Entrevista a Ricardo Lagos: “Los gobiernos de la Concertación no fueron neoliberales”
Costó más de dos meses para que
el ex presidente Ricardo Lagos Escobar nos diera una entrevista. Un día
nos citó a la Fundación Democracia y Desarrollo, donde se refugia en los
últimos años. Desde una amplia sede blanca en Providencia, en cuya
fachada cuatro columnas rectas sostienen un frontón que está entre la
solemnidad de un mausoleo y de una iglesia mormona, vio pasar su rostro
de cartón en las protestas estudiantiles del año pasado y a los jóvenes
que podrían ser sus nietos, abominando sus políticas educativas.
En una sala de conferencias del primer
piso dio la entrevista. Allí guarda cajas metálicas de recuerdo y
álbumes de fotos gigantescos de visitas oficiales a la India y China,
de cuando era gobernante. En las fotos se ve altivo, con esa arrogancia
de quien pasó a la historia por ser el único que en televisión apuntara
con el dedo al dictador Augusto Pinochet cuando el país vivía con miedo. Fotos de esa época, en que medios como El Mercurio hablaban de Lagos como si fuera un estadista y los empresarios confesaban amarlo en secreto.
Al rato vemos bajar al ex presidente en
persona. El aura de las fotos se esfuma. Se ve entrado en años y algo
cansado. Viste chaqueta oscura y pantalón beige, camisa a rayas y
corbata con lunares blancos. Más que ex presidente, parece un contador.
-En su último libro “Así lo
Vivimos” cuenta su experiencia en el proceso de retorno de la democracia
¿Qué ha cambiado desde entonces?
-Es otro Chile. No hay comparación en
ningún sentido. No existían carreteras y autopistas. El ingreso per
cápita de un Chile con 5 mil dólares, no es lo mismo que uno de 15 mil.
En términos de libertades, no es lo mismo un Chile donde llega un
fotógrafo y saca a miles de chilenos desnudos. Se han corrido las
fronteras de lo que ha sido posible. Y si hoy día tienes a jóvenes
pidiendo muchas más cosas en las calles, es porque son hijos de este
Chile nuevo. Ellos no conocieron ese otro Chile.
-¿Cómo ve el futuro de la Concertación?
-Su defunción se ha señalado muchas
veces. Pasó de una coalición que llamamos a votar que No, a una que dio
gobernabilidad al país durante más de una década.
-Hoy tiene un 15 por ciento de respaldo.
-Creo que el país cambió enormemente.
Hay una forma de apreciación de los segmentos políticos profundamente
depreciados, una sensación real que es de este nuevo Chile, el del
crecimiento económico, de estos nuevos sectores emergentes. Este nuevo
Chile es otro, demandan otras cosas.
-¿El fin de la política de los acuerdos?
-Terminó el ciclo político. Durante 20
años gobernamos sin tener mayoría en el Parlamento. Creo que hay una
sensación de rechazo a todos los espectros políticos, que es peligrosa,
aunque no me cabe duda que la Concertación y la Alianza van a sacar
juntas más de un 80 por ciento en las próximas municipales. ¿Te cabe
alguna duda?
-Habrá que esperar…
-Cuando me preguntan por qué no derogué
el binominal, es porque no me lo aprobaron. La mejor demostración es que
ahora el Senado está discutiendo un viejo proyecto de reforma al
binominal que yo envié.
-El presidente de su partido, Jaime Quintana, y otros senadores del PPD, llaman a dar un giro a la izquierda.
-Más que un giro a mi me gustan las ideas.
-¿Le gustan las ideas de izquierda?
-No, no, no. Me gusta cómo decir esas
ideas de izquierda. Si usted dice: Esto es una lucha para una mejor
distribución del ingreso, eso lo dije mucho antes que comenzaran todas
estas cosas. En el documento Chile 2030 puse que un
desafío imperioso es la distribución del ingreso. Hemos agotado las
mejoras en la distribución del ingreso a través de subsidios directos a
los más necesitados.
-¿Pero no es mejor tener un sistema de garantías mínimas para toda la población?
-Vas muy rápido. Estamos hablando de un
país de 5 mil dólares y para eso se necesitan 15 mil dólares. Ahora
hemos llegado a esa cifra y podemos hacer cosas que antes no podías.
-¿No se podía haber nacionalizando los recursos naturales?
-¡Ah! estas planteando otro desafío, de otras características.
-¿Es partidario hoy de nacionalizar los recursos naturales?
