Paula Vial, ex defensora nacional: “Este Gobierno se creía dueño de las soluciones”
La ex defensora nacional Paula Vial está evaluando una participación política más activa. En principio, barajó una candidatura a concejal por un cupo DC, aunque sigue siendo independiente. Sin embargo, desechó esa posibilidad y admite que podría evaluar una postulación al Congreso. También asegura que le entusiasma mucho la idea de ser ministra de Justicia de un próximo Gobierno de la actual oposición.
Jueves 20 de septiembre de 2012| por
Lautaro Muñoz
- foto: UPI (Archivo).
-¿Qué perspectivas tiene? ¿Está evaluando una candidatura a diputada?
-He tenido algunas conversaciones sobre eso y hay algunas posibilidades, pero tiene que ver con cómo se den las elecciones y, en mi caso en particular, tiene más que ver con cómo se den algunos proyectos en que estoy. Por ahora, estoy instalando mi estudio jurídico. Aspirar a algún cargo político es una opción, pero tengo que ordenarme y ver cuáles podrían ser los lugares, porque debe ser también compatible con las otras actividades que estoy haciendo.
-Ante la posibilidad de un eventual triunfo de Michelle Bachelet, ¿baraja la posibilidad de apostar a un cargo en el próximo Gobierno?
-También es una opción, tiene más que ver con intereses y aspiraciones y saber que tengo experiencia y capacidad para aportar. Creo que si bien está bien revuelto el río, hay muchas posibilidades de que sea la Concertación o la oposición la que tenga posibilidades de ganar.
-¿Le gustaría ser ministra de Justicia?
-Sí, me encantaría, me gustaría harto, es un cargo súper bonito al que uno le puede imprimir un sello muy personal y en el que hay mucho por hacer.
-Han sido bien distintas. Creo que Bulnes por una cuestión personal también es un tipo muy capaz, con harta sensibilidad, muy permeable, en el buen sentido, muy flexible, tan flexible que planteó su ministerio con una agenda muy propia de priorizar la reforma del proceso civil. Pero se vio luego sometido a la necesidad de modificar su agenda a lo penitenciario y fue capaz de adaptarse a ello. Tuvo una agenda correcta y tuvo una buena elección, aunque no fue la primera, con Luis Masferrer en Gendarmería.
"Con Ribera no ha sido así desde mi perspectiva. No ha sido un buen ministro y ha tenido opiniones desafortunadas. Ha generado escenarios que son difíciles de manejarlos. Por último, está el tema de la reacción de la Corte Suprema en relación con las declaraciones de la ministra Benítez. El ministro de Justicia debe ser el conductor de las relaciones con el Poder Judicial".
-No es nuevo el tema y es lógico que existan tensiones entre poderes y que existan críticas. Es válido, es la actuación de un poder que tiene una dimensión pública, el punto no es que los fallos nos sean criticables, el punto es por quién, dónde y cuándo pueden ser cuestionables los fallos. El problema es que uno de los ministerios involucrados directamente, como el ministerio del Medio Ambiente, lo critique con los mismos argumentos con que pretendían ganar el recurso que perdieron. Eso genera incerteza acerca de la autoridad que puede tener un fallo. Hay otros actores que están más autorizados para hacer la crítica.
-¿Qué le parece la crítica que se hizo en el Te Deum Evangélico a la Reforma Procesal Penal?
-Me parece inadecuado y me parece de bastante ignorancia, a lo mejor desde lo ideológico. Muchas de las afirmaciones que hace el obispo Hédito Espinoza se las atribuye a un sistema que no es responsable de la situación de la delincuencia. Afortunadamente, tenemos la Reforma, porque es el sistema de justicia que una democracia merece. Esas críticas son peligrosas, porque generan una opinión desinformada, que va haciendo realidad un mito.
-Creo que en su momento era tal la necesidad de reforma que lo que habría sido políticamente incorrecto era ir en contra. Pero hoy afloran otros intereses de corto plazo e individualistas para elecciones y reelecciones. Se evalúa que conviene una posición que no se afirma en la realidad, sino que en lo que la gente quiere oír. Como la gente se preocupa de los temas de seguridad pública, parece conveniente decir que es garantista, como si decir que un sistema sea garantista significara algo inadecuado, y es al contrario, lo que pasa es que la gente es poco empática con la otra posición.
-Pero a la larga todos los sectores políticos tomaron esa posición. Hasta Eduardo Frei Ruiz-Tagle hablaba de la puerta giratoria.
-Sí, pero es un término que es principalmente patrimonio de la derecha. En gran parte, el triunfo de Piñera tuvo que ver con eso, parte importante de su campaña fue el término de la puerta giratoria, barrer con la delincuencia. Ese es un eslogan que vende, pero como se ha visto es cortoplacista cuando no tienes las herramientas adecuadas para llevar adelante algo utópico. Soy súper crítica del Gobierno, porque se creían los dueños de la verdad y de las soluciones y no lo han sido para nada.
