Piñera dice que recibió un país “en decadencia" y recibe una andanada de críticas: "Esa idea es brutalmente falsa e impropia de un Jefe de Estado" dice ex ministro
Por Javier Insulza
“Respecto del fundamento de sus declaraciones, un mínimo de seriedad obligaría a mirar, a lo menos, ciertos ránkings que están en el conocimiento de todo el mundo y que muestran que Chile, en el año en que él asumió, estaba en una situación espectacular, nunca antes vista en los 50 o más años anteriores”, dice el ex ministro Genaro Arriagada. “Creo que es un insulto a la inteligencia", agrega el abogado y politólogo Francisco Díaz.
“Respecto del fundamento de sus declaraciones, un mínimo de seriedad obligaría a mirar, a lo menos, ciertos ránkings que están en el conocimiento de todo el mundo y que muestran que Chile, en el año en que él asumió, estaba en una situación espectacular, nunca antes vista en los 50 o más años anteriores”, dice el ex ministro Genaro Arriagada. “Creo que es un insulto a la inteligencia", agrega el abogado y politólogo Francisco Díaz.
Un fuerte cuestionamiento a los gobiernos de la Concertación, y en especial al de Michelle Bachelet, realizó Sebastián Piñera en la inauguración del Encuentro Nacional de la Pequeña Empresa, Enape 2012.
Tal y como cuando no llevaba un mes en el cargo y señaló aquella frase poco feliz de "en 20 días hemos hecho más que otros en 20 años", en esta oportunidad el mandatario declaró que, más allá de los efectos del terremoto del 27 de febrero de 2010, cuando asumió la presidencia, en marzo de ese año, Chile era "un país que había perdido el norte, el ritmo y el rumbo e iba en un camino de decadencia".
"Chile venía con dificultades antes del 27 de febrero de 2010. Era un país que cada día crecía menos, que cada día creaba menos empleos, que en lugar de crear emprendedores, los estaba destruyendo. La productividad, que había sido un gran aporte al crecimiento, se había transformado en un lastre, porque ya era negativa y restaba al crecimiento del país", agregó.
Pero Piñera no se quedó ahí y fue más allá al señalar que "sé que a algunos les molesta que un gobierno de centroderecha muestre avances en temas como la igualdad de oportunidades, la lucha contra la pobreza y el término de la lista de espera".
Y si quedaba algún espacio para la duda de la estrategia gubernamental de desprestigiar a sus antecesores y en especial a quien puede sucederlo, el ministro Andrés Chadwick refrendó las críticas de Piñera al decir que "no cabe la menor duda de que en el gobierno pasado tuvimos una situación de estancamiento económico". Agregó que internacionalmente se llegó a decir que "Chile estaba durmiendo una siesta".
Datos duros
Entrevistado por Cambio21 el ex senador socialista Carlos Ominami y también ex ministro de Economía del Presidente Aylwin considera que, pese a ser declaraciones injustas, es cierto que Chile ha crecido menos en el último tiempo. "Las tasas de crecimiento de los gobiernos de la Concertación siempre fueron disminuyendo. El gobierno de Aylwin creció más que el de Frei, este más que el de Lagos y el de Bachelet fue el que menos creció. Se puede discutir sobre las razones y hay que mencionar a la crisis asiática de los 90's y a la crisis subprime de 2009. Pero el hecho es que hay una tendencia a la baja en la tasa de crecimiento".
Por tanto, parece importante revisar datos duros que nos pueden decir si el país ha dormido (o no) una siesta durante 20 años.
Según la encuesta Casen, en 1990 el 94.8% de los chilenos sabían leer y escribir y en 2009 se había aumentado al 96,5%; es decir, 4,8% en 1990 y 3,3% en 2009 eran analfabetos.
