lunes, 25 de mayo de 2015

Exclusivo

Involucran a yerno de Joaquín Lavín en el turbio caso del "sicario del Mizaki"

25/05/2015 |
Por Mario López M.
No ha sido primera vez que los hermanos Isaac y Abraham Givovich son asociados a negocios turbios. Han enfrentado tribunales, incluso han sido formalizados. Hoy sus nombres aparecen mencionados en un crimen. El intento de asesinato de Phillip Michell Amiot, quien en exclusiva conversó con Cambio21 y abrió una serie de interrogantes.
Corría el 7 de febrero de 2014, cuando una reunión para resolver deudas por parte de los Givovich, derivó en un intento de asesinato. Por encargo, asegura la víctima, "para callarme por lo que pueda saber de negocios truchos que involucran a esta gente con municipalidades o quizás qué más, de lo que yo mismo no me he dado cuenta", asegura.

La mezcla de negocios, querellas, usurpaciones e intento de homicidio, nos llevó a indagar qué hay tras estos hechos. El ingeniero comercial habló en exclusiva con Cambio21 y a pocos meses de conocerse la sentencia que condenó a su agresor, cuenta "su verdad" acerca del intento de homicidio que "por encargo" casi le quitó la vida. La conclusión la tiene usted.

Plaza v/s Lavín

"Conocí a los Givovich a través de una licitación en la Municipalidad de Huechuraba donde obtuve mediante ChileCompra un contrato por telefonía, que era algo en que me desenvolvía", relata Michell. Se trató de un caso muy bullado en que en 2008 otrora la alcaldesa de esa comuna, Carolina Plaza (UDI) se enfrentó con el yerno de Joaquín Lavín, Isaac Givovich y con el mismo exministro Lavín, por una cuestionada licitación.

La exalcaldesa Carolina Plaza aseguró que Givovich, actuó con "negligencia inexcusable" en la licitación cercana a los 3 millones de dólares que se adjudicó la empresa GTD Manquehue, en la que se desempeñaba el ingeniero informático. Los hechos fueron de gran trascendencia y llegaron incluso a la Contraloría y tribunales.

Plaza dejó sin efecto el contrato, y el yerno de Lavín respondió acusándola de enriquecerse ilícitamente en su paso por la alcaldía. Plaza denunció ser víctima de amedrentamiento desde hace varias semanas para que no "dijera la verdad". Lavín padre era abanderado de la UDI y prestó apoyo al esposo de su hija Asunción. Pero los Givovich tenían otros negocios en camino.

Las "oscuras" luminarias

Isaac Givovich, el "yerno de Lavín" como le agrada ser llamado, hizo de los municipios y sus contactos políticos una fuente de negocios con las luminarias LED. Era simple, instalaba o cambiaba las antiguas ampolletas en los alumbrados públicos por otras que permiten un ahorro energético por sobre el 50%. Ahorraban los municipios y ganaba el "yernísimo". Negocio redondo.

"Con el tiempo Isaac Givovich me pidió asesorías dada mi calidad técnica. Debí recorrer el sur de Chile y me alojé en la casa de Joaquín Lavín (...) El 2013, con ocasión de formar Info Technology SpA, una empresa del área de luminarias dirigida por don Jorge Abud, me volvió a contactar la familia Givovich a quien comencé a prestar asesorías en tecnología y en materia comercial, como con ChileCompra, Cámara de Comercio y en licitaciones", afirma Michell.

Cada vez que se adjudicaban alguna licitación o "recolectaban" órdenes de cambio de luminarias, era requerido como apoyo en la realización de proyectos. Así se "ganaron" licitaciones en las municipalidades de Arica, Iquique, La Florida, Quilpué, San Pedro de la Paz (donde los concejales se rebelaron y no aceptaron el negociado), etcétera. "Mis relación era con Abud, Isaac Givovich, Joaquín Lavín León y Asunción Lavín, estos dos últimos hijos del excandidato presidencial, quienes traían los contactos", asegura quien fuera más tarde víctima de un intento de homicidio.

La "arista china"

Info Technology Chile Spa se formó por el panameño Sergio Castillo con capitales chinos provenientes de una sociedad matriz denominada Zhejiang Insigma Technology Co. Ltda., proveniente de Hangzhou, China. El "yernísimo" y el hijo de Joaquín Lavín debieron enfrentar una querella por estafa y apropiación indebida por $449 millones presentada por Info Technology. César Vergara, abogado querellante, denunció a Cambio21 que " se le dio (ese dinero) para hacer distintos pagos, como a proveedores, profesionales relacionados con el servicio y un montón de cosas que se requieren para llevar adelante proyectos de esa envergadura. Pero él, al parecer, entendió que el dinero se le estaba entregando para ser imputado a futuras comisiones. Es obvio que cuando sus mandantes le pidieron cuenta él no pudo explicar en qué gastó todo este dinero y, entonces, surgieron los conflictos".

