sábado, 29 de junio de 2013

Reportaje

¿Lucha de clases al interior de la Alianza? Esta es otra de la "derecha colonial" que nunca nos deja de sorprender

29/06/2013 |
Por Luis Casanova R.
Según el vicepresidente de RN Manuel José Ossandón, los UDI Pablo Longueira y Joaquín Lavín representan a la “derecha colonial”, tesis que el historiador Sergio Villalobos tildó como de “ignorancia absoluta” y que en el gremialismo toman para la risa. Analista ironiza: “Es como cuando Piñera dice que es clase media”.
Como si la campaña electoral que acaba de terminar ya no tuviera los suficientes elementos de análisis y debate, más aún a sólo horas de las primarias presidenciales de la Concertación y la Alianza, resulta que un inusual concepto se tomó el agitado trajín mediático de los postulantes a la banda tricolor y sus respectivos comandos: la "derecha colonial".
El autor de la frase fue el vicepresidente de Renovación Nacional y candidato a senador por Santiago Oriente, Manuel José Ossandón, a propósito de las críticas que le lanzó al abanderado de la UDI Pablo Longueira y a su jefe de campaña, Joaquín Lavín.
Los emblemáticos dirigentes del gremialismo defienden a rajatabla la "derecha social", sector que a su juicio van a conquistar para derrotar al líder de RN, Andrés Allamand (que apuesta por la captura del "centro político") en la interna del 30 de junio, como asimismo hacerle las cosas difíciles al ganador o ganadora que tendrá la centro-izquierda, pero pensando en la primera vuelta del 17 de noviembre.
Dadas así las cosas, las preguntas caen de maduras: ¿Existe la derecha colonial? ¿Quiénes serían sus integrantes? ¿Tiene algo que ver con la derecha patronal, la añosa fronda aristocrática o la pasada de moda oligarquía terrateniente? Veamos si con la opinión de algunos expertos se nos despeja el panorama.
"Lucha politiquera"
En diálogo con Cambio21, el historiador Sergio Villalobos golpeó al hueso: "Hablar de una derecha colonial es sencillamente una ignorancia absoluta. La sociedad colonial era absolutamente distinta a la de ahora. Era una sociedad monárquica, creyente, donde no había libertad alguna, ni elecciones, ni atisbos de democracia, ni derechos especiales. De manera que la comparación es absurda".
"Además, es una contradicción que alguien como Ossandón lo diga. La sociedad de hoy y de donde vienen los candidatos (de cualquier tipo que sean) tiene movilidad y cambios sociales, con distintas clases, que juega con la libertad y la voluntad de los ciudadanos. De modo que pensar en una sociedad rígida y de tipo monárquico no tiene sentido. Es una exageración", agregó.
Advirtiendo que no quiere manifestarse sobre ninguna postura política, Villalobos dijo que Andrés Allamand "no pertenece" al rótulo de la "derecha tradicional" en la que lo encasilló el propio Ossandón. En su opinión, "todos los candidatos, cual más cual menos, tienen intenciones renovadoras. Y si usted piensa bien, es una coincidencia de lado a lado cuando hablamos de necesidades sociales sobre salud, educación y participación. Están todos de acuerdo. Entonces, lo que hay es una lucha politiquera".
Cosas de "rotos"
Concordando con Villalobos, el académico de la Universidad Adolfo Ibáñez y rostro de Red Liberal, Cristóbal Bellolio, expresó a este medio que la derecha colonial "responde a una idea antigua y de una sociedad de castas inamovible, donde las posiciones que se tienen no dependen del mérito, el esfuerzo, ni siquiera del azar, sino que de un ordenamiento superior. En esa época colonial el que pertenecía a una clase social tenía pocas posibilidades de pasar a otra".
El ex precandidato a alcalde de Providencia ironizó con el autor del concepto y lo trasladó a las altas esfera del poder. "Es como cuando Piñera dice que es clase media. Uno tiende a no creerle mucho, porque se sabe que técnicamente eso no es cierto. Ossandón pertenece al mismo crisol cultural y a la misma ala religiosa de Longueira y Lavín. Es más, puede que sea hasta más conservador que ellos, aunque ya serían matices dentro de los propios conservadores", explicó.
Según el analista político, "si es por trabajo social y meter las patas en el barro... bueno, él sería el único de RN que lo hace, dado que gran parte de la UDI tiene una larga tradición de éxitos en los sectores populares. Puede tener razón en el apelativo, aunque no sé si Ossandón es la persona ideal para decirlo".
Sin guardarse nada, Bellolio aprovechó la ocasión para darle una repasada al senador Carlos Larraín: "El larrainismo es lo más parecido que ha tenido RN a la UDI. Te creo el RN que en su minuto lideró Allamand, que iba contra los poderes fácticos, se peleaba con los senadores designados y trataba de ayudar a la transición y así avanzar hacia el centro. Te creo también con el RN en tiempos de Piñera. ¿Pero el RN en tiempos de Larraín? Me parece que ha sido tan colonial como la UDI durante toda su existencia".
