Presidente Asamblea constituyente de Ecuador
Alberto Acosta: “Yo diría que en Chile ya empezó el proceso constituyente”
Paula Correa
En el debate presidencial se ha planteado la necesidad de generar un cambio constitucional. Entre las opciones se plantea una Asamblea Constituyente, la que ha sido rechazada por el oficialismo, que asegura que ésta pondría en riesgo la estabilidad institucional del país. Pero, ¿qué ha pasado con otros países que se embarcaron en este proyecto? Radio Universidad de Chile conversó con el economista y Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Ecuador, quien se refirió al proceso que se generó en ese país.
A través de una propuesta del mundo indígena, en los años noventa surgió el planteamiento de generar una Asamblea Constituyente en Ecuador. En el período comprendido entre los años 1997- 98 existió una experiencia previa de donde surgió una Constitución sumamente cuestionada.
Diez años después se realizó otro proceso, del cual surgió una carta fundamental participativa y que hoy es altamente respaldada por la ciudadanía. A la cabeza de este proceso estuvo el economista Alberto Acosta, uno de los ideólogos de la Revolución Ciudadana quien, afirmó, está mirando con atención el proceso chileno.
El líder ecuatoriano, quien tuvo un papel protagónico en el debate Constitucional de su país señaló que “yo diría que en Chile ya empezó el proceso constituyente cuando la sociedad comienza a discutir sobre la necesidad de una nueva Constitución, creo que es el momento de abrir la puerta al debate y al diálogo, es importante analizar cuáles son los entretelones, cuáles son los orígenes, cuáles son las razones por las cuales en Chile se plantea un debate Constituyente. Ha diferencia de Ecuador en Chile, hay pocas Constituciones a lo largo de su historia (cuántas, tres) en el caso de Ecuador 20, desde 1830″.
Acosta afirmó que ha pasado mucho tiempo para que la sociedad chilena de este paso, además, se refirió a la experiencia Ecuatoriana, pensando en la tónica del debate que se ha sostenido en nuestro país sobre los mecanismos propicios para realizar el cambio constitucional.
En este sentido, el economista ecuatoriano indicó que “hay que anotar que luego el proceso sería complicado porque hubo que forzar un marco Constitucional, que no permitía convocar una Asamblea Constituyente, ahí tuvimos que buscar una salida que fue ratificada por el pueblo ecuatoriano. Reconozco sin ningún empacho que hubo un proceso de ruptura al marco Constitucional existente a la fecha, pero luego el pueblo en un referéndum ratificó está convocatoria a la Asamblea Constituyente”.
El 15 abril del 2007, el pueblo ecuatoriano aprobó la idea de realizar la Asamblea con una votación superior al 82%. El gobierno no presentó candidatos para las diputaciones, lo que, sostuvo Acosta les dio “una enorme legitimidad”. Además, trabajó con asambleas móviles que llevaron la discusión de los distintos temas por todo el país.
Acosta también se refirió al aprendizaje que tuvieron, ya que en el 97 se realizó una Asamblea Nacional y paralelo operó el parlamento, lo que consideró un grave error:“ No pueden estar las dos funciones. Una Asamblea Constituyente tiene que ser de plenos poderes, porque es una forma de reinstaurar el poder del pueblo, dentro del propio país”.
También afirmó que aprendieron de la experiencia internacional y recordó el caso de Colombia en el 91, que cambió una Constitución de más de diez años, a través de una papeleta adicional, que también le dio legitimidad. Por otro lado contrapuso a Bolivia, que comenzó antes que ellos el proceso y finalizó después. “Se entramparon por tomar decisiones, como por ejemplo, que la votación debía ratificarse por dos terceras partes para ir aprobando los artículos. Eso fue una trampa, nosotros teníamos más de las dos terceras partes y a pensar de eso decidimos no hacerlo para generar un proceso menos complicado”.
En este contexto afirmó que “se puede aprender de otras experiencias, pero lo ideal es que Chile encuentre su propio camino”. Además, el político ecuatoriano se refirió al planteamiento de los partidos del oficialismo en Chile, para quienes el país no está en una inestabilidad o crisis para generar este proceso.
Respecto de este aspecto, Acosta explicó que hay variadas maneras de entender el concepto de crisis ante el desafío de un proceso Constituyente “habría que preguntarse además, qué significa crisis. Crisis para los banqueros, crisis para los empresarios, crisis para la gente que ve el mundo desde sus bolsillos o crisis para la gente que no tiene empelo, crisis para la juventud que no se siente representada en los sistemas, crisis para los muchachos que no van a la universidad, crisis para toda la gente que está marginada y que hace rato no tiene seguridad social. El término crisis puede servir para muchas cosas, yo creo que cuando una sociedad tiene la suficiente madurez puede abordar un proceso Constituyente, el marco jurídico que le permita construir otra realidad”.
“Yo creo que Chile tiene una oportunidad histórica, no sólo para superar el pasado, ya que a lo mejor, hay muchas cosas que saldar, sino que para pensar otra sociedad donde todos y todas tengan espacio para vivir con dignidad”, afirmó Acosta.
