Así operan en Chile las redes de trata de personas para explotación laboral y sexual
Publicado: 26.09.2012
Para
los sacerdotes que trabajan con inmigrantes la llegada de los llamados
“coyotes” a nuestras fronteras es un hecho. Las bandas criminales que
operan en Centroamérica para ingresar ilegalmente a personas a EE.UU.,
despojándolas de todas sus pertenencias, ya operan en nuestros puestos
fronterizos. En los últimos años el ingreso de inmigrantes, incluso de
países lejanos, se ha multiplicado, abriendo un flanco al abuso y
delitos de toda índole con personas de extrema vulnerabilidad. Así lo
constatan los fiscales. La red más impenetrable es la de los chinos.
CIPER encontró una increíble pista.
El mismo día que en
Chile era desbaratada –en menos de un mes- una segunda red de trata de
personas con fines de explotación laboral y sexual, la “Convención de
las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Internacional”
(UNDOC), lanzaba una campaña mundial contra este tipo de delitos, que
sigue en aumento, generando millones de dólares a organizaciones
criminales internacionales. Bajo el lema “Sacarlos del negocio”, el organismo difundió un reportaje titulado Tráfico ilícito de migrantes genera miles de millones cada año para los criminales, acompañado de un video sobre los tres principales ilícitos
que generan más dinero en el mundo. La mayor preocupación del organismo
internacional radica en el hecho de que el “tráfico ilícito de
emigrantes” es una actividad “altamente rentable con un riesgo
relativamente bajo de persecución legal”.
Eso es precisamente lo que ha estado ocurriendo en Chile, país que en
los últimos años se ha transformado en el paraíso de estas redes de
crimen organizado, ya sea como receptor o como vía de tránsito de
personas con destino a otras regiones. Las razones: el buen momento
económico que vive este país respecto de sus vecinos, y la falta de
regulación y aplicación de las leyes que condenan este tipo de delitos
en convenios internacionales (Tratado de Palermo), los que Chile ha
suscrito, pero que en definitiva no aplicaba.
A las bandas criminales que “trafican” personas desde su país de
origen hacia Chile –como la que CIPER descubrió y que operaba en el
exclusivo barrio El Golf desde hacía nueve años (vea reportaje)-,
se suman otras organizaciones de delincuentes internacionales que se
han establecido cerca de nuestros puestos fronterizos, a la espera de
inmigrantes que son rechazados al querer ingresar al país. Es en ese
momento que los llamados “coyotes” entran en acción.
El
sacerdote católico Idenilso Bartolotto, quien pertenece a la comunidad
misionera de los Scalabrini, quiénes trabajan desde 1952 con
inmigrantes en Chile, relató a CIPER que los llamados “coyotes” meten a
estas personas en camiones de carga o los llevan hasta pasos no
habilitados, para ingresarlos ilegalmente al país. Estas bandas
criminales les cobran por el “servicio”, pero no siempre les cumplen,
quedándose con el dinero que duramente los inmigrantes han juntado para
venir a buscar a Chile sustento para sus familias.
-A mí me tocó conocer el año pasado el caso de unos inmigrantes que
fueron abandonados en el desierto. A otros, los llevaron a un lugar
despoblado para robarles todo lo que tenían y luego los dejaron
abandonados. Si bien no estamos en la complejidad que reviste el tráfico
de personas en Centroamérica y México, vamos camino a eso si realmente
este problema no se trabaja a tiempo –afirmó a CIPER Bartolotto
LOS “COYOTES” LLEGAN A NUESTRAS FRONTERAS
Idelniso Bartolotto, quien llegó a nuestro país hace tres años y
desde entonces es el vicepresidente del Instituto Católico de
Migraciones (INCAMI), describió a CIPER el incremento del tráfico de
personas en Chile, generado en gran medida por el aumento creciente de
inmigrantes que están llegando a nuestro país en los últimos años,
buscando mejores condiciones de vida:
-Claramente, Chile se ha transformado en un receptor de inmigrantes,
incluso de países más alejados, como es el caso de haitianos,
colombianos y dominicanos. Muchos de ellos, al llegar a la frontera, son
impedidos de entrar por un funcionario policial que no los considera
turistas y los rechaza, ya que vienen sin ningún tipo permiso de trabajo
o residencia. Estas personas quedan a la deriva, dando vuelta cerca de
los puestos fronterizos, donde son fácilmente presas de redes que les
ofrecen ingresarlos al país de manera clandestina. En las casas del
INCAMI, tanto en el norte del país, como la que tenemos en Mendoza
(Argentina), hemos encontrado inmigrantes que han sido objeto de engaño y
abuso de estas redes. Este tráfico, que antes se veía solo en
Centroamérica y México, para entrar a Estados Unidos, en los últimos
años lo estamos viendo en Chile.