-Lo importante es cómo somos capaces de
avanzar en un mundo donde el Estado determine las normas respecto de los
recursos naturales. En consecuencia, si quieres nacionalizar tienes que
tener un nivel de ingresos superior al que tenemos, así llegas a una
pregunta más difícil y es sobre el nivel de tributación que hay en
Chile. Si dices que vas a nacionalizar, le tienes que pagar a Billiton por las minas que tiene.
-Dejó la presidencia con un 70
por ciento de aprobación y muchos pensaron que era la carta más segura
para suceder a la ex Presidenta Michelle Bachelet. ¿Qué pasó?
-Cuando salí de La Moneda dije que no estaba en mis planes volver a La Moneda.
-Pero eso lo dicen todos.
-Me parecía que 6 años eran más que suficientes.
-¿Usted le hubiese ganado a Sebastián Piñera?
-Aprendí hace mucho tiempo que en la historia los condicionales no valen.
-Para muchos, los gobiernos de
la Concertación fueron la transición en la medida de lo posible. Un
ejemplo que dan es su firma en la Constitución de Pinochet.
-No, no es en la medida de lo posible.
Yo luché intensamente, con todas mis fuerzas. Sacamos todos los enclaves
autoritarios, menos el binominal. Cuando promulgué la Constitución
reformada, dije expresamente que quedaba una tarea pendiente, que es
cambiar el binominal. Esto fue en septiembre de 2005. En diciembre mandé
un proyecto de reforma a la Constitución que la Cámara aprobó, pero no
llegó al quórum necesario.
-¿Hoy es partidario de convocar una Asamblea Constituyente?
-Esas son grandes palabras.
-Grandes objetivos también.
-Los grandes objetivos pueden ser utópicos o realistas.
-Es un sueño de todos. Tú puedes pedir
eso porque ya no tienes enclaves autoritarios. O si no, estarías
pidiendo que el Presidente pueda destituir a los Comandantes en Jefe.
Hoy la función constituyente la ejerce el Parlamento. Si ellos quieren,
redactan una nueva Constitución.
-¿Sería una redactada por expertos?
-Toda la sociedad tiene que discutir. Lo
espera a través de una asamblea representativa, pero tienes que
comprender que hoy el poder constituyente se llama Congreso Nacional.
Pedir al Congreso despojarse de sus poderes constituyentes y dárselos a
una asamblea es difícil…
-¿Entonces cómo hacemos los cambios?
-Viste que es complejo. En la historia de Chile no han existido asambleas constituyentes. El punto uno de la Alianza Democrática que presidí era nueva Constitución y Asamblea Constituyente.
-Eso fue hace más de 30 años.
-Lo único que digo es que trabajemos
para lograr aquello. No es posible tener un Estado subsidiario con las
necesidades del Chile de hoy. Tiene que ser un Chile activo.
-¿Es partidario de rectificar el actual modelo económico inaugurado en dictadura y legitimado por la Concertación, o cambiarlo?
-Cometes un grave error al decir esa frase.
-El modelo exportador de
materias primas donde los grupos económicos llevan la locomotora de la
economía, es la misma lógica desde Pinochet hasta ahora.
-Quienes creen en la economía de mercado
quieren que haya una sociedad a imagen y semejanza del mercado. Que el
mercado defina las características de la sociedad. Yo digo que no es
así, sino que debe ser el ciudadano el que designe el tipo de sociedad
que quiere, no el consumidor. El ciudadano define cuales van a ser los
bienes públicos que van a estar en manos de todos.
-Pero en los últimos años eso no ha ocurrido, todo lo contrario: es un modelo económico neoliberal.
-Yo no te acepto lo que estas diciendo.
En un modelo neoliberal el mercado resuelve todo y la base de un modelo
democrático es el poder del ciudadano sobre el mercado, del poder
político sobre los grupos empresariales. En Chile establecimos el Sernac.
Eso lo hizo la Concertación. También las normas del tribunal de la
libre competencia que sancionó un caso de corrupción de farmacias.
-Son mecanismos para que el
mercado de los oligopolios funcione mejor. Es el proyecto histórico de
hacer instituciones que de alguna forma rectifiquen un mercado libre,
pero que no cambia la propiedad de los bienes públicos. Es más, durante
su gobierno se privatizó el agua.
-Estás equivocado. El agua en Santiago y Valparaíso se hizo en la época del presidente (Eduardo) Frei.
Yo planteé la necesidad de separar la propiedad de las aguas de la
empresa. Por eso cuando fui presidente, las licitaciones se hicieron
estableciendo concesiones para un numero de años, para que una empresa
administre y provea de agua a una región, pero no se entrega la
propiedad del bien. Lo hice para que el que esté en mi cargo en 15 años
más vuelva a resolver sobre el tema. Nunca me pareció que debía
entregarse una empresa del Estado.
