Lo que ha dejado el caso Penta-UDI no son solo escándalos. Han contribuído con un diccionario de eufemismos
Por María Cristina Prudant
Porque no sólo de memes (ver páginas centrales) vive la web. Twitter, por ejemplo, tiene su diccionario UDI como hashtag para romper la barrera de los eufemismos. Un ejemplo dedicado a Ena von Baer: Error involuntario: "Necesito 100 millones de pesos de Penta para financiar mi campaña en Santiago y Valdivia".
En Internet el pequeño diccionario UDI-español aclara conceptos para entender de qué se habla. Por ejemplo, lo que en jerga UDI se conoce como "irregularidad", traducido al castellano es "delito"; "errores" son "fraudes al fisco"; "quiero pedir sinceras disculpas" es "me pillaron"; "teoría del empate" es "ustedes hacen lo mismo y se hacen los lesos"; raspado de la olla" equivale a "$7.000.000", mientras que "cupón de combustible" es el sinónimo de "$10.000.000".
Los cibernautas, obvio, le han ido agregando ideas: "boletas ideológicamente falsas" son "