lunes, 5 de enero de 2015

Marcos Castro prestó servicios a la familia del presidente de la UDI

Pentasorpresa: Ernesto Silva y sociedades de su familia en el listado de contador vinculado a red de corrupción del SII

Su nombre, así como el de su fallecido padre y el de sociedades vinculadas a su familia, aparecen en los listados que manejaba la red ilegal del martillero Jorge Valdivia y el ex funcionario del Servicio de Impuestos Internos Iván Álvarez, para estafar al fisco y abultar las devoluciones de impuestos.
En una declaración realizada ante la Fiscalía el 27 de octubre, Marcos Castro –contador de Penta–, reconoce ser también contador de la familia del presidente de la UDI, Ernesto Silva Méndez. “Yo les hacía su declaración de impuestos y les llevaba la contabilidad desde 1993”, señala ante el fiscal Carlos Gajardo, haciendo alusión a la familia del timonel gremialista.
No es desconocida la cercanía que durante toda su vida tejió Ernesto Silva Bafalluy, padre del actual timonel gremialista, con uno de los controladores del grupo Penta, Carlos Alberto Délano, lo que lo llevó a estar vinculado a los negocios del holding, como en la isapre Banmédica y la Universidad del Desarrollo (UDD). Ahora, gracias a la documentación obtenida por la Fiscalía, se sabe asimismo que, además de negocios, compartían contadores.
La incautación de correos electrónicos por parte de la Brigada del Cibercrimen llevó la sorpresa a las oficinas de la Fiscalía Oriente, luego que entre los listados enviados por Iván Álvarez a Jorge Valdivia –articulador de la red ilegal al interior del SII–, apareciera el actual presidente de la UDI, Ernesto Silva, y la sociedad Inversiones y Asesorías Nyrvana, con la que por años su familia participó en la UDD.