La mayoría de las organizaciones de “coyotes” que operan en nuestras
fronteras, según el sacerdote Idenilso Bartolotto, se ocupan
principalmente del ingreso ilegal de hombres. La mayoría llega buscando
trabajo. De allí que, luego de traspasar la frontera, la amenaza de
nuevos problemas para ellos se mantenga. “Muchos empresarios ven al
inmigrante como mano de obra barata y también intentan aprovecharse de
su vulnerabilidad”, cuenta el sacerdote.
-Si
vemos lo que pasó con los paraguayos que hacían trabajar en el campo de
Francisco Javier Errázuriz, es un ejemplo de lo que está ocurriendo. Un
empresario de su nivel, teniendo a estas personas en esa situación de
precariedad, ¡es inconcebible! Nosotros estuvimos en su campo y pudimos
ver las condiciones en que los tenían. En primer lugar, yo pienso que el
sueldo mínimo para ese tipo de trabajo es indigno. Pero, además, los
empresarios deben cumplir las obligaciones que ofrecen en los contratos.
Nosotros estuvimos ahí nuevamente, no hace mucho, y pudimos ver que
ahora esos trabajadores han conseguido mejores condiciones, no con el
denunciado Francisco Javier Errázuriz, sino con su hijo. Pero eso se
logró porque los medios de comunicación dieron cuenta del abuso. ¡Eso no
está bien! Hay muchos empresarios que ven a la inmigración como la
oportunidad de una mano de obra barata, y eso hay que cambiarlo. Al
inmigrante debemos verlo como un emprendedor que viene en busca de
mejores condiciones, y para eso ofrece su trabajo –afirma Idenilso
Bartolotto.
La organización criminal que capturaba ciudadanos paraguayos de ambos sexos para ser explotados laboralmente en Chile, fue denunciada por el equipo periodístico de Contacto,
de Canal 13, en julio de 2011. Allí se mostraron imágenes de dos fundos
del empresario y ex candidato presidencial, Francisco Javier Errázuriz,
ubicados en la VI Región, donde se vio a los paraguayos trabajando en
denigrantes condiciones, sin siquiera un día de descanso a la semana.
“Es una vergüenza nacional”, dijo la ministra del Trabajo, Evelyn
Matthei. Errázuriz fue llevado a juicio en calidad de imputado por el
delito de trata y tráfico de personas, proceso aún en curso.
Si bien los casos de abusos con inmigrantes que ha conocido en Chile
remecen al sacerdote de los misioneros scalabrini, es al momento de
relatar situaciones de tráfico de mujeres cuando evidencia su mayor
dolor. Allí operan redes muy bien organizadas que “las apadrinan” en las
fronteras o en su país de origen, proporcionándoles las condiciones
para que no sean devueltas en los puestos fronterizos. Así, ingresan al
país como turistas o con promesas de trabajo, para luego hacerlas
objetos de explotación sexual y laboral.
-A muchas de ellas las hemos podido ayudar para que se puedan
reinsertar de una manera legal en un trabajo digno. Lo grave es que
muchas de ellas quedan con secuelas serias: están tan victimizadas, que
asumen las peores situaciones como si fueran normales. Llegan a pensar
que la vida es así, y cada vez se van hundiendo más, hasta que ya sea
por una ayuda externa o por un último esfuerzo de ellas mismas, deciden
dar un paso fuera de ese círculo y llegan pidiendo ayuda.