Su divorcio con la empresa china Info Technology SpA a propósito de la querella, llevó a los Givovich a continuar en el área de las prestaciones a las municipalidades, pero esta vez por intermedio de una empresa de Joaquín Lavín (padre), el que por razones políticas no podía aparecer, pero que "en los dichos de Isaac Givovich, le interesaba mucho participar", según Michell Amiot.

"Como Lavín no podía aparecer, se decidió hacer el negocio a través de la UDD y una empresa llamada Severin Llach Limitada". Los intereses de Lavín -según Michell-, estarían representados por Yun-Tso Lee (quien es docente en el Magíster y Diplomado en Humanidades y Pensamientos Científicos de la UDD). Con esa nueva empresa se volvió a la carga con el negocio de las luminarias en las distintas municipalidades. Se partió con la de Limache.

"Luego de varios negocios optaron por estructurar una empresa propia donde Yun-Tso Lee adquirió parte importante de ella", señala Michell, quien comenzó a involucrarse más, llegando incluso a pasar dineros destinados a la sociedad. El negocio (incluida la UDD), pretendía ampliarse a Paraguay, donde se extenderían las operaciones comerciales y donde le habían prometido estar a cargo de la operatoria junto a otros profesionales.

Con la chichita...

Por ello decidió entregar en comodato, a solicitud de Isaac, su restaurant (Mizaki Vitacura) al hermano de este, Abraham Givovich hasta su regreso de Paraguay. Solo habría renta por el arriendo de los mobiliarios y maquinarias del restaurant, la que se fijó en 3 millones mensuales. Los pagos comenzaron bien y fueron mes a mes decayendo en las fechas, los cheques salían con órdenes de no pago etcétera. El comodato fue a través de una empresa de Alberto Givovich.

Las malas prácticas comerciales fueron reiterativas hasta que el 7 de febrero de 2014, el cheque del mes, una vez más, fue protestado, lo que desencadenó una serie de acontecimientos que terminaron con hechos de sangre. Micchell fue a reclamar el pago de la mensualidad. El WhatsApp fue el medio por el que se comunicó con los Givovich para "arreglar de manera definitiva" los incumplimientos del contrato.

Así se acordó y se fijó una reunión a las 2230 de ese fatídico día en la Copec, cercana al local Mizaki en los Cobres de Vitacura. Según las declaraciones judiciales, Phillip Michell Amiot, expuso en el juicio que con ocasión de dicha reunión, fue atacado por un empleado de los Givovich, sin causa aparente quien intentó quitarle la vida. Michell Amiot se movilizaba en una motocicleta.

¿Homicidio por encargo?

"Ese día fue acordada la reunión a las 10.30 horas para cobrar unos dineros que le debían .Juan Alberto Givovich Contador y su hermano Isaac Yusef. A esa reunión llegaron tres personas, Juan Alberto e Isaac Givovich y la persona que me atacó (Pedro Pablo Norambuena). Estuvo sentado con dos de ellos, quien atacó se quedó al lado de la mesa", señaló.
La reunión no duró más de tres minutos, pidió explicación de por qué habían dado orden de no pago al cheque de la mensualidad, y le señalaron que era efectivo y no había fondos. Él les advirtió que tomaría posesión de su propiedad, el restaurant Misaki también llamado Yasuba, por los Givovich. El restaurant está en Vitacura 5461.

La reunión fue breve, ante la negativa de pagar la deuda. Al dirigirse Michell a tomar posesión de su propiedad, se desencadenan los hechos de violencia. Según él, Juan Alberto Givovich le dijo al tercer acompañante, "échatelo, mátalo". Él se aleja rápidamente hacia su moto, "se acercó el sicario y a la moto y sacó una espada (un cuchillo de más de 30 centímetros, según la investigación) y con su mano derecha intentó clavársela en su lado izquierdo mientras él estaba montado en su motocicleta", señala el expediente.

No se investigó

La instrucción se la habría dado Juan Alberto Givovich a Pedro Pablo Norambuena, el condenado por estos hechos. Phillip Michell declaró haber escuchado la orden "cuando él estaba a un costado no en la misma mesa, escuchaba todo, estaba a su espalda". En el local había más gente, de hecho, todas las mesas estaban ocupadas, en la terraza la mayoría de ellas. No existen otros testigos que aparezcan declarando haber escuchado la orden. La investigación tampoco se encaminó a dilucidar tan grave acusación.

