La discusión será tema durante la semana, luego que mañana lunes asuma Julio Dittborn como nuevo subsecretario de Hacienda. El problema es que Dittborn fue uno de los participantes de la cita en que la comisión económica de la UDI, el pasado 11 de julio, suscribió una declaración en la que se rechazaba enfáticamente la aplicación de una modificación tributaria.
La discusión sobre una eventual reforma tributaria para mejorar la calidad y el acceso de la educación, está siendo objeto de cuestionamientos dentro de la Alianza oficialista y ha provocado un disenso en la derecha hacia posturas que defienden esta posibilidad y quienes se oponen, argumentando estos últimos que el debate sobre este tema se aleja del programa de gobierno del Presidente Sebastián Piñera.
En el oficialismo están concientes que una reforma tributaria es un tema complejo y que provoca divisiones y discrepancias no sólo dentro de los partidos de derecha, sino que también en el propio Ejecutivo.
Y esta discusión será tema durante la semana, luego que mañana lunes asuma Julio Dittborn como nuevo subsecretario de Hacienda. El problema es que Dittborn fue uno de los participantes de la cita en que la comisión económica de la UDI, el pasado 11 de julio, suscribió una declaración en la que se rechazaba enfáticamente la aplicación de una modificación tributaria.
El timonel de RN, Carlos Larraín, dijo que “la buena fe exige observar el compromiso adquirido en 2010”, aludiendo a la reforma transitoria que hizo el Ejecutivo para financiar la reconstrucción para el terremoto, el cual contempló elevar el gravamen a las empresas de un 17% a un 20% durante 2011, para posteriormente descender a 18,5% en 2012 y regresar al esquema original en 2013.
Sin embargo, el gobierno maneja la posibilidad de mantener el gravamen a las empresas en un 20%, lo que permitiría servir, como señala La Tercera, como hito para dar cuenta del relato que quiere imprimirle la administración Piñera a la segunda etapa de su gobierno, basado en la lucha contra las desigualdades
Esto ha provocado resquemores dentro de la Alianza, debido a que se estaría cumpliendo la profecía señalada con anterioridad en el sentido del temor que tenían sectores duros de la derecha, de que estos incrementos transitorios se transformaran en permanentes.
El miembro de la comisión económica de la UDI, el diputado Ernesto Silva, dijo al mismo diario que “las reformas tributarias tienen que tener un sentido… Estoy seguro que no vamos a avanzar en temas que generan división en la coalición”.
En tanto, el diputado Javier Macaya, quien también firmó la declaración de la UDI, precisó que “no está en el programa de gobierno y a nosotros se nos ha pedido alinearlos con un programa de gobierno”.
A pesar de los grupos duros de la UDI, dentro del gremialismo hay también sectores que están dispuestos a revisar el tema como es el caso del titular de Economía, Palo Longueira, y el senador Hernán Larraín, quienes se han manifestado a estar llanos a estudiar el sistema tributario para financiar planes sociales.
Pero el tema de la reforma tributaria y las discrepancias no sólo se produce en la UDI, sino que también en RN donde senadores como Lily Pérez y Francisco Chahúan, han impulsado el debate para traspasar la carga impositiva de las personas a las empresas.
Carlos Larraín dijo estar en contra de las “improvisaciones” en esta materia, mientras que el jefe de la bancada de diputados, Cristián Monckeberg, sugirió que de aplicarse una reforma esta sea integral y considere otros aspectos como beneficios tributarios para la clase media.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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