Uno
de los denominadores comunes que los sacerdotes que trabajan junto a
Idenilso Bartolotto han encontrado en las personas víctimas de estas
bandas criminales, es el miedo. “Es propio de estas redes que lucran con
la trata de personas el infundir mucho miedo a través de las constantes
amenazas. ¡Atemorizar! Por eso, les quitan sus pasaportes, para que no
puedan irse. Y las amenazan con hacerles algo a sus familiares que
quedaron en el país de origen. A los hijos o a los padres. Les infunden
temor para mantenerlas bajo su dominio. En los últimos dos años, por
ejemplo, a nosotros nos ha sorprendido la cantidad de dominicanas que
nos han relatado situaciones como estas”.
Otros casos similares con ribetes dramáticos han sido de mujeres
africanas. Del tráfico de ciudadanos chinos, el sacerdote sí ha
escuchado, pero no le consta: “Si bien uno escucha que existe, a
nosotros no nos ha llegado ni un solo caso. Son espacios que estas redes
de tráfico cuidan mucho, donde tienen mayor control, por lo que a las
personas traficadas les es mas difícil escapar”.
CIPER sí encontró hechos que muestran que no todo el explosivo
aumento de inmigración china hacia Chile pasa por los conductos
regulares.
LAS POETAS CHINAS “EMERGENTES”
El vicepresidente del INCAMI no se equivocó. Todas las fuentes
policiales consultadas por CIPER coinciden en que, al tráfico de
personas de origen asiático -siendo el más importante el de ciudadanos y
ciudadanas chinas que ingresan a nuestro país-, es muy difícil seguirle
la pista. Para los efectivos policiales que han investigado el problema
y que accedieron a conversar con CIPER, es un delito muy difícil de
resolver ya que han detectado grupos de chinos que ingresan al país y a
los pocos días simplemente desaparecen. A veces, sin dejar rastro de su
salida de Chile. En otros casos, se registra el ingreso de personas que
cuentan con promesas de trabajo, inician los trámites para obtener el
permiso de residencia y, antes de conseguirlo, abandonan el país con
rumbo a Europa, Estados Unidos o Canadá.
El obstáculo más importante para avanzar en la detección de las redes
que operan en este tráfico, es el idioma. La mayoría de las veces que
se descubre a ciudadanos chinos residiendo ilegalmente en Chile, la
policía se estrella con una muralla de silencio. Dicen no entender el
idioma y ni siquiera cuando son asesorados por un traductor, cooperan.
CIPER constató en terreno el “escudo” idiomático.
A
fines de octubre de 2011, a CIPER llegó una denuncia: “un empresario
chino estaría ingresando ciudadanos de su país con fines desconocidos”.
Al investigar, constatamos que efectivamente eso había sucedido con tres
ciudadanas de ese país. Las tres mujeres de nacionalidad china
ingresaron a Chile con visa, siendo registradas como “poetas” que
viajaron para participar del “VI Encuentro Internacional de Poetas”,
evento que se desarrolló en distintas localidades, incluyendo una
actividad cultural en Isla Negra, donde está ubicada la casa de Pablo
Neruda.
El 22 de octubre, seis días antes del inicio oficial del congreso,
quedó registrado el ingreso -por el Aeropuerto Arturo Merino Benítez- de
las ciudadanas chinas Jianfen Zhang y Pinhua Wu. En el mismo avión, también venía una tercera “poeta” china, Xioohong Zhang.
Sin embargo, su entrada no quedó en los registros de Policía
Internacional. Desde el mismo aeropuerto, las tres ciudadanas chinas
fueron trasladadas hasta Isla Negra.
En un video que uno de los participantes del congreso filmó en el
evento, se aprecia a las tres mujeres al momento de ser presentadas como
“un grupo de poetas chinos emergentes”. En el video se ve a Jianfen Zhang,
quién leyó en chino un texto que no fue traducido para el resto de los
participantes. Una poeta brasileña, comentó a CIPER que, al terminar el
acto, se acercó a las poetas chinas y en inglés les preguntó de qué
trataba el texto leído. Ninguna de las tres le contestó: no hablaban
inglés.