La sentencia establece: "El acusado se acercó por su lado izquierdo (de Michell) al momento que se iba a subir (a la moto), le dijo hola que bonita tu moto, lo reconoció como trabajador de Givovich que le presentaron la semana anterior como copero, (...) se montó en la moto cuando él (Norambuena) sacó la espada de su cinto intentó clavársela por su lado izquierdo, para evitarlo bota la moto para su lado derecho, tratando de interponer entre la espada y su cuerpo la motocicleta, la moto cayó entre sus piernas, el pedal se le trabó en el zapato por lo que él se fue hacia adelante, apoyando su brazo en el concreto, momento simultáneo en que la persona que lo atacó pasó por detrás de la moto y girando la espada (...) se acerca por su espalda y clava la espada por su pecho". Michell tenía apoyada las piernas y las rodillas en el piso y su mano derecha en el piso. "Los otros dos (los Givovich) estaban a distancia de tres metros frente a él".

No se trató de una riña, tampoco de una agresión de Michell al sicario: "En ningún momento intentó agredir o golpear al imputado", señala la sentencia. La herida es a la vista de más o menos 25 cm, desde debajo de la axila hasta el frente del pecho, en la parte torácica, lado izquierdo a 2 o un centímetro del corazón debajo de la clavícula, la herida 7 cm por donde entró y 27 cm de profundidad por 7 de ancho, rompió las dos arterias y las dos venas del lóbulo superior e inferior del pulmón según informó el médico".

A punto de morir

Lo que sucedió después duró solo algunos minutos que para el herido se transformaron en una eternidad. Norambuena después de ejecutar el acto criminal huyó del lugar en dirección al restaurant que ocupaban los Givovich, donde luego de beber una cerveza se escondió. Allí fue detenido por carabineros. Michell, intentó iniciar la persecución, pero estando gravemente herido cayó al suelo luego de pedir ayuda.

"Después de la agresión me levanté y me di cuenta que estaba herido, el agresor se dio vuelta, me dio la espalda y huyó. Michell con la sangre que le llegaba casi al cinturón, buscó a quien pedir ayuda, primero hacia el interior del local, cruzó la mirada con los Givovich, quienes no hicieron nada, siguió buscando alguien que le cruzara la mirada, vio a un bombero a él le grita que lo apuñalaron, ahí él cae de rodillas seminconsciente.

Carabineros pasaba por coincidencia justo frente a ellos y se percataron de los hechos, de inmediato lo suben a la patrulla en el asiento contrario al conductor, iban tres carabineros. La patrulla intentó seguir al sicario, sin embargo la gravedad del herido hizo que pidieran ayuda a otra unidad y lo trasladaron hacia la cercana Clínica Alemana. Según el médico, llegó con paro respiratorio y sin presión de sangre convulsionando, al menos de 5 a 8 minutos. Señaló que no entendía como estaba vivo, lo dieron primero por muerto, pensaron que quedaría con lesiones cerebrales.

Le hicieron 14 transfusiones de sangre, quedó con 15 kg menos, en recuperar su peso demoró entre 8 a 10 meses. Permaneció cerca de dos semanas en la clínica, en cuidados intensivos. Según Michell Amiot, "la clínica debió poner guardias porque los Givovich intentaron entrar varias veces, su mujer debió hacer guardia", señaló en sus declaraciones. Quedó anímicamente muy dañado, económicamente quebrado. Pero no era todo, al mes siguiente usurparon su casa, que no le ha sido restituida.

Sobrevivió por milagro

Carabineros procedió a la detención del homicida frustrado (que tenía amplios antecedentes anteriores) en el local que administraban los Givovich. Antes de ser condenado confesó el intento de crimen pero negó que fuera por encargo, pues se trataría de "deudas" que Michell mantenía por receptación con él. El tribunal descartó por inverosímiles sus dichos. La víctima lo desmiente: "Escuché la orden de asesinarme, además, ¿cómo supo la hora y el lugar de la reunión si no fue por intermedio de los Givovich?", se pregunta.

La causa terminó en sentencia que condenó a Pedro Pablo Norambuena Yáñez, a 4 años de presidio menor en su grado máximo, en calidad de autor del delito frustrado de homicidio simple, perpetrado en contra de Phillip Michell Amiot el día 7 de febrero de 2014. Los Givovich no fueron investigados ni resultaron culpables en el juicio criminal. Sin embargo existen múltiples cosas sin aclarar. Se hará justicia, asegura Michell al despedirse.


FUENTE: CAMBIO 21

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