viernes, 21 de junio de 2013

Rector de la Universidad Alberto Hurtado dice que “los carabineros al reprimir no pueden actuar como delincuentes”.

21/06/2013 |
Por Francisco Castillo M.
En duros términos, el jesuita Fernando Montes calificó la acción policial de irrumpir con violencia en la Casa Central de la Universidad de Chile.
La comunidad universitaria chilena se estremeció ante la brutalidad con que las fuerzas especiales de Carabineros irrumpieron en la casa de Bello.

El CRUCH (Consejo de Rectores de las universidades chilenas) apoyó en pleno al rector de la U, Víctor Pérez, ante el vejamen sufrido hace unos días en la Casa Central de la institución.

Fernando Montes, consultado por Cambio21 sobre lo sucedido, señaló: "Hemos sido testigos de que efectivamente desde los patios interiores de ese recinto salieron bombas molotov lanzadas por jóvenes que pueden ser considerados delincuentes; pero el ingreso de la policía, como lo hizo, según ha dicho, para detener a esos delincuentes, es inaceptable. Los carabineros no pueden actuar como delincuentes violentistas", dijo tajante.

"También fuimos víctimas"

Añadió que en los hechos recientes, gente de la Alberto Hurtado también fue víctima de la violencia policial, que no discrimina entre jóvenes pacíficos de su universidad que contemplaban los incidentes -que recibieron golpes por la acción represiva- y aquellos encapuchados que los enfrentaban.

Respecto de las demandas estudiantiles, las considera justas, pero los métodos que algunos utilizan, como las acciones de los violentistas, no las comparte.

Y agregó que ha echado de menos "una actitud más firme del rector Pérez, al que veo sin reacción ante la toma de la Casa Central por parte de sus alumnos. No así el rector Zolezzi de la USACH, quien solicitó a Carabineros, y obtuvo, el desalojo de sus oficinas".

Carta del Papa Francisco

Fernando Montes es el único ciudadano chileno que ha recibido una carta personal y manuscrita, con sello de lacre y todo, del mismísimo Papa Francisco. Se la trajo el Nuncio hace unos días y, por cierto, lo comenta con orgullo.

No es raro, pues es sabido que cuando el Papa era seminarista en la Compañía de Jesús, terminó sus estudios en Santiago, donde fue compañero en Ciencias Clásicas, historia, literatura, latín y griego del padre Montes, hoy rector de la Universidad Alberto Hurtado.

No sólo por la misiva papal está contento Montes; más todavía porque su universidad se caracteriza junto a la U. de Chile por su liderazgo en ser "integradora", pues la escogen estudiantes de todas las condiciones sociales.

"Lástima que no nos consideran en los rankings que se hacen, por cuestiones de clasismo, porque no estamos situados en el barrio alto (‘cota mil', diría el padre Berríos, ex alumno de Montes) ni tenemos facultades de Medicina ni Ingeniería, porque nos dedicamos a las humanidades ni se fijan en nuestros estándares de calidad y en que no tenemos fin de lucro", dijo el rector sincerándose ante la prensa.

"Considero que estos rankings son un fraude intelectual, pues están prejuiciados respecto de su devaluación de sus ciencias sociales; piensan como ciertas personas que consideran que las universidades deben ser reguladas por el ministerio de Economía y no de Educación", apostilló.

Errada "vocación mercantilista"

El rector señaló su preocupación a los medios por la situación actual de la educación chilena en todos sus niveles, con carencias que parten en la pre-escolar y que llegan hasta la universitaria.

Lamenta la "vocación mercantilista" que se ha entronizado en los jóvenes, que no siguen -por ejemplo- lo que predican los jesuitas en sus instituciones ignacianas, que "al colegio se entra para aprender y se sale para servir, no para ganar plata".

El "jesuita Longueira"

Al respecto, se le consulta a Montes sobre "el ignaciano Longueira", descrito por su jefe de campaña Joaquín Lavín como "el más jesuita de la UDI" por su vocación de trabajar en sectores populares, ante lo cual con ironía señala: "Es muy curioso que nos alaben; ojalá podamos ser influyentes en esos sectores", pero no puede dejar de mencionar cómo se ha criticado a Felipe Berríos por haber dicho lo que dijo respecto de las desigualdades que subsisten en Chile.

Acerca de los debates actuales sobre gratuidad, calidad y fortalecimiento de la educación pública, sostuvo que "toda la educación es un servicio público", aunque sean instituciones privadas las que la impartan, y por ello reclamó por lo injusto de la distribución de los aportes estatales, ya que las universidades adscritas al CRUCH -donde no está la Alberto Hurtado- "practican aquello de que el que parte y reparte, se lleva la mejor parte".

"Creo en educación pública y gratuita"


Consideró que en este período de campaña electoral es preferible esperar a que la carrera a La Moneda empiece de manera formal, después de las primarias, antes de pronunciarse sobre anuncios preliminares de las candidaturas en materia educacional. "Debe rayarse la cancha primero", dijo, "antes que estar opinando sobre ofertas no fundamentadas; se habla de ‘calidad', por ejemplo, pero ¿se sabe cuánto cuesta la calidad?; que hay que poner recursos adicionales, ¿quién y cómo se fiscalizará?".

"Creo en la educación pública y gratuita", dice Montes, "en su financiamiento regulado vía impuestos; es razonable que los que más tienen, paguen más por esa vía; postulo no generar diferencias vía monto de aranceles; la calidad debiera ser igual para todos".

En una mirada más amplia, sostiene que la falta de preparación con que llegan los estudiantes de la enseñanza media a la superior se debe, primero, a la realidad social del país que presenta una desigualdad exagerada en la distribución de ingresos, que genera entre muchas otras cosas un limitado acceso a la educación preescolar y a problemas en la educación básica y media, con profesores que ganan poco, que no tienen tiempo para preparar sus materias y, más encima, en las escuelas de pedagogía les hicieron clases profesores que nunca estuvieron a cargo de un curso en escuelas o liceos.

"Este es un tema que no se resuelve en un período presidencial; es muy complejo poner metas o plazos; deben ser procesos graduales. Sin embargo, estamos presionados por las urgencias que han puesto arriba de la mesa los estudiantes y sus movimientos sociales, con los cuales por cierto estamos de acuerdo. Confío en que las promesas provenientes del mundo político que hemos estado escuchando sean verdaderas", remató.
 
FUENTE: CAMBIO 21

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