jueves, 29 de enero de 2015

La UDI: la nueva piedra en el zapato para la derecha que saca callos a la oposición

29/01/2015 |
Por Equipo Cambio21
El partido que alguna vez fue la voz dominante del sector, hoy se convierte en una molestia. Luego del escándalo con las empresas Penta, el gremialismo intenta resurgir con un nuevo conglomerado, sin embargo, sus compañeros de ruta no contarían con la disposición de “mancharse” con el desprestigio que ese partido se ha ganado.
La Unión Demócrata Independiente se convirtió en la baja indiscutible del escándalo Penta y que ha sido más que salpicada por el tsunami de denuncias en contra del partido gremialista. Luego de que se conocieran los aportes que el holding de Carlos Alberto ("Choclo") Délano entregó a su grupo de preferencia, la casa dirigida por el Ernesto Silva, perdió gran parte de su legitimidad, y algunos parlamentarios de la Nueva Mayoría e independientes buscan que esos colegas de la Cámara se inhabiliten de las votaciones en las que pueden tener conflictos de intereses.

La UDI no ha tenido meses fáciles y viven en medio de la tempestad. Es en fragor del mayor escándalo político de los últimos 20 años en que la derecha busca reformularse para recuperar el poder o influencia de antaño y dejar el caso judicial en segundo plano. Para esto, busca aliarse con Renovación Nacional, Evópoli y el Partido Regionalista Independiente (PRI).

La idea busca renovar y fortalecer los lazos entre los partidos de la oposición, frente a un escenario político en que son minoría en el Congreso y en que las encuestas los apuntan con la menor aprobación de los últimos años. Sin embargo, de crear una nueva coalición, los nuevos actores (Evópoli y PRI) corren el riesgo de quedar igual de manchados con el escándalo Penta-UDI, es decir, al asociarse, pueden cargar con el estigma del caso. Es así como el gremialismo, el sector fuerte de la derecha, se ha convertido en una especie de paria o carga para el sector.

Una piedra en el zapato

La postura adoptada por Renovación Nacional es la de mantenerse al margen del escándalo y no muestra entusiasmo por la nueva unión. Los otros dos partidos, en cambio, necesitan de una Alianza para obtener influencia. A todas luces pareciera ser que para las minorías es más lo que se pierde a lo que se gana, esto pensando en que al ser conglomerados más pequeños, el daño de imagen puede ser muy nocivo, pero entonces ¿por qué el nuevo referente?

Para el analista político y PhD en Sociología (Francia) Manuel Antonio Garretón, es inevitable.

"Una coalición de derecha que pretenda ser una que abarca el conjunto, no puede prescindir de la UDI, independiente que esté desprestigiado, que tenga que cambiar directiva, todos los temas que ya sabemos. Que sea el partido de la dictadura, que no se ha democratizado, independiente de eso, la derecha no puede prescindir por razones de tipo electoral, salvo que intentara transformarse en un núcleo de centro derecha, lo que requeriría una alianza hacia el otro lado, al centro, lo que supondría pensar en la Democracia Cristiana, lo que es una irrealidad", explicó en entrevista conCambio21.

Garretón agrega que "no veo que le quede otra cosa a la derecha si quiere reconstituirse, que incluir a un sector desprestigiado, marcado por la corrupción  y su carácter autoritario que le ha dado el sello a la derecha. El drama consiste en que si prescinde de la UDI, no va a poder constituirse como un bloque de derecha significativo, pasaría a ser una minoría, y si no lo hace, queda marcado por el sello no democrático de corrupción que implica la UDI hoy. La situación es extremadamente complicada".

Los secretarios generales de la UDI, Javier Macaya; de RN, Mario Desbordes; de Evópoli, Jorge Saint-Jean; y del PRI, Eduardo Salas

La UDI: la única que gana

En el hipotético caso que la UDI, finalmente, se una a una nueva coalición, sería el sector que sale ganando. Por un lado, suma aliados e influencia. Al contrario, sus nuevos compañeros, ganarían el derecho de compartir la "mochila" Penta que les pese en la espalda. Para el analista político, Patricio Gajardo, es por esa misma razón por la que no existe una voluntad política del resto de los partidos para ser "compañeros" del gremialismo.

"Primero se necesita una voluntad política para una nueva coalición y es o no lo veo posible hoy. Una cosa es intentar en la oposición alcanzar un mayor nivel de protagonismo y otra cosa es la capacidad para establecer ese nuevo referente. No están dadas las condiciones para eso, menos si no se produce un remezón en la UDI, me refiero a un cambio en la mesa directiva. Es muy poco viable pensar en un nuevo referente con el involucramiento de altos dirigentes de la mesa en el caso Penta", explicó.

Gajardo también apunta que para que sea posible el nuevo referente, primero es necesario el cambio de la directiva gremialista, una que no esté manchada por el caso y eso no significaría, necesariamente, el regreso de los "coroneles" a la cabeza del partido.

"No vemos solo a una UDI debilitada, sino una que vive un proceso de desfragmentación fuerte y de inmovilismo justamente por la incapacidad de los dirigentes de asumir un rol más allá de estar defendiéndose en el caso Penta", dijo Gajardo.

El profesional también criticó que en la derecha, desde la caída del partido de Silva, no ha existido una voz de mando o de dirección que antes tuvo ese partido. "En RN tampoco hay claridad o ímpetu de asumir un rol de liderazgo en el sector. Parece que estaban acostumbrados a que ese rol lo tomara la UDI y hoy no se nota que tengan intención de ser protagonistas en nada".


FUENTE: CAMBIO 21

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