior de la tienda creen que tarde o temprano las aspiraciones de ambas figuras “van a chocar”.
Y es allí donde se comienzan a analizar los distintos escenarios internos. Si hasta hace poco tiempo en Renovación Nacional daban por hecho que Allamand era la carta del actual timonel para liderar al partido en un próximo período, ahora eso no está tan claro. En la directiva sostienen que “entre hoy (miércoles) y mañana (jueves) tenemos que tener una conversación con Andrés para saber qué es lo que ha pensado hacer en ese aspecto. Tal vez no sería conveniente que encabezara al partido”. Lo que sí está claro, agrega un dirigente, es que si quiere levantar una candidatura por la presidencia del partido apoyado por Larraín, tiene que “hacerlo con todo, no puede hacer una lista ecuménica, donde meta a gente de todos los sectores para que estén todos representados y todos felices. Porque si algo quedó claro después de las parlamentarias, es que podemos volver a ganar. Y esperamos que nos compitan para que le den mayor legitimidad a nuestro triunfo”.
Siguiendo este análisis, en el allamancismo también hay quienes comparten la mirada de algunos dirigentes en cuanto a que podría resultar contraproducente para Allamand echarse sobre los hombros la responsabilidad de presidir RN y, paralelamente, instalarse como el líder de la política de los acuerdos en el Congreso. Por lo que, pese a que no está totalmente claro todavía, “lo mejor podría ser que sólo se abocara a hacer una buena pega en el Senado y recuperar ahí su liderazgo”, plantean algunos de los adherentes del ex ministro. Sobre todo, porque va a tener la competencia del propio Manuel José Ossandón en la Cámara Alta, dedicando todo su tiempo y trabajo a hacerse pieza fundamental en las negociaciones entre oposición y gobierno.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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