Para inicios del gobierno de Aylwin el promedio de escolaridad en Chile era de 9 años, mientras que en el final de la administración Bachelet éste alcanzaba los 10,4 años; incluso en la región Metropolitana, donde se concentra gran parte de la población, en 1990 la escolaridad era de 9 años y para el final del gobierno de Bachelet había aumentado a 11,5 años, de un total de 12 posibles que consideran la educación básica y media.
En 1990, el 87% de los niños de entre 6 y 13 años y el 34% de quienes tenían entre 14 y 17 asistían regularmente al colegio; para 2009 las cifras alcanzaban el 99,7% y el 93%, respectivamente.
Y si se habla de ingresos, el promedio mensual de una familia chilena en 1990 alcanzaban los $153 mil pesos, mientras que 20 años después esa cifra se empinaba por sobre los $754 mil pesos.
Para ahondar más datos, el ex ministro de Frei, Genaro Arriagada presenta múltiples estadísticas en las que sostiene que las declaraciones del mandatario le parecen carentes de fundamento e inconvenientes desde el punto de vista del Gobierno.
"Respecto del fundamento de sus declaraciones, un mínimo de seriedad obligaría a mirar, a lo menos, ciertos ránkings que están en el conocimiento de todo el mundo y que muestran que Chile, en el año en que él asumió, estaba en una situación espectacular, nunca antes vista en los 50 o más años anteriores", dice Arriagada.
El politólogo entrega datos del producto per cápita: "de acuerdo al Banco Mundial, cuando Piñera asumió Chile era el más alto de América Latina, superando incluso a Argentina y Uruguay".
"En cuanto a su desarrollo humano, medido por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Chile se ubicaba en el número 40, siendo el más alto de Latinoamérica", agrega Arriagada.
El ex ministro continúa señalando que "en los indicadores de Transparencia Internacional, en 2010 Chile se ubicaba como el país menos corrupto de América Latina" y agrega que en los índices de la revista Foreign Policy, que mide la calidad del Estado, "Chile se ubicaba de nuevo como el más sólido de América Latina y respecto de la calidad de las libertades en América Latina, Freedom House, que elabora un índice de libertades civiles, nuestro país estaba, junto con Uruguay y Costa Rica, como los más desarrollados del subcontinente".
Arriagada dice que podría seguir entregando datos, pero que lo que importa es decir que "afirmar que Chile estaba en decadencia es brutalmente falso e impropio de un Jefe de Estado" y concluye asegurando que "un Presidente de la República no puede vivir en la provocación constante a la oposición con declaraciones de ese tipo de gravedad. Eso daña a su Gobierno".
Reacciones
Para el timonel socialista y ex ministro del Trabajo de Michelle Bachelet, Osvaldo Andrade, "los que hemos tenido la suerte de andar por el mundo, por distintas razones, nos damos cuenta de la valorización que se hace de Chile, de lo que ha sido su proceso, su transición, su estabilidad y su manejo macroeconómico. Cómo alguien puede decir una cosa así, salvo que siga contando chistes", dice en alusión a los inacabables chascarros del mandatario.
Camilo Escalona, presidente del Senado, se mostró preocupado e indicó que "estoy convencido que la tarea de gobernar es unir al país y no dividirlo. En consecuencia, considero entera y profundamente desafortunada la aseveración del Presidente de la República, en el sentido que el país caminaría hacia la decadencia, luego de 20 años de reconstrucción democrática". Además, se manifestó sorprendido por obtener dichas afirmaciones de quien ostenta la primera magistratura y pidió al gobernante retirar sus dichos.
Otro que comentó las polémicas expresiones fue el ex ministro de Educación y Obras Públicas Sergio Bitar, quien indicó que "afirmaciones como esas sacan titulares, pero son falsas y no convenientes para el país". Agregó que "un país no se inventa", por lo que los éxitos de la actual administración se apoyan en las obras que durante 20 años realizó la Concertación.
