domingo, 23 de junio de 2013

Crecen los inmigrantes: Chile, país atractivo

21/06/2013 |
Por Javier Insulza
La preocupación por los inmigrantes no es repentina ni casual, sino que está dada por las recién conocidas cifras de extranjeros que han optado por avecindarse en Chile, país que ven lleno de oportunidades para encontrar destinos y trabajos que en sus lugares de origen les han sido esquivos.
“Necesitamos que el desarrollo económico lo disfruten primero los chilenos y aquellos que ingresen legalmente al país y no como nos está ocurriendo que, crecientemente, estamos viendo (inmigrantes) solamente de los países vecinos, como el caso de Perú y Bolivia, sino que estamos viendo colombianos, centroamericanos y tenemos que actuar con sentido de oportunidad”.
La frase es del presidenciable de la UDI, Pablo Longueira, quien de visita en Copiapó dijo que era bueno actuar con sentido de oportunidad y por ello agregó que “un compromiso con las regiones del norte va a ser precisamente dictar una nueva ley inmigratoria que nos permita regular el ingreso de extranjeros a Chile”.
Lo cierto es que la oportunidad a la que se refiere Longueira está dada porque el gobierno ha insistido en la necesidad de tener una nueva ley migratoria que, dicen los entendidos, debiese sólo actualizar la existente que es de 1975 y no utilizarla de forma populista como pretende hacerlo el candidato de la UDI.
Chile país exitoso
De cualquier forma, la preocupación por los inmigrantes no es repentina ni casual, sino que está dada por las recién conocidas cifras de extranjeros que han optado por avecindarse en Chile, país que ven lleno de oportunidades para encontrar destinos y trabajos que en sus lugares de origen les han sido esquivos.
Y los datos macroeconómicos internacionalmente conocidos nos avalan. Según la OCDE es un reflejo de “la próspera economía de Chile, con un crecimiento del PIB de 6,1% en 2011 y una caída en la tasa de desempleo a 7,1% en 2011”.
Es por ello que, pese a que siguen siendo esencialmente peruanos quienes tienen los primeros lugares de avecindamiento en Chile, los colombianos, bolivianos, argentinos y estadounidenses también mira a este largo y angosto pedazo de tierra como un lugar para emprender nuevos rumbos.
Y las cifras, aunque no son muy grandes, si van en aumento. A 1992, sólo el 0,6% de los residentes en Chile eran extranjeros. Veinte años después, en 2011, el porcentaje ha crecido a un 2,16%. De este número un 5% de los extranjeros que viven en el país son irregulares, siendo la mayoría de ellos de nacionalidad peruana.
Pero la preocupación del ex senador y de un creciente número de compatriotas es por la tendencia a creer que los extranjeros les pueden quitar sus oportunidades, premisa que parece estar equivocada.
En 2012 fueron 1.653 los profesionales extranjeros que certificaron sus estudios y de ellos, 1.521 fueron tramitados ante el ministerio de Relaciones Exteriores. Según los datos de Cancillería, son personas que provienen de 12 países con los cuales Chile mantiene tratados bilaterales vigentes -como ocurre con Brasil, Colombia, Ecuador, España, Perú y Uruguay- o de acuerdos de tipo multilateral -como es el caso de Bolivia, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Perú.
Pese a lo que se podría creer sobre los bolivianos y los peruanos, lo cierto es que un 66% de total recién mencionado es de origen colombiano, es decir, la mayoría de la mano de obra profesional que llega a nuestro país lo hace desde la tierra cafetera.
Consultado por Cambio21 sobre estas cifras, y también en relación a las declaraciones de Longueira, el ex ministro del Interior, Francisco Vidal, dice que el candidato gremialista parece ser el “Le Pen Chileno”, en referencia al líder nacionalista francés, Jean Marie Le Pen. “No estamos como Francia, pero su llamado es sólo político-electoral y no tiene base porque es falso que los extranjeros amenacen las fuentes laborales ni los ingresos de los chilenos, por cuanto son trabajadores complementarios a los nacionales”.
Vidal si está de acuerdo con la necesidad de actualizar nuestra legislación. “La ley actual no da cuenta de la velocidad que requiere nuestro actual nivel migratorio y hay que ponerla al día, pero con los mismos criterios, esto es, manteniendo la política de puertas abiertas”.
Por su parte, el economista Luis Eduardo Escobar explica el destino laboral de los inmigrantes que vienen a Chile.
“Hay inmigrantes altamente calificados de muy alto nivel en las universidades haciendo clases y también hay otros que vienen a hacer labores de servicios domésticos. Es una gama amplia que, en general, hace una contribución al país”, dice Escobar.
El economista agrega que, “lo que puede alegar Longueira es que algunos de ellos son contratados con peores condiciones laborales que las de un chileno, por lo que bajan el nivel de sueldo para ciertas tareas”.
Sin embargo, el mismo Escobar explica que, por ejemplo, los empresarios del sector construcción dicen que ellos tendrían serios problemas de mano de obra, de no ser por los peruanos y, agrega, lo mismo ocurre con las nanas. “Desde ese punto de vista es posible que en algunos niveles de capacitación pongan un piso más bajo a las remuneraciones”.
Al explicar el fenómeno, Escobar apunta que el problema es la falta de mecanismos para hacer cumplir las leyes. “Tenemos muy baja capacidad de supervisión”, dice.
El economista propone una fórmula intermedia, que nada tiene que ver con la propuesta de Longueira. “Se podría hacer migración selectiva en la que se decida estratégicamente qué actividades y dónde es necesario fortalecer el empleo y fomentar la contratación en esas áreas, como ocurre en Canadá y Australia”.
Nueva ley de migración
Contrario a la propuesta populista de Longueira, hace un año la administración Piñera envió un proyecto de ley que busca modernizar la actual ley de migración, la que data de 1975. La propuesta gubernamental busca que existan menores restricciones y para ello se propone expandir la cantidad de categorías de inmigración, con el objetivo de simplificar los procedimientos, permitiendo así un mayor índice de regularización migratoria.
Uno de los puntos centrales de la propuesta del Ejecutivo -que será vista por la comisión de Gobierno Interior y Regionalización- es agilizar el flujo de extranjeros, a través de una nueva "institucionalidad", asumiendo, según detalla el mismo documento, "que la inmensa mayoría de quienes optan por la radicación es por motivos laborales".

El proyecto propone que las actuales visas (temporarias y sujetas a contratos) sean reemplazadas por dos nuevas categorías generales: permisos de permanencia transitoria y, en segundo término, permisos de residencia oficial, temporal y definitiva.

La primera categoría tendrá una duración de 90 días prorrogables y -por primera vez -incluye a artistas, deportistas, técnicos, conferencistas y casos especiales de habitantes de zonas fronterizas.
Sin embargo, el mayor cambio radica en las residencias temporales, que ahora abarcarán un gran número de subcategorías. Se cuentan, entre ellas, a personas ligadas a Chile por lazos sanguíneos, trabajadores con contrato, estudiantes, extranjeros bajo custodia de Gendarmería y a otros que lleguen por razones humanitarias.
En cuanto a la validación de títulos, el proyecto establece una forma más amplia y simple para el reconocimiento de títulos profesionales obtenidos en el extranjero.
 
FUENTE: CAMBIO 21

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