FUENTE: LA NACION
-He tenido algunas conversaciones sobre eso y hay algunas posibilidades, pero tiene que ver con cómo se den las elecciones y, en mi caso en particular, tiene más que ver con cómo se den algunos proyectos en que estoy. Por ahora, estoy instalando mi estudio jurídico. Aspirar a algún cargo político es una opción, pero tengo que ordenarme y ver cuáles podrían ser los lugares, porque debe ser también compatible con las otras actividades que estoy haciendo.
-Ante la posibilidad de un eventual triunfo de Michelle Bachelet, ¿baraja la posibilidad de apostar a un cargo en el próximo Gobierno?
-También es una opción, tiene más que ver con intereses y aspiraciones y saber que tengo experiencia y capacidad para aportar. Creo que si bien está bien revuelto el río, hay muchas posibilidades de que sea la Concertación o la oposición la que tenga posibilidades de ganar.
-¿Le gustaría ser ministra de Justicia?
-Sí, me encantaría, me gustaría harto, es un cargo súper bonito al que uno le puede imprimir un sello muy personal y en el que hay mucho por hacer.
LOS MINISTROS DE PIÑERA
-¿Qué le parece las gestiones en Justicia de Felipe Bulnes y Teodoro Ribera?-Han sido bien distintas. Creo que Bulnes por una cuestión personal también es un tipo muy capaz, con harta sensibilidad, muy permeable, en el buen sentido, muy flexible, tan flexible que planteó su ministerio con una agenda muy propia de priorizar la reforma del proceso civil. Pero se vio luego sometido a la necesidad de modificar su agenda a lo penitenciario y fue capaz de adaptarse a ello. Tuvo una agenda correcta y tuvo una buena elección, aunque no fue la primera, con Luis Masferrer en Gendarmería.
"Con Ribera no ha sido así desde mi perspectiva. No ha sido un buen ministro y ha tenido opiniones desafortunadas. Ha generado escenarios que son difíciles de manejarlos. Por último, está el tema de la reacción de la Corte Suprema en relación con las declaraciones de la ministra Benítez. El ministro de Justicia debe ser el conductor de las relaciones con el Poder Judicial".
LAS CRÍTICAS AL PODER JUDICIAL
-¿No se puede criticar a la Corte Suprema? La Concertación también tuvo estos problemas en fallos como el de la píldora del día después.-No es nuevo el tema y es lógico que existan tensiones entre poderes y que existan críticas. Es válido, es la actuación de un poder que tiene una dimensión pública, el punto no es que los fallos nos sean criticables, el punto es por quién, dónde y cuándo pueden ser cuestionables los fallos. El problema es que uno de los ministerios involucrados directamente, como el ministerio del Medio Ambiente, lo critique con los mismos argumentos con que pretendían ganar el recurso que perdieron. Eso genera incerteza acerca de la autoridad que puede tener un fallo. Hay otros actores que están más autorizados para hacer la crítica.
-¿Qué le parece la crítica que se hizo en el Te Deum Evangélico a la Reforma Procesal Penal?
-Me parece inadecuado y me parece de bastante ignorancia, a lo mejor desde lo ideológico. Muchas de las afirmaciones que hace el obispo Hédito Espinoza se las atribuye a un sistema que no es responsable de la situación de la delincuencia. Afortunadamente, tenemos la Reforma, porque es el sistema de justicia que una democracia merece. Esas críticas son peligrosas, porque generan una opinión desinformada, que va haciendo realidad un mito.
LA SEGURIDAD CIUDADANA
-La Reforma Procesal Penal fue aprobada prácticamente por unanimidad. ¿Por qué nadie parece defenderla ante este tipo de críticas?-Creo que en su momento era tal la necesidad de reforma que lo que habría sido políticamente incorrecto era ir en contra. Pero hoy afloran otros intereses de corto plazo e individualistas para elecciones y reelecciones. Se evalúa que conviene una posición que no se afirma en la realidad, sino que en lo que la gente quiere oír. Como la gente se preocupa de los temas de seguridad pública, parece conveniente decir que es garantista, como si decir que un sistema sea garantista significara algo inadecuado, y es al contrario, lo que pasa es que la gente es poco empática con la otra posición.
-Pero a la larga todos los sectores políticos tomaron esa posición. Hasta Eduardo Frei Ruiz-Tagle hablaba de la puerta giratoria.
-Sí, pero es un término que es principalmente patrimonio de la derecha. En gran parte, el triunfo de Piñera tuvo que ver con eso, parte importante de su campaña fue el término de la puerta giratoria, barrer con la delincuencia. Ese es un eslogan que vende, pero como se ha visto es cortoplacista cuando no tienes las herramientas adecuadas para llevar adelante algo utópico. Soy súper crítica del Gobierno, porque se creían los dueños de la verdad y de las soluciones y no lo han sido para nada.
FUENTE: LA NACION
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