Esa fue su primera y única presentación
como participantes del “VI Encuentro Internacional de Poetas”. Al día
siguiente, el grupo tenía una presentación oficial en La Moneda. Las
tres ciudadanas chinas no llegaron a la cita. Tampoco figuran en el
registro del hotel que acogió en Santiago a los casi 50 poetas venidos
desde distintos países. De las tres ciudadanas chinas no se supo más
nada.
Días antes de que se cumplieran tres meses de su llegada al país, dos
de las tres ciudadanas chinas salieron de Chile hacia Argentina, por el
paso fronterizo Los Libertadores.
EL ROL DE “FACUNDO”
La persona que gestionó en Chile las visas de las tres mujeres chinas, registrándolas como “poetas”, es Adán Bórquez Carvajal, quién usa el seudónimo de Facundo Leilaf.
Cuando la policía investigaba el paradero de las ciudadanas chinas, al
no aparecer más en el congreso de poetas, le consultó a Bórquez, quien
respondió escueto: “No tengo ni idea: deben haber vuelto a su país”.
El viaje a Chile de las tres mujeres chinas fue financiado por un importante empresario, también de nacionalidad china, Lai Qigiang,
de 42 años, quien es dueño de tiendas y restaurantes en el sector de
Patronato, en Santiago. Qigiang, es dueño de UNIHOGAR, un edificio de
cinco pisos ubicado en calle Artesanos 681, en la comuna de Recoleta.
También exhibe su participación en negocios (como representante de Unilays.com) en Argentina, Paraguay, Bolivia, Perú, y Ecuador.
CIPER se acercó a una de las propiedades que figura a nombre de Lai
Qigiang, en Recoleta, pero el ciudadano chino que nos recibió, quien se
presentó como “el responsable de los negocios de Lai”, solo accedió a
decir que este no se encontraba en Chile: “Está atendiendo sus negocios
en Canadá y Estados Unidos y vuelve a fines de año”. Tampoco quiso
darnos su nombre. Y al momento de mostrarle la foto donde aparecen las
“poetas chinas”, para saber si las conocía, pareció olvidarse del
español que habló de manera bastante correcta al inicio y ya no fue
posible sacarle ni una palabra más. Entre señas, lápiz y papel, dijo
que cualquier consulta se la hiciéramos por correo electrónico a
secretaria@unilays.com.
VISAS BAJO SOSPECHA
Según registros de la Subsecretaria del Interior, que CIPER pidió por
Ley de Transparencia, en los últimos cuatro años (2008-2011) han
ingresado a nuestro país 31.002 ciudadanos chinos. Solo en 2011, se
contabilizaron 10.539 entradas por los puestos fronterizos nacionales.
Un diplomático que ocupó durante años un alto cargo en la embajada
chilena en Pekín, y que pidió expresa reserva de su identidad, relató a
CIPER las extrañas condiciones de quienes pedían visa -y también de su
aprobación-, de las que él mismo fue testigo mientras trabajó en el
consulado de Pekín:
-Llegaban a pedir visa personas de origen muy humilde, la mayoría
trabajaba en el campo, con contrato de trabajo desde Chile para cargos
profesionales. Como en China tú consigues cualquier cosa por canales
paralelos, y si tienen que presentar un título universitario, lo
obtienes, a mí me tocó ver personas que claramente no sabían ni siquiera
escribir y mostraban su título. Generalmente, estas personas venían al
consulado acompañadas por gente que funcionaba como “sus
representantes”, que les llenaban los formularios y no los dejaban ni
siquiera hablar. En muchos casos me tocó negarles la visa, ya que las
sospechas eran muy evidentes. Pero le puedo decir que, al menos en dos o
tres ocasiones, me pasó que a los pocos días me llegaba una orden desde
Chile diciendo que debía autorizar esas visas –relató a CIPER este
diplomático.