MODUS OPERANDI

Básicamente, lo que hacía la red formada por el ex funcionario del SII, Iván Álvarez, y el fallecido martillero –con pasado en la CNI– Jorge Valdivia, era obtener para sus clientes devoluciones ilegales de impuestos. Gracias a esta situación, Hugo Bravo, ex gerente general de Penta, se embolsó $260 millones, por lo que hoy está denunciado por delito tributario.
Iván Álvarez era fiscalizador del departamento de declaraciones de renta, y hace cinco años se dio cuenta de que podía robarle al fisco alterando ciertas declaraciones a través del Formulario 22. Lo que hacía era abultar costos por bienes y servicios del año anterior, para así permitir una mayor devolución de impuestos al año siguiente.
Las cónyuges de los controladores de Penta están en la mira de la Fiscalía y del SII por presentar boletas falsas en sus declaraciones de renta con cargo a sociedades del holding, lo que servía para hacer crecer los gastos de esas personas jurídicas. Esa red, y ese modus operandi, fue el que le permitió al fiscal Carlos Gajardo llegar a la hebra de las platas políticas, ya que era una práctica habitual del grupo alterar documentos oficiales para obtener beneficios económicos.
La investigación de la Fiscalía da cuenta de los contactos que mantenía uno de los contadores estrellas de Penta, Marcos Castro –quien trabaja hace 30 años en el holding–, con quienes orquestaban la red ilegal al interior del SII, Iván Álvarez y Jorge Valdivia.
Según los mails revisados por El Mostrador, año a año Álvarez enviaba una plantilla Excel a Valdivia con un listado de Rut de personas jurídicas y naturales, donde la mayoría eran ejecutivos de Penta o, en su defecto, empresas relacionadas al grupo.
 La incautación de correos electrónicos por parte de la Brigada del Cibercrimen llevó la sorpresa a las oficinas de la Fiscalía Oriente, luego  que entre los listados enviados por Iván Álvarez a Jorge Valdivia –articulador de la red ilegal al interior del SII–, apareciera el actual presidente de la UDI, Ernesto Silva, y la sociedad Inversiones y Asesorías Nyrvana, con la que por años su familia participó en la UDD.
En un correo electrónico fechado el 27 de julio del 2009, Álvarez le envía a Valdivia el primer listado del que hay registro, donde se incluye a Carlos Eugenio Lavín, Carlos Alberto Délano y Hugo Bravo, además de sociedades propiedad de Penta y otras del ex gerente general del grupo, como: Inversiones, Administración y Asesorías Challico S.A., Administración e Inversiones Santa Sarella Ltda., Administración Vitacura Ltda., Inmobiliaria Choshuenco Ltda., Inversiones Krakatoa Ltda., Inmobiliaria Malu S.A., Inversiones Delmen Ltda., Inversiones Penta III Ltda., Banpenta, Agrícola Pimpihue S.A., Viña Pimpinela Ltda., entre otras. En el último lugar aparece Inversiones y Asesorías Nyrvana, propiedad de la familia del presidente de la UDI, la que está dentro de un subgrupo de sociedades bajo el rótulo “a rectificar”.
El nombre del actual timonel gremialista aparece en otro correo del 4 de mayo del 2010, como parte de la lista que cada tanto Álvarez enviaba a Valdivia. Ahí, Ernesto Silva Méndez figura junto al código “F22”, que es el formulario que año a año se debe llenar para realizar la declaración de renta. En la misma situación aparecen Délano y Lavín, además de las cónyuges de ambos, Verónica Méndez y María de la Luz Chadwick, y también el padre del timonel UDI, Ernesto Silva Bafalluy –fallecido el 2011–, y otros familiares del grupo, como el primo de Carlos Eugenio Lavín, Max Lavín.
Otro listado, del 27 de octubre del 2010, vuelve a incluir a Ernesto Silva, además de su padre y sociedades Penta.
El abultamiento de las devoluciones de impuestos realizadas año a año por el SII, era posible gracias a los contactos que Álvarez y Valdivia tenían al interior del Servicio, y que les permitían modificar virtualmente las declaraciones y, así, no dejar huella de sus actos.
En otro mail, del 23 de diciembre del 2009, el contador de Penta y de los Silva, Marcos Castro, le comenta a Iván Álvarez que existen algunas sociedades que no tendrían resueltos sus problemas, a lo que el ex funcionario del SII responde que “en relación a lo solicitado, ambas empresas (Agrícola Santa Elena y Agrícola Delmen) están con impugnaciones, no se pudieron rectificar por internet por un tipo de obs. Que para ambas no se puede. Por eso le había solicitado la renta líquida, el fut y los balances desde el inicio para armar la carpeta, verificar y solucionar las impugnaciones cac, en mi oficina. El tema es q pertenecen a un segmento q yo no veo, pero ya esta conversado y las vere. Estas dos primera y luego las faltantes” (sic).
Un correo electrónico del 27 de diciembre del mismo año sirve para graficar las modificaciones que la red interna del SII hacía para Penta. En esa ocasión, Álvarez le comenta a Valdivia lo que hicieron con la declaración anual de renta de Carlos Alberto Délano: “En relación a las observaciones q presentaba la declaración de renta AT 2010 de Carlos Alberto Delano, se indica lo sgte.: 1.- En relación a la venta de acciones. Se analizo la determinación del régimen tributario de cada venta de acciones en relación a su costo, lo que se tradujo en una modificación del recuadro de acciones en el anverso del f22, liberando dicha observación. 2.- En relación a los gastos rechazados informados, se analizo dicha observación cn respecto a las declaraciones juradas 1813 de Inversiones Verito y Adm. Vitacura y la declaración jurada 1893 de Inv. Verito, validando dicha información y a su vez liberando dicha información” (sic).
Los correos que dan cuenta de la fluida comunicación entre Marcos Castro, Álvarez y Valdivia son numerosos. Iban y venían las recomendaciones y solicitudes. En otro correo, del 12 de abril de 2010, Castro le escribe al ex funcionario de SII, diciéndole: “Estimado: Adjunto las rectificatorias de Inmobiliaria Choshuenco y de Inversiones Krakatoa, anotando esta vez, los créditos recibidos por los retiros desde Inversiones Pentagrama y de Inversiones Pentagono. Quedo a la espera de tus comentarios”.
El 28 de abril del mismo año, Castro le solicita a Álvarez revisar la situación de un terreno de la sociedad Los Estancieros S.A.: “Estimado, según nosotros, hay una diferencia de valor en la venta de un bien raíz en leasing, que no(s) está haciendo pagar un fuerte impuesto. ¿Está de acuerdo? O bien se puede bajar algo. Gracias” (sic), le comenta.
El mail que muestra de mejor forma el tipo de operaciones que hacía la red ilegal al interior del SII es uno que envía el 22 de diciembre del 2009 un remitente no identificado –Vadinho Grasaes, vadinhooooo@gmail.com–, a Jorge Valdivia, donde le señala: “Compadre, mira… el listado de empresas del total de las solucionadas enviadas por marcos pertenecem a grandes contribuyentes y por internet me han sido imposibles salvar las observaciones. Ahora bien, vere en este minuto agrícola sta elena de chimbarongo 79.522.120-4 y agrícola delmen 77.338.720-6. Para esto necesito los balances, fut, y rentas líquidas desde el inicio de ambas empresas (fotocopias). Me las pueden enviar via scaner o personal, pero lo q si, tienen q ser en hojas legales o timbradas. Con esto yo tengo que hacer informes , pero armando bien el tema no va a haber problemas. Con respecto a inv. Pentagrama 78.046.200-0, le había señalado a marcos lo de insistir a la fisca con respecto a la liberación de la ddjj, ya q esto trae como consecuencia q no se puedan rectificar otras dos empresas, sin eso, sin esa liberación estamos fritos… Quedo atento a tus comentarios. Saludos” (sic).
Todos los correos electrónicos fueron extraídos del e-mail personal que utilizaba el fallecido Jorge Valdivia, luego que su hijo prestara declaración ante el fiscal Gajardo y se ofreciera para entregar la contraseña de la casilla de correo de su padre.

