lunes, 24 de junio de 2013

La semana más difícil para Bachelet y Allamand: los favoritos de las primarias presidenciales de la Concertación y la Alianza

24/06/2013 |
Por Equipo Cambio21
En el caso de la ex mandataria, el tema estaría más o menos resuelto, debido a la ventaja que ostenta en las encuestas frente a sus rivales Orrego (DC), Velasco (Indep.) y Gómez (PRSD). En Cambio, Allamand, para evitar el desbande de la UDI, lanzó sobre la mesa la posibilidad de negociar cupos parlamentarios a favor del gremialismo, tal como ocurrió en la campaña 2009.
Llegó la recta final de la campaña de primarias presidenciales de la Concertación y la Alianza, donde las miradas parecen estar apuntadas más que en el proceso eleccionario del 30 de junio, en lo que pasará con los dos favoritos para ganar en las urnas: Michelle Bachelet (PS) y Andrés Allamand (RN).
Si bien el caso de la ex mandataria el tema estaría más o menos resuelto, debido a la ventaja que ostenta en las encuestas frente a sus rivales Claudio Orrego (DC), Andrés Velasco (Indep.) y José Antonio Gómez (PRSD), de todas formas el futuro ingreso de la Democracia Cristiana y del Partido Radical al núcleo bacheletista marcará el sello final de la constitución final de la "Nueva Mayoría", pacto que reemplazaría nominalmente a la Concertación, coalición que ahora cuenta con el apoyo del PC, el MAS y la Izquierda Ciudadana.
En tal sentido, quienes más se juegan en esta primaria son las candidaturas de Orrego y Velasco, sobre todo por la inclusión de sus ideas programáticas en el nuevo comando que Bachelet deberá refundar durante los primeros días de julio.
El objetivo, más que poner a los principales referentes de los partidos del arcoiris, sería prescindir de ellos, dejando a la cabeza a los actuales encargados y, además, agregando a los nombres que debieran engrosar el tandem opositor para la elección del 17 de noviembre.
Por otro lado, en la derecha, el candidato de la UDI, Pablo Longueira, intenta disipar los fantasmas que hablan del retorno de Laurence Golborne al ruedo presidencial en caso de perder ante el líder de RN Andrés Allamand. Lo curioso es que en Facebook hace rato figura un sitio que llama a la inscripción del ex gerente de Cencosud como abanderado independiente, espacio virtual que ya suma a más de mil seguidores.
En la misma óptica, Allamand, para evitar el desbande de la UDI, lanzó sobre la mesa la posibilidad de negociar cupos parlamentarios a favor del gremialismo, tal como ocurrió en la campaña 2009, cuando Sebastián Piñera y RN cedieron escaños para ChilePrimero, lo que fue aprovechado por la UDI para aumentar su bancada a 39 representantes.
A favor del ex senador de RN está el que en el ambiente político se instaló la ventaja que tiene sobre Longueira, ítem que intranquiliza a los sectores que históricamente son detractores del ex ministro de Defensa, como el que comandan Jovino Novoa y Juan Antonio Coloma. Es más, ante cada alusión a su favoritismo, estos y otros congresistas del ala "golbornista" que quedaron molestos con Allamand por sus cuestionamientos al pasado empresarial del ingeniero, dan a conocer su malestar por la "agresividad" que proviene de RN.
Por ejemplo, el que Manuel José Ossandón, vicepresidente del partido y rival de José Antonio Kast en Santiago Oriente, y Nicolás Monckeberg, coordinador político de Allamand, ninguneen el "centro social" que impulsan Longueira y Joaquín Lavín, jefe de su comando.
Una señal positiva, en esta cuadro, es que en ninguno de los dos debates televisivos entre ambos se vieron señales de confrontación, sólo chispazos de buen humor que provinieron de Allamand y que fueron contestados secamente por Longueira. Eso sí, dependerá del resultado y de la distancia que quede entre los postulantes para determinar en qué pie se iniciarán las conversaciones sobre programas y cupos parlamentarios.
Sin embargo, para el ganador queda la responsabilidad ante la otra distancia que preocupa a las huestes oficialistas: la votación concertacionista. Según cálculos de RN y la UDI, pase lo que pase, la relación será de 2 es 1, es decir, si el arcoiris convoca a un millón de personas, la Alianza aportará 500 mil, en el caso más optimista. A la inversa, en el peor de los escenarios, si la Nueva Mayoría suma 400 mil electores, la Coalición por el Cambio totalizaría 200 mil.
Para pensar que el reloj sigue avanzando y poco se puede hacer para captar a los últimos indecisos.
 
FUENTE: CAMBIO 21

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