-¿Entiende eso hoy quien no puede pagar la cuenta del agua y se la cortan?
-Estas hablando un tema distinto. Yo no he entregado la propiedad de las aguas.
-Es igual al código de aguas
hecho en dictadura que si bien nadie es dueño de los ríos, si inscribes
las aguas a tu nombre puedes hacer lo que quieras con ellas.
-Cuando fui Ministro de Obras Públicas luché denodadamente por terminar con ello.
-¿Lo logró?
-No. Y fue porque no había mayoría en el
Parlamento. En dictadura se privatizaron las aguas con costo cero. Eso
me parece tremendamente negativo y es una de las tareas que hay que
enmendar. Ahora el desafío es saber cómo somos capaces de generar un
espacio y entender que el agua de consumo humano es un derecho. El
modelo hay que cambiarlo. Insisto: Me gustaría saber lo que entiendes
por cambiar el modelo, porque nosotros cambiamos el modelo. Le dimos
primacía al ciudadano y no al consumidor; le dimos primacía a la
política y a la regulación y no al mercado.
-O sea ¿los gobiernos de la Concertación no fueron neoliberales?
-No lo fueron, eso lo he dicho siempre. En mi libro explico por qué no es neoliberal lo que hemos hecho.
-¿Y por qué en el mundo se pone de ejemplo a Chile en la aplicación de medidas neoliberales?
-Porque no has leído bien lo que estamos
haciendo. Lo que ocurre es que aquellos que lo ponen son quienes
quieren hacer creer aquello. Nos queda un largo camino por recorrer.
-Usted llegó con el eslogan de “crecer con equidad” y su gobierno terminó con la riqueza más concentrada.
-La desigualad efectivamente es de las más grandes en América Latina y en el mundo. Hubo una mínima mejora en el Gini,
me parece importante discutir que el 20 por ciento más rico tiene un
ingreso a lo menos 14 veces más que el ingreso más pobre. Esa
desigualdad a través de las políticas focalizadas se reduce de 14 a 7.8.
-¿A través de bonos?
-Hace crecer al más pobre. Ese
porcentaje es muy alto todavía. Es indispensable para mejorar la
distribución de los ingresos hacer la otra parte de la ecuación porque
está reduciendo la desigualdad a través del gasto publico y lo otro es
usando el ingreso publico. En esto es importante la reforma tributaria.
-¿Y por qué usted no lo hizo
antes? La tributación de las grandes empresas en Chile fue de un 17 por
ciento, mucho más bajo que en la mayoría de los países, incluso Estados
Unidos.
-Lo primero que hice fue disminuir la
evasión tributaria cuando asumí. Mandamos proyectos de ley y logramos
disminuir bajar la evasión de 25 a 17. Pero queda un largo camino por
recorrer, no debemos estar orgullosos si nos comparamos con los países
de la OCDE. Nos queda mucho por avanzar. Creo que la
gran tarea hoy es el tema tributario y la legislación laboral. Lo que me
preocupa es que la derecha política no se da cuenta de que si estos dos
temas no se abordan, la caldera social va a crecer hasta explotar. Y
cuando explota no sabemos donde termina.
-Lo que sí hizo la Concertación
fue subir el iva de un 15 a un 19 por ciento a la par que su ministro de
Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, bajó la carga tributaria a los más ricos
¿Eso iba en camino de lo que usted está diciendo?
-Fue necesario porque no había otra
forma de financiar mayor gasto fiscal. Era lo que aprobaba la derecha.
Si bien el 20 por ciento más pobre igual paga en impuestos un 14 por
ciento de sus ingresos, el 50 por ciento de ese IVA que recoges se lo
entregas al 20% más pobre. Así estás mejorando el ingreso del 20 por
ciento más pobre. Espero que en tu argumento sumes lo que se hace con
ese dinero.
-¿No es más fácil que no se pague igual tributación por bienes básicos?
-Sí, pero si no tienes la mayoría y
estás gobernando, tienes que optar entre seguir igual o vamos a aumentar
el IVA y con eso voy a mejorar al 20 por ciento que más lo necesita. La
respuesta es si hay mejora al final del proceso. ¿Entiendes lo que es
gobernar?
-¿Qué piensa de los jóvenes en
las movilizaciones del 2011, tras cuatro gobiernos de la Concertación,
que salían a la calle a gritar “Y va caer la educación de Pinochet”?
-Cada generación tienen su épica.
-¿Pero una demanda tan retro no es responsabilidad de esos gobiernos?