Dada su experiencia, al ser consultado el mismo diplomático sobre el
objetivo que tendrían estas extrañas autorizaciones de visa en Pekín,
para ingresar a Chile, su respuesta fue: “Desde hace algún tiempo que se
escucha de la existencia de redes internacionales de trata de personas,
que usan a Chile como país de tránsito para otros países, ya sea de
Europa, Estados Unidos y Canadá. Redes que poco a poco se ha ido
instalando en Sudamérica”.
La
fiscal Carolina Suazo, de la Fiscalía Centro Norte de Santiago, quien
se ha especializado en delitos sexuales, dijo a CIPER que no cabe duda
que “Chile esta siendo un país de destino de la trata de personas” (Ver recuadro).
Por ello, celebró la primera condena en Chile a una organización
criminal por este delito -que capturaba mujeres dominicanas para fines
de explotación sexual-, y el precedente jurídico que marca:
-El fallo con la condena para quienes operaban una red que trataba
con ciudadanas dominicanas, marca precedentes desde varios puntos de
vista. Porque es el primero por trata interna en nuestro país, después
de la modificación de la Ley 20.507, que sanciona el traslado de
víctimas dentro de Chile, con aprovechamiento de su situación de
vulnerabilidad, con fines de explotación sexual. Además, porque por
primera vez se sanciona la asociación ilícita para cometer delitos de
trata de personas. Hubo el reconocimiento de una organización criminal
que operaba con la finalidad de cometer delitos con trata de personas.
Eso no se había dado antes y será de muchísima utilidad para casos
futuros.
Fiscal Carolina Suazo, especializada en delitos sexuales, de la Fiscalía Centro-Norte
“CHILE PAÍS DE DESTINO DE TRATA DE PERSONAS”
-¿Cuál es el delito que cometieron las personas condenadas
por haber mantenido en Chile trabajando como prostitutas a ciudadanas de
República Dominicana?
En este caso, hay tres puntos trascendentales que analizar a la hora de determinar si estamos en presencia o no del delito de trata de personas, tal como está señalado en el Protocolo de Palermo, los tratados internacionales que regulan este problema para todos los países. Una actividad ilegal que puede consistir en la captación, traslado -y aquí está la novedad, porque puede ser incluso dentro del país e igual se configura el delito- de personas, como el caso que acaba de condenar el Tribunal Oral en lo Penal de Santiago. Además de la captación y traslado, es una conducta punible o sancionable acoger o recibir víctimas.
En este caso, hay tres puntos trascendentales que analizar a la hora de determinar si estamos en presencia o no del delito de trata de personas, tal como está señalado en el Protocolo de Palermo, los tratados internacionales que regulan este problema para todos los países. Una actividad ilegal que puede consistir en la captación, traslado -y aquí está la novedad, porque puede ser incluso dentro del país e igual se configura el delito- de personas, como el caso que acaba de condenar el Tribunal Oral en lo Penal de Santiago. Además de la captación y traslado, es una conducta punible o sancionable acoger o recibir víctimas.
Lo segundo que hay que analizar, son los medios para realizar dicha
actividad ilegal: coacción, engaño y, en general, aprovechamiento de la
vulnerabilidad de las víctimas. Esto se da prácticamente en todos los
casos. En general -porque hay también hombres-, mujeres en situación de
pobreza que necesitan subsistir o aportar dinero para que su familia
pueda subsistir. Muchas de ellas son analfabetas o tienen escasa
educación, e incluso algunas presentan problemas cognitivos. Y llegamos a
la tercera parte, la finalidad, que luego de la modificación de la Ley
20.507, y después del 8 de abril de 2011, que consiste no solo en
prostitución, sino que explotación sexual en general. Por ejemplo, una
persona que es captada con aprovechamiento de su situación de
vulnerabilidad, para realizar espectáculos pornográficos. Allí igual
existe explotación sexual. Otra finalidad es la explotación laboral. Y
una tercera es la extracción de órganos.
-¿Existen en Chile casos concretos de personas capturadas para que les sean extraídos los órganos y traficar con ellos?
No hemos tenido denuncias de ese tipo en nuestro país, pero sí existen a nivel latinoamericano. Como el de un ciudadano brasileño que fue uno de los primeros casos denunciados de trata de personas con fines de extracción de órganos.