Además, hizo un llamado a nuestro país a recuperar otros valores fundamentales como son los derechos de la naturaleza y recordó que La Constitución es la ley más importante de un país, pero también es un documento político, que debe sintetizar es un proyecto de vida en común y marcar el camino hacia un mejor futuro.
FUENTE: RADIO U. DE CHILE
Diez años después se realizó otro proceso, del cual surgió una carta fundamental participativa y que hoy es altamente respaldada por la ciudadanía. A la cabeza de este proceso estuvo el economista Alberto Acosta, uno de los ideólogos de la Revolución Ciudadana quien, afirmó, está mirando con atención el proceso chileno.
El líder ecuatoriano, quien tuvo un papel protagónico en el debate Constitucional de su país señaló que “yo diría que en Chile ya empezó el proceso constituyente cuando la sociedad comienza a discutir sobre la necesidad de una nueva Constitución, creo que es el momento de abrir la puerta al debate y al diálogo, es importante analizar cuáles son los entretelones, cuáles son los orígenes, cuáles son las razones por las cuales en Chile se plantea un debate Constituyente. Ha diferencia de Ecuador en Chile, hay pocas Constituciones a lo largo de su historia (cuántas, tres) en el caso de Ecuador 20, desde 1830″.
Acosta afirmó que ha pasado mucho tiempo para que la sociedad chilena de este paso, además, se refirió a la experiencia Ecuatoriana, pensando en la tónica del debate que se ha sostenido en nuestro país sobre los mecanismos propicios para realizar el cambio constitucional.
En este sentido, el economista ecuatoriano indicó que “hay que anotar que luego el proceso sería complicado porque hubo que forzar un marco Constitucional, que no permitía convocar una Asamblea Constituyente, ahí tuvimos que buscar una salida que fue ratificada por el pueblo ecuatoriano. Reconozco sin ningún empacho que hubo un proceso de ruptura al marco Constitucional existente a la fecha, pero luego el pueblo en un referéndum ratificó está convocatoria a la Asamblea Constituyente”.
El 15 abril del 2007, el pueblo ecuatoriano aprobó la idea de realizar la Asamblea con una votación superior al 82%. El gobierno no presentó candidatos para las diputaciones, lo que, sostuvo Acosta les dio “una enorme legitimidad”. Además, trabajó con asambleas móviles que llevaron la discusión de los distintos temas por todo el país.
Acosta también se refirió al aprendizaje que tuvieron, ya que en el 97 se realizó una Asamblea Nacional y paralelo operó el parlamento, lo que consideró un grave error:“ No pueden estar las dos funciones. Una Asamblea Constituyente tiene que ser de plenos poderes, porque es una forma de reinstaurar el poder del pueblo, dentro del propio país”.
También afirmó que aprendieron de la experiencia internacional y recordó el caso de Colombia en el 91, que cambió una Constitución de más de diez años, a través de una papeleta adicional, que también le dio legitimidad. Por otro lado contrapuso a Bolivia, que comenzó antes que ellos el proceso y finalizó después. “Se entramparon por tomar decisiones, como por ejemplo, que la votación debía ratificarse por dos terceras partes para ir aprobando los artículos. Eso fue una trampa, nosotros teníamos más de las dos terceras partes y a pensar de eso decidimos no hacerlo para generar un proceso menos complicado”.
En este contexto afirmó que “se puede aprender de otras experiencias, pero lo ideal es que Chile encuentre su propio camino”. Además, el político ecuatoriano se refirió al planteamiento de los partidos del oficialismo en Chile, para quienes el país no está en una inestabilidad o crisis para generar este proceso.
Respecto de este aspecto, Acosta explicó que hay variadas maneras de entender el concepto de crisis ante el desafío de un proceso Constituyente “habría que preguntarse además, qué significa crisis. Crisis para los banqueros, crisis para los empresarios, crisis para la gente que ve el mundo desde sus bolsillos o crisis para la gente que no tiene empelo, crisis para la juventud que no se siente representada en los sistemas, crisis para los muchachos que no van a la universidad, crisis para toda la gente que está marginada y que hace rato no tiene seguridad social. El término crisis puede servir para muchas cosas, yo creo que cuando una sociedad tiene la suficiente madurez puede abordar un proceso Constituyente, el marco jurídico que le permita construir otra realidad”.
“Yo creo que Chile tiene una oportunidad histórica, no sólo para superar el pasado, ya que a lo mejor, hay muchas cosas que saldar, sino que para pensar otra sociedad donde todos y todas tengan espacio para vivir con dignidad”, afirmó Acosta.
Además, hizo un llamado a nuestro país a recuperar otros valores fundamentales como son los derechos de la naturaleza y recordó que La Constitución es la ley más importante de un país, pero también es un documento político, que debe sintetizar es un proyecto de vida en común y marcar el camino hacia un mejor futuro.
FUENTE: RADIO U. DE CHILE
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