-Eso corresponde al avance del país. Es
parte de la épica. Te lo cuento en otra anécdota: Siempre se habló harto
del dedo con que apunté a Pinochet. Mi nieto vio el video y al final me
dijo “¿y eso fue todo abuelo?”. Para él fue una pelea en televisión, no
más. No tenía idea del contexto que respirábamos en aquellos años. Lo
importante es la épica de cada generación y la épica de esos muchachos
es pensar que la historia comienza con ellos.
-¿Apoya su demanda del fin al lucro en la educación?
-Por supuesto, como no voy a estar de acuerdo con ellos. Pero puedes tener universidades privadas. Las grandes universidades en Estados Unidos son privadas.
-¿Cuando se planeó el Crédito
con Aval del Estado, que justifican diciendo que posibilitó el ingreso
de más de 400 mil jóvenes a la educación superior, no pensaron que con
el interés bancario un chico cuya familia no tenía plata para pagar la
educación terminaría pagando 4 ó 5 veces más lo que pagó su compañero
cuyos papas si pudieron pagarla?
-El tema del CAE tiene que ver
fundamentalmente con el sistema bancario chileno. Por lo tanto, creo que
ahora se está en condiciones de hacer cosas distintas a las hechas
antes.
-Pero usted es economista y con una simple calculadora se constataba el negocio que significaba para la Banca.
-El tema no era un negocio para la Banca. Si el CAE para el negocio bancario es un chiste en ingresos.
-El año 2009 los cálculos dieron
cuenta que para el Estado hubiese sido más barato haber becado
directamente a esos estudiantes que hacerlo a través de los bancos.
Lo que sí me alegro que se pueda hacer
algo impensable antes. ¿Cómo me habrían respondido si hubiese propuesto
una agencia estatal para la administración de los recursos que da el
Estado a los estudiantes?
-¿Es muy descabellado eso?
-Me parece espléndido. Aplaudo que eso
se pueda hacer hoy. Lo que tú no puedes hacer es distinto en un país de 4
mil dólares por habitante que en uno de 16 mil.
-¿Por qué decretó que el Informe de la Tortura se mantuviera en secreto por 50 años?
-Había planteado que debía ser por 30
cuando formamos la comisión. Es la única en el mundo, un orgullo para
Chile. La responsabilidad de los que torturaron a sus compatriotas debe
ser juzgada no por una comisión del Presidente, sino por los Tribunales.
35 mil chilenos declararon y contaron lo que les hicieron. Cuando
estaba por terminar el trabajo de la comisión, una señora pidió verme.
La recibí y me contó que fue violada reiteradamente cuando tenia16 años
de edad y con ratas en la vagina. Me dijo que esperaba llegar a los 80
años y lo único que esperaba era que ninguno de sus nietos se enterara
de lo que le ocurrió a su abuela estando ella viva.
-Pero terminó protegiendo también a los victimarios.
-No señor, no señor, quien quiera ir,
que vaya a Tribunales. Hay pocos momentos más fuertes que me ha tocado
como Presidente. Y uno de estos fue cuando recibí a esa señora.
-¿Por qué aplicó la Ley Antiterrorista contra los mapuche?
-Porque cuando hay actividades de esa
naturaleza y se debe preservar el orden público hay que hacerlo. Si se
están quemando casas, ¿qué quieres que te diga?
-Pero eso no es terrorismo.
-Eso tienen que definirlo los Tribunales.
-Sabe que me refuerza la idea de una transición en la medida de lo posible.
-Entiendo la forma en que preguntas, lo único que digo es que cuando te doy razones entiendas que la forma que tuvimos fue esa.
-¿Cómo espera pasar a la historia de Chile?
-Habrá que esperar lo que diga la historia.
-Hay historiadores que sostienen
que los gobiernos post dictadura serán recordados como los presidentes
de principios del siglo XX, todos olvidados.
-Te puedo decir que no hay otro periodo
de la historia en que Chile haya crecido más. No conozco otro país que
haya mirado hacia atrás para decir que nunca más viviremos las
violaciones a los derechos humanos; un país que luego de tantos años
tiene una Ley de Divorcio y derogamos la pena de muerte; no sé si otro
periodo en la historia de Chile se le dijo no al señor (George) Bush
con la guerra de Irak, el mismo año que firmamos el TLC. El vaso está
más medio lleno y cuando uno pone eso en perspectiva, uno no gobierna
pensando en la historia, sino que en el futuro.
Por Mauricio Becerra
Fotos: Rodrigo Nuñez
El Ciudadano
Publicado en El Ciudadano nº 132, primera quincena septiembre 2012
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