No hemos tenido denuncias de ese tipo en nuestro país, pero sí existen a nivel latinoamericano. Como el de un ciudadano brasileño que fue uno de los primeros casos denunciados de trata de personas con fines de extracción de órganos.
-¿Qué
pasa con los proxenetas, que han traído a personas para trabajar
ejerciendo el comercio sexual, pero con su consentimiento? ¿También se
los considera cometiendo el delito de trata de personas?
Estas personas que favorecen a terceros con estos fines, pueden ser condenados por un ilícito que existe en nuestra legislación, pero que no está sancionado en el artículo 411 de la ley que sanciona la trata de personas. Es el artículo 411 T, inmediatamente anterior, que sanciona al que promueva o facilite el ingreso o salida de personas para el ejercicio de la prostitución. Algunos denominan a esa figura “trata de personas con consentimiento”, otros “promoción o facilitación de prostitución”, porque propiamente no es un delito de trata de personas en los términos definidos por el legislador internacional.
Estas personas que favorecen a terceros con estos fines, pueden ser condenados por un ilícito que existe en nuestra legislación, pero que no está sancionado en el artículo 411 de la ley que sanciona la trata de personas. Es el artículo 411 T, inmediatamente anterior, que sanciona al que promueva o facilite el ingreso o salida de personas para el ejercicio de la prostitución. Algunos denominan a esa figura “trata de personas con consentimiento”, otros “promoción o facilitación de prostitución”, porque propiamente no es un delito de trata de personas en los términos definidos por el legislador internacional.
-¿Cuáles son los puntos más importantes de la modificación de
la ley en Chile, que permiten ahora la condena de organizaciones
criminales que se dedican a la trata de personas?
Antes de la modificación de la ley, la trata de personas interna, en el país, no era una situación que terminara en condena. Y eso es terrible: casos de abusos gravísimos quedaban impune porque nuestra legislación no tenía esta figura reglamentada de acuerdo a los parámetros internacionales que Chile sí había suscrito. Por ello, la modificación ha sido muy relevante, por ejemplo, para efectos de condenar el caso reciente del traslado de una víctima dentro del país. Hablamos del traslado que provoca un desarraigo en la víctima y tiene por última finalidad el ejercicio de la prostitución. En este primer caso de condena de trata interna, estamos en presencia de una víctima que había llegado hace muy poco tiempo a nuestro país, procedente de Republica Dominicana, que no sabía a dónde estaba siendo llevada, que no sabía dónde quedaba San Antonio y menos cómo regresar a Santiago. A esa persona, además, le dijeron que iba a desempeñar labores distintas en San Antonio, y solo cuando estaba en esa localidad y no tenía como regresar, le indicaron que el trabajo era prostituirse.
Antes de la modificación de la ley, la trata de personas interna, en el país, no era una situación que terminara en condena. Y eso es terrible: casos de abusos gravísimos quedaban impune porque nuestra legislación no tenía esta figura reglamentada de acuerdo a los parámetros internacionales que Chile sí había suscrito. Por ello, la modificación ha sido muy relevante, por ejemplo, para efectos de condenar el caso reciente del traslado de una víctima dentro del país. Hablamos del traslado que provoca un desarraigo en la víctima y tiene por última finalidad el ejercicio de la prostitución. En este primer caso de condena de trata interna, estamos en presencia de una víctima que había llegado hace muy poco tiempo a nuestro país, procedente de Republica Dominicana, que no sabía a dónde estaba siendo llevada, que no sabía dónde quedaba San Antonio y menos cómo regresar a Santiago. A esa persona, además, le dijeron que iba a desempeñar labores distintas en San Antonio, y solo cuando estaba en esa localidad y no tenía como regresar, le indicaron que el trabajo era prostituirse.
Otra gran modificación de la ley, es la sanción de trata de personas
con fines de explotación laboral, lo cual no era sancionado en nuestro
país. Personas sometidas a condiciones que afectan los derechos
fundamentales de las víctimas. Situaciones absolutamente denigrantes y
desmejoradas respecto de cualquier trabajador. En algunos países, esta
misma figura de explotación laboral, se ha asimilado a casos en que los
delincuentes destinan a las personas al ejercicio de la mendicidad. Y
han sido condenados por trata con fines de explotación laboral.
-Respecto de la organización que hacía tráfico con mujeres
provenientes de Republica Dominicana, ¿se consiguió condenar a todos los
participantes?
Dentro de la complejidad de la investigación de este tipo de ilícitos, en que opera una organización con varios integrantes, acreditar la participación de cada uno es muy complejo. Y el principal obstáculo es el tiempo que se nos da para llevar a cabo la investigación. En otros países, investigaciones por este tipo de delitos tienen una duración legal de al menos dos años, en cambio, en Chile, ese plazo es mínimo. La complicación mayor es cuando solicitamos cooperación internacional (cuando contactamos a los países de las víctimas), y la respuesta no llega en el tiempo requerido. Si bien aquí en Chile la ley establece un tiempo máximo de investigación de dos años, ese tiempo judicial prácticamente nunca se otorga. ¿Por qué? Porque una vez que se formaliza la investigación, la defensa solicita un plazo determinado, la fiscalía puede pedir ampliación del plazo, como en este caso de las ciudadanas dominicanas en que se dio un plazo inicial de 90 días. Pero no fue suficiente para todas las diligencias pendientes. La fiscalía pidió nueva prolongación, la defensa la rechazó y el tribunal resolvió cerrando la investigación. Esperamos que este problema preciso tenga pronta solución, porque son investigaciones complejas que sin duda requieren más tiempo de investigación que un homicidio, una violación o un robo con intimidación. Es así, seamos país de destino, tránsito o de origen del ilícito.
Dentro de la complejidad de la investigación de este tipo de ilícitos, en que opera una organización con varios integrantes, acreditar la participación de cada uno es muy complejo. Y el principal obstáculo es el tiempo que se nos da para llevar a cabo la investigación. En otros países, investigaciones por este tipo de delitos tienen una duración legal de al menos dos años, en cambio, en Chile, ese plazo es mínimo. La complicación mayor es cuando solicitamos cooperación internacional (cuando contactamos a los países de las víctimas), y la respuesta no llega en el tiempo requerido. Si bien aquí en Chile la ley establece un tiempo máximo de investigación de dos años, ese tiempo judicial prácticamente nunca se otorga. ¿Por qué? Porque una vez que se formaliza la investigación, la defensa solicita un plazo determinado, la fiscalía puede pedir ampliación del plazo, como en este caso de las ciudadanas dominicanas en que se dio un plazo inicial de 90 días. Pero no fue suficiente para todas las diligencias pendientes. La fiscalía pidió nueva prolongación, la defensa la rechazó y el tribunal resolvió cerrando la investigación. Esperamos que este problema preciso tenga pronta solución, porque son investigaciones complejas que sin duda requieren más tiempo de investigación que un homicidio, una violación o un robo con intimidación. Es así, seamos país de destino, tránsito o de origen del ilícito.
-¿Hay evidencia de que ha aumentado en Chile el ilícito de trata de personas?
Con los datos que poseemos de las investigaciones realizadas, y las que se encuentran vigentes, podemos concluir preliminarmente que la gran cantidad de casos nos muestra que Chile esta siendo un país de destino de la trata de personas. Y eso tiene que ver con la realidad económica que vive nuestro país, con que efectivamente la tasa de desempleo es aceptable, por decirlo de alguna forma, y porque a nivel de nuestros países vecinos Chile tiene lo que podemos calificar una buena situación económica.
Con los datos que poseemos de las investigaciones realizadas, y las que se encuentran vigentes, podemos concluir preliminarmente que la gran cantidad de casos nos muestra que Chile esta siendo un país de destino de la trata de personas. Y eso tiene que ver con la realidad económica que vive nuestro país, con que efectivamente la tasa de desempleo es aceptable, por decirlo de alguna forma, y porque a nivel de nuestros países vecinos Chile tiene lo que podemos calificar una buena situación económica.
FUENTE: CIPER CHILE
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