EN UN LUGAR INCÓMODO

En el SII puntualizan que, en el caso de las personas naturales, estas podrían haber visto alteradas sus declaraciones con dos objetivos: arreglar boletas ideológicamente falsas para abultar los gastos de sociedades jurídicas –como en el caso de las cónyuges de Délano y Lavín– o, bien, para acceder a las devoluciones de impuestos que contemplaba el FUT, ya que una persona común y corriente puede constituirse como empresa, utilizando su mismo Rut de nacimiento y, así, pagar el impuesto de primera categoría, lo que en definitiva las haría funcionar para estos objetivos igual que una sociedad con fines comerciales.
Desde la UDI aclaran que Ernesto Silva no está constituido como empresa –según la información que manejan– y tampoco ha emitido boletas a empresas Penta; sin embargo, señalan que en su minuto era Marcos Castro, bajo órdenes de su padre, el que manejaba su contabilidad, por lo que tampoco cuentan con detalles de aquellas operaciones.
No han sido meses fáciles para el timonel UDI. El caso Penta estalló justo cuando asumió la presidencia del gremialismo con el objetivo de renovarlo; no obstante, su cercanía familiar con Carlos Alberto Délano –íntimo de su padre y casado con la hermana de su madre María Cristina Méndez– lo puso en una posición complicada, ya que ha reconocido públicamente que es muy cercano al “Choclo”.
En medio del chaparrón que cae sobre el partido más grande de la derecha por el escándalo de los aportes irregulares de Penta a sus campañas políticas, Silva ha debido enfrentar críticas internas, las que apuntan a una supuesta falta de experiencia para encarar el caso, y otras que acusan que los miembros de la nueva generación de dirigentes son demasiado cercanos a las empresas.
En medio de los cuestionamientos públicos a su partido y a su liderazgo, la filtración del audio que grabó a escondidas Hugo Bravo, durante su conversación con Carlos Eugenio Lavín, fue un nuevo balde de agua fría. “Algo le pasó el ‘Choclo’ (Délano) a Ernesto Silva, en efectivo”, le dice en ese audio Bravo a Lavín, lo que dio paso para que su nombre figurara entre los sospechosos de recibir aportes irregulares de Penta para su campaña.
En declaraciones a El Mercurio este domingo, Silva salió al paso de la ola de nuevos antecedentes que confirmaron el uso de boletas ideológicamente falsas cargadas a Penta–que se emitieron sin que se prestaran servicios a fin de justificarlas–, para financiar campañas gremialistas. Algo que en un comienzo denunció Hugo Bravo en sus declaraciones a la Fiscalía pero que, ahora se sabe, fue respaldado por las secretarias y contadores del holding.
“Puede haber habido errores en la manera en que se hicieron aportes y financiamiento a las campañas, no ilícitos (…) en nuestro país tiene que existir la presunción de inocencia. Y una cosa es que pueda haber habido errores en el procedimiento, que eso está por desarrollarse, y otra es que alguien pretenda imputar de un hecho ilícito a algunas personas, y eso no corresponde”, aseguró Silva. Agregando que tampoco corresponde que se apunte con el dedo a un grupo político cuando, según él, se podría tratar de prácticas generalizadas entre los partidos chilenos.

FUENTE: EL MOSTRADOR

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