viernes, 6 de marzo de 2015

Solicitó investigar relación con Marcos Castro, quien era contador de la familia

Penta: indagatoria sobre Ernesto Silva pedida por el CDE genera ruido interno en la UDI

La querella que presentó esta semana el Consejo de Defensa del Estado contra Castro y Hugo Bravo, vuelve a poner el foco en el presidente gremialista, Ernesto Silva, y agudiza las soterradas críticas a su gestión al interior de la tienda.
El 27 de octubre, Marcos Castro, ex contador del Grupo Penta, controlado por el tío de Silva, Carlos Alberto Délano, declaró ante el Fiscal Carlos Gajardo que, desde 1993, llevó la contabilidad de Ernesto Silva Bafalluy y su familia. Entre esos trámites se contaban las declaraciones de impuesto del actual presidente de la UDI, hijo de Silva Bafalluy.
Ese antecedente bastó para que el CDE, en la querella que presentó esta semana contra Hugo Bravo y Marcos Castro, pidiera ampliar la investigación hacia Silva: “Deberá ser materia de investigación los motivos por los cuales la presentación de declaración de sus impuestos aparece medida por gestiones que realizan ejecutivos de Penta (refiriéndose a Castro) con el funcionario del SII querellado”.
La arista que persigue el CDE es el pago de servicios ilícitos al ex funcionario del Servicio de Impuestos Internos Iván Álvarez, ya formalizado y en prisión preventiva, quien se encargaba de “rectificar” las declaraciones de impuestos del Grupo Penta en el conocido caso Fraude al FUT. Según el CDE, en la investigación hay un archivo donde aparecen personas naturales a las que Álvarez “les veía” sus temas tributarios, entre ellos, la familia de Silva Bafalluy.

LA INTERNA UDI

Si la estrategia tomada por la mesa que preside Silva, de apoyar institucionalmente a los parlamentarios involucrados en financiamiento irregular de las campañas, ha generado una soterrada crítica interna, este nuevo dato irritó a los disidentes de la mesa: “Todos sabemos que está demasiado vinculado, tiene relaciones familiares muy estrechas, hace mucho debió dar un paso al costado. Esto parece no acabarse nunca. Silva no puede estar dando explicaciones todos los días. Necesitamos descomprimir ya el tema”, alegan.
Las fuentes de la UDI consultadas por El Mostrador coinciden en que esta nueva arista pone todavía más presión sobre la mesa y complica aún más el cuestionado liderazgo de Silva. “Es urgente que se cite al Consejo General. Realmente no se entiende, el lunes pasado la Comisión Política respaldó a la mesa directiva, se acordó alinearse con la propuesta del Gobierno de generar un marco regulatorio, pero no se hacen cargo del tema de fondo y esquivaron poner fecha al Consejo”.
Otros dirigentes comentan que las críticas en el partido se están volviendo cada vez más generalizadas y que crece la presión interna. Reclaman que Silva necesita cambiar de estrategia y apelan al realismo político: “Las personas formalizadas deberían dar un paso al costado, como hizo Pablo Wagner, ellos tienen que pensar en el interés superior que dicen representar, que en este caso es el partido. Lo sano sería que suspendieran su militancia. La mesa insiste en que no, pero dentro del partido no hay una sola voz. Necesitamos realismo político, no se puede tapar el sol con un dedo”.
Sobre el nuevo foco sobre Silva comentan que “obviamente todos los antecedentes que se van conociendo generan un mayor ruido interno y mayor incertidumbre. Cuando se juega fútbol uno puede decir yo me voy por este lado, pero ya cuando estás a punto de bajar a segunda división, alguien tiene que cambiar al entrenador”. Otros creen que esta nueva arista no tendrá mayores repercusiones ni generará cambios en el partido: “Por cierto esto complica la situación de Silva, lo daña políticamente, pero no necesariamente su permanencia en la mesa. Si no hicieron nada antes, a esta altura ya no tiene sentido ni tampoco van a cambiar de opinión”, señalan.
Otros dirigentes comentan que las críticas en el partido se están volviendo cada vez más generalizadas y que crece la presión interna. Reclaman que Silva necesita cambiar de estrategia y apelan al realismo político: “Las personas formalizadas deberían dar un paso al costado, como hizo Pablo Wagner, ellos tienen que pensar en el interés superior que dicen representar, que en este caso es el partido. Lo sano sería que suspendieran su militancia. La mesa insiste en que no, pero dentro del partido no hay una sola voz. Necesitamos realismo político, no se puede tapar el sol con un dedo”.
En tanto desde la mesa directiva, Javier Macaya señaló que estos antecedentes ya se conocían, y que las investigaciones deben seguir su curso, pero descartó que afecte el liderazgo de Ernesto Silva, quien ya reconoció que Castro llevaba sus declaraciones de impuestos. Sin embargo, un dirigente cercano a Ernesto Silva considera que la conducta del CDE es abusiva, “esto es un abuso, si fuera así, deberían investigar a todos los que alguna vez fueron clientes de los contadores, abogados y auditores involucrados en el juicio”, señala.
Al parecer, a raíz de la crisis ocasionada por el Caso Penta, las diferencias entre las dos almas de la UDI, una vinculada al poder económico, representada por Silva, y otra más ligada al mundo popular, parecen ahondarse: “Estamos pasando por un tema demasiado complejo, muy delicado, todo esto es resultado de los vínculos de nuestro partido con los empresarios, es necesario cortar con esa relación y con los poderes fácticos que están presentes en el partido,” concluyen bastante molestos.

FUENTE: EL MOSTRADOR

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