martes, 24 de marzo de 2015

Penta II y la arista que se transformó en caso: Soquimich o la caja de Pandora

24/03/2015 |
Por Mario López M.
Cuesta entender como una simple boleta relacionó accidentalmente lo que terminó siendo todo un caso, el que amenaza ser tan o más grande que su predecesor, Penta. La querella presentada por el SII que se abre a los directivos de la empresa minera no metálica SQM, incluyendo a una imputada que emitió boletas falsas ideológicamente, es la puerta de muchos políticos que se sospecha están vinculados a financiamientos ilegales.
Cuando el fiscal Carlos Gajardo encontró una boleta emanada de María Carolina de la Cerda a SQM., no imaginó las dimensiones que ello tendría. Luego apareció otra extendida por la asesora de imagen de Pablo Zalaquett, Cristina Zúñiga, cuyas boletas y facturas se prestaron para defraudar al fisco. Uno a uno nuevos documentos y empresas fueron apareciendo.

No fue fácil

La presión de los medios y de la gente a través de redes sociales, generó que la obstinada oposición del SII terminara por ceder y amplió la querella en contra de ejecutivos de SQM y de la asesora del ex alcalde UDI de La Florida y Santiago, Pablo Zalaquett. Desde Patricio Contesse a simples ejecutivos que tuvieron participación en los hechos que se imputan ilegales fueron objeto de la querella.

Hasta ahora el Ministerio Público parecía atado de manos, por una parte por el SII que se negaba a entregar antecedentes de SQM respecto a años posteriores al 2009 y por la otra la actitud empecinada de la propia empresa cuyo controlador es el ex yerno de Pinochet, Julio Ponce Lerou, quienes incluso obtuvieron, de manera inédita, una suspensión del procedimiento por parte del Tribunal Constitucional, quien lo suspendió, aún antes de haberse pronunciado acerca de su admisibilidad.

Sin embargo, el SII optó, presionado, por ampliar la querella y el Tribunal Constitucional decidió no perseverar en la prohibición de que la fiscalía pudiera recibir datos contables y que amenazan dejar a muchos expuestos al escarnio público. Luego de ello, el Ministerio Público podrá ahondar en la investigación más allá de julio de 2009. Todo esto, luego de los encontronazos entre el SII y la Fiscalía y entre esta y el TC, quienes limitaron temporalmente el acceder a la información de la minera.

Entre la cooperación y la rebeldía

Ayer fue un lunes de aquellos, que sobre todo a los implicados les costará olvidar. Íconos del poder económico y del poder político en Chile durante los últimos decenios, han debido declarar, algunos en carácter de imputados, tratando de explicar lo inexplicable, cómo se defraudó a los chilenos, por años, evadiéndose impuestos y financiándose campañas al margen de la legalidad.

Ha declarado por ejemplo Ponce Lerou. El tema versó, según fuentes bien informadas, principalmente acerca de quiénes fueron los políticos financiados de manera ilegal. También debió desfilar frente a los fiscales el ex senador UDI Jovino Novoa, el hombre del maletín, quien en la comparecencia anterior, desafiante, había optado por el silencio frente a los fiscales. Esta vez, rompió todo margen al cuestionar la independencia de la fiscalía y en total rebeldía optó por no declarar frente a los persecutores.

Falta transparentar a la brevedad posible quiénes están tras todo esto. La sospecha es pérfida y tiende a ser brutal al momento de expresarse. ¡Todos son sinvergüenzas y ladrones! Es lo primero que se escucha. Pero eso no es cierto y por ello es fundamental ponerle nombre y apellido a la corrupción, esté donde esté. Hay políticos honestos hoy y los hubo ayer. La política es esencial para un país, pero eso debe recuperarse como un elemento de confianza en la gente.

Una marea irresistible

Lo bueno es que el Ministerio Público ya cuenta con los antecedentes que se esperaba y al parecer, por la naturaleza de las querellas interpuestas, existen más que presunciones fundadas acerca de la responsabilidad penal de sus directivos en delitos tributarios. Para llegar a ellos debió insistir hasta el cansancio y la presión social debió hacerse sentir. ¿Qué se ocultaba? Lo que sea, ya no podrá mantener el velo de oscuridad, los tiempos son de transparencia.

Esto amenaza recién comenzar. Penta, Soquimich, Alsacia, Ripley, Corpbanca y otras empresas que parecen estar relacionadas con los ilícitos, están vinculadas por un factor común, la UDI. Pero al parecer no solo la UDI, sino que el virus maligno de la corrupción, habrían logrado infectar a otras tiendas políticas.

A pesar de ser muy temprano para vaticinar qué acontecerá como consecuencia de todo esto, pareciera prudente fijar algunos hechos que, han dejado de ser dichos. Lo primero, es que resulta imposible detener el necesario conocimiento de cómo se financió campañas fuera del marco legal, quiénes lo hicieron, quiénes se favorecieron, cuánto fue el fraude fiscal y el castigo a los responsables. Caiga quien caiga, como ha señalado el gobierno.

Transparencia e igualdad ante la ley

Igualmente parece necesario e impostergable fijar una normativa legal que sancione los casos de corrupción, cual sea su naturaleza, de manera que la gravedad de las penas desincentiven cualquier intento por vulnerar la fe pública y el erario nacional. También se debe poner fin a la desigualdad ante la ley, despojando a los parlamentarios de cualquier fuero como ya se anunció en diversos sectores que no los haga evadir su comparecencia ante tribunales, como cualquier chileno.

Lo anterior incluye transparentar los intereses, patrimonio e ingresos de cualquier persona que ocupe un cargo público, sea o no de elección popular y el de sus cónyuges, antes de entrar en servicio, durante este y al menos un año posterior a la cesación del cargo.

Más allá de quienes resulten responsables, las medidas que se logren instaurar y el necesario castigo a quienes resulten responsables, lo cierto es que será el país el que ganará, la política, la ética social y sobre todo, la gente. ¿Será necesaria una asamblea constituyente? ¿Serán los mismos congresistas los llamados a liderar las transformaciones? La respuesta la tiene usted.


FUENTE: CAMBIO 21

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