Algunas voces lo han levantado como tema en RN. En la Concertación hay relativo consenso al respecto. En la Moneda algunos hablan sigilosamente pensando que puede ser una buena salida política a la crispación social que enfrenta el gobierno. Y el presidente de la Sofofa, Andrés Concha, salió a oponerse tajantemente al alza de los tributos oliendo lo que está en el ambiente.
Los cuatro mil millones de dólares propuestos por Sebastián Piñera, para financiar la gran reforma educacional, abrieron un debate que se ha arrastrado por años: la reforma tributaria. Chile es el país con mayor desigualdad entre los países miembros de la OCDE y hoy existe consenso sobre el hecho de que mejorar la calidad y el acceso a la educación, es una herramienta clave para superar esta situación.
“Chile tiene una de las peores distribuciones de ingreso en América Latina, donde el 20% de los más altos ingresos, concentra el 60% del ingreso nacional”, asegura Eduardo Bitrán. Al mismo tiempo, el coeficiente Gini –que mide la desigualdad de 0 a 1, donde 0 es igualdad perfecta – en Chile es de 0,50, liderando la desigualdad entre los países miembros de la OCDE. Estas cifras han sido clave para que distintos actores políticos, hayan planteado la necesidad de una reforma tributaria.
Incluso, Bitrán cree que la crisis educacional que vivimos actualmente tiene que ver con esto, porque “hoy existe gran inequidad frente al acceso a la educación, el estrato económico determina a qué puedes acceder y por ende, perpetúa la desigualdad de ingresos”. En la Concertación existe consenso sobre la necesidad de realizar una reforma tributaria, para garantizar “un financiamiento permanente para el mejoramiento de la educación”, como asegura el Senador DC, Jorge Pizarro.
UDI v/s RN
En la Alianza el panorama es distinto. Ni RN ni la UDI cree que una reforma tributaria debiera girar en torno al financiamiento de la reforma educacional. Los primeros porque dicen que esos recursos se sacarán del Fondo de Estabilización Social y los segundos argumentan que “a cada necesidad fiscal, uno no puede jugar a aumentar los impuestos, porque crea inestabilidad en las reglas del juego y en un mundo globalizado, hace que las empresas no se instalen en nuestro país”, tal asegura Julio Dittborn, presidente de la Comisión Económica de la UDI.
En RN es el senador Francisco Chahuán quien lidera la idea de la redistribución tributaria. Este asegura que esta iniciativa es clave y que “el gobierno debiera dejar como legado, un sistema que permita una mejor distribución del ingreso”. Frente a la oposición de la UDI, Chahuán planteó que “siempre pueden existir discrepancias” y aprovechó de hacer un llamado a “analizar estas medidas sin prejuicios”.
Pero mientras RN entregaba una propuesta de redistribución tributaria al Ministro de Hacienda la semana pasada –antes del ajuste del gabinete-, la UDI cerraba el camino a cualquier aumento de impuestos y declaraba que “el programa de gobierno del Presidente Piñera no contempla un aumento de tributos y por ello la Comisión Económica de la UDI, principal partido de gobierno, se opondrá con fuerza a un aumento de impuestos que terminará empobreciendo al país”.
Sin embargo, algunos asesores de La Moneda, luego del cambio de gabinete, comentaban que ahora, más allá de los ajustes de nombres y del nuevo escenario, el cambio impositivo podía ser una salida a las demandas sociales instaladas, y cuya razón de fondo es la desigualdad.
En RN es el senador Francisco Chahuán quien lidera la idea de la redistribución tributaria. Este asegura que esta iniciativa es clave y que “el gobierno debiera dejar como legado, un sistema que permita una mejor distribución del ingreso”. Frente a la oposición de la UDI, Chahuán planteó que “siempre pueden existir discrepancias” y aprovechó de hacer un llamado a “analizar estas medidas sin prejuicios”.
Tal vez por eso, el domingo en La Tercera el Presidente de la Sofofa advertía muy serio que “Cambiar la estructura tributaria nos haría perder el foco del crecimiento”.
La “letra chica” de la agenda social de Piñera
Una nueva mirada al concepto instalado por la Concertación, “la letra chica”, tiene el ex ministro de Estado de Michelle Bachelet, Francisco Vidal. Según él, “al gobierno no le alcanza para que sea “letra grande””, porque la “letra chica” de la agenda social de Sebastián Piñera, estaría dando cuenta de que hoy faltan recursos. Por lo que “para seguir avanzando en políticas públicas de carácter social, ya no basta con aumentar el gasto, sino que hay que empezar a aumentar los ingresos fiscales”, asegura Vidal.
Para Vidal, integrante de la Fundación Chile 21, el problema de recursos se puede ver en el proyecto post natal “que cubre sólo a un tercio de las mujeres” y en la eliminación del 7% de los pensionados “que va sólo al 60%”. Él propone elevar el impuesto de primera categoría del 17% actual a 25%, con el fin de recaudar 4.500 millones de dólares que podrían ser utilizados para financiar la educación.
El debate continuará en la Concertación, porque justamente hoy, en la Fundación Chile 21, se reunirán a debatir este tema Valentina Quiroga (Educación 2020); Alejandro Navarro, Francisco Chahuán, Ricardo Lagos Weber, Ximena Rincón, Carlos Montes, Guillermo Tellier y el empresario Felipe Lamarca, más el anfitrión Vidal.
Experiencia internacional
Joseph Ramos, economista y ex decano de la facultad de Economía de la Universidad de Chile, explica que para combatir la desigualdad de nuestro país, en base a una reforma tributaria, se pueden escoger dos caminos. El primero es ver en qué se gastan los recursos que se recauden, donde “se podrían destinar a mejorar la calidad y el acceso a la educación. Lo que finalmente mejora la distribución de ingresos”, explica Ramos. El segundo tiene que ver con la carga tributaria, “si la tributación recayera principalmente sobre el quintil más alto de ingresos, mejoraría la distribución”.
La Concertación ha apuntado a pedir el aumento del impuesto de primera categoría, que en la actualidad alcanza el 17%. Este impuesto es mucho menor que en otros países miembros de la OCDE, donde por ejemplo, EE.UU. tiene un 35% y Nueva Zelanda y Australia un 30%. Es importante señalar que estos países además de tener un impuesto de primera categoría más alto, también tienen un mejor índice de desigualdad, el Gini –donde igualdad es 0 y desigualdad 1. Chile tiene 0,50, Australia un 0,34, Nueva Zelanda un 0,33 y EE.UU. un 0,38. A la vez, la media de la OCDE es de 0,31.
Por otro lado, los impuestos recaudados en Chile, corresponden a alrededor de un 19% del PIB y ese porcentaje es mucho menor que en la mayoría de las economías desarrolladas, donde el promedio entre los miembros de la OCDE es del 35,8%. Joseph Ramos asegura que “en la medida que Chile progrese en términos económicos, los impuestos como parte del PIB crecerán”.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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