Como reflexión: el profesional dijo que "uno siempre puede ser original con los motes que pone. Por ejemplo, cuando traté de patrón de fundo a Larraín, se armó una gran polémica, porque me mandó una carta y todo. La pregunta es si esos motes están bien puestos o no. Y si el que los pone tiene cierta autoridad moral para decirlo. A mí me da lo mismo decir que Larraín es un patrón de fundo, porque yo soy un atorrante... con qué cara Bellolio le dice esto (risas)".
"Una vez le pregunté por qué no estaban en la UDI... quizás no fueron discípulos de Jaime Guzmán. No lo sé. Si entendemos los partidos como algo más que un grupo de amigos y con una cierta unión de grupos con convicciones ideológicas comunes, yo no veo mucha distancia entre ellos y la que tienen Lavín y Longueira", remató.
"Cabezas de pescado"
Lejos de la alta alcurnia y los grandes apellidos que dominan la escena política criolla, sobre todo la vinculada a la Alianza, se encuentra el diputado de la UDI Manuel Rojas, célebremente recordado por bailar el "koala" con una modelo en el hemiciclo de la Cámara Baja.
El candidato a senador por la II Región se define como alguien sacado de la "derecha popular", lejos de lo que él llama la "derecha momia o latifundista"•y que para llegar donde está tuvo que esforzarse más que otros que "nacieron en cuna de oro" dentro de su partido y que "sus hijos van a seguir en cuna de oro y eso nadie lo puede negar".
"La gente hoy ni siquiera sabe qué es lo que eran los conservadores, los pipiolos, los pelucones, etc. Incluso en estos tiempos cuesta mucho diferenciar a alguien de derecha con una persona de izquierda, que vienen de una, dos o tres generaciones en el trabajo político. Por ejemplo, Andrés Velasco es hijo de un gran personero de la política antigua y ahora tú lo ves con otro dinamismo y otro pensamiento. En el sector nuestro pasa lo mismo, con gente que viene de su respectivo origen político", afirmó para esta crónica.
A continuación, un recado para Ossandón: "Sus dichos hay que enmarcarlos en la contienda electoral, porque si fuera por derecha momia o colonial, él, yo y muchos otros podríamos estar ahí. Si a él no le gusta esa derecha, a lo mejor está equivocado de partido. Puede significar que sus comentarios se basan en el contexto de que a veces todos los políticos hablamos cabezas de pescado (risas)".
The real momio
El primer entrevistado que tuvo el semanario Cambio21 (marzo de 2011) fue Carlos Larraín. En la ocasión, el timonel de RN negó ser "el último momio"•de la derecha tradicional, aunque defendió los valores que la encarnan.
"No me importa que me digan que soy riguroso y excesivamente conservador. A mí no me gusta cómo está la sociedad actual. Me gustaría cambiarla y mejorarla. Por ende, no es que esté poniendo las cosas en el refrigerador, hay que hacer mucho para mejorar la sociedad", comentó.
El abogado dio que hablar cuando en una de las campañas para reelegirse en la testera de la colectividad de calle Antonio Varas, tildó como "pipiolo" a su contendor, el diputado Cristián Monckeberg, que, a su vez, lo trató de "conservador", tal como lo harían en la vuelta siguiente la facción disidente que lideró el empresario Daniel Platovsky (amigo del presidente Piñera) y que tenía como referentes "liberales" a los parlamentarios Lily Pérez, Pedro Browne y Joaquín Godoy.
Rodrigo el breve
A poco andar el gobierno de la Alianza, una "nueva derecha" intentó instalarse en el sector: la "derecha hinzpeteriana", la que tenía como ícono o "benjamín" (ironías de la UDI) al ministro de Defensa, Rodrigo Hinzpeter, quien en ese momento era el jefe del gabinete y el titular del Interior.
"Se basaba en una mirada más liberal de ciertos problemas ético-morales y de una cierta apertura política", a ojos de Cristóbal Bellolio, pero que a poco andar "fue desdibujándose", de acuerdo a la acotación del diputado Rojas.
Lo concreto es que la existencia de esta novedosa derecha fue más bien breve. De hecho, en un cónclave de la UDI hicieron caso omiso a sus postulados y meses después, como consecuencia de una reunión que comandó el personero con legisladores de la Concertación para avanzar en reformas políticas y temas valóricos, su bancada de diputados leyó una carta pública cuestionando su "manejo político".
La cara visible de esta verdadera afrenta que buscaba sacar del cargo a Hinzpeter fue José Antonio Kast, jefe de comité y rival senatorial de Ossandón por Santiago Oriente.
Curiosamente, el congresista hoy está en el ojo del huracán luego de manifestar que el asesinato de los profesionales comunistas en marzo de 1985 fue después del atentado a Pinochet en septiembre de 1986, y que no fue una acción organizada desde La Moneda. En su lectura, no habría sido un crimen contra los derechos humanos, sino que una mera represalia ejecutada por "personas que tomaron venganza por los compañeros que cayeron" en el operativo del Cajón del Maipo y que "cometieron un delito".
 
FUENTE: CAMBIO 21

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