La ex ministra de Salud de Michelle Bachelet y actual candidata a alcaldesa de Puente Alto, Soledad Barría, mostró su preocupación por los dichos del mandatario. "Él tiene que representarnos a todos en el concierto internacional, no puede estar en una campaña ni de desprestigio de gobiernos anteriores ni de estigmatización de su propio país, el que está conduciendo. Me parece que es absolutamente inadecuado para un Presidente de la República", enfatizó.
"Creo que es bueno recordarle que integra una de las listas de las personas más ricas del mundo y esto da cuenta del país inequitativo que era Chile, donde las personas que especulaban podían obtener grandes ingresos. No es la mejor persona para hacer análisis críticos de los que el modelo económico ha instalado en nuestro país", manifestó la ex ministra de Sernam en el gobierno de Bachelet y ex precandidata a alcaldesa de Santiago, Laura Albornoz.
"A él no le dieron poder los chilenos para ser cientista político, le están pidiendo que gobierne. Como oposición es bueno invitarlo a poder avanzar desde su diagnóstico, que es suyo propio, porque los índices en los foros económicos mundiales dicen otra cosa", concluyó Albornoz.
Liderazgo conceptual
Carlos Ominami también se refiere a las declaraciones erróneas del presidente sobre la percepción de Chile en el ámbito internacional. "Chile se ha ido abriendo un espacio en el ámbito internacional y tiene lo que algunos llaman un liderazgo conceptual e incluso afuera no hay una percepción de un país en decadencia, sino más bien de uno dinámico. La percepción internacional de nuestro país es incluso mejor de lo que, a mí juicio, correspondería", indica el ex parlamentario.
"El tema es el entrampamiento político que no se ha podido revertir y en él tiene mucha responsabilidad la derecha. Esto tiene que ver con disminución del crecimiento, pero también se relaciona con reformas que no se han podido enfrentar. Desde hace tiempo el parlamento no puede resolver sobre temas centrales como la educación pública, por ejemplo", manifiesta el ex senador al ser consultado sobre las razones de fondo.
Una opinión similar tiene el ex asesor de Bachelet y analista político Francisco Javier Díaz, quien al ser consultado por Cambio21 es tajante al dar su opinión sobre los desafortunados dichos del mandatario: "Creo que es un insulto a la inteligencia. No se condice con ninguna cifra conocida ni con la opinión de ningún organismo internacional o académico, ni con la realidad que ven los chilenos día a día. Además, el episodio de la Casen demuestra que al Gobierno le gusta mentir con las cifras".
¿Se retracta?
Ante el planteamiento de que el mandatario se retractara, como fue solicitado por el senador Escalona, Díaz piensa que no sería bueno. "Tiene tan poca credibilidad que, aunque se retractara, no sería creíble".
Por su parte, Ominami plantea una preocupación al sistema político actual y su credibilidad. "Me parece que se ha producido una descomposición del sistema político y en eso tiene mucha responsabilidad la derecha, que se ha opuesto sistemáticamente a cambiar un sistema electoral que la mayoría reconoce como ilegítimo".
En el oficialismo ya evalúan los dichos de Piñera y Chadwick como desafortunados, pero dicen que, pese a que no hay consenso, el Ejecutivo ha optado por la estrategia de atacar a la figura mejor posicionada de la oposición y piensan que ello podría darles rédito electoral.
No parece muy convincente la estrategia, más si se recuerdan las palabras del alcalde de Puente Alto, Manuel José Ossandón, quien ha sido muy crítico con la fórmula que opta por atacar al rival y no preocuparse de los problemas propios.
"Los chilenos no evalúan positivamente que se ataque a una mujer, y menos a una tan querida y aceptada como es Bachelet, pero se ha optado por una opción que fortalezca nuestro electorado duro de cara a las municipales, que es el primer desafío", indica una fuente de la derecha que prefiere el anonimato y que se manifiesta consciente de que la estrategia puede incluso implicar el fin de sus opciones para mantener el Gobierno.
FUENTE: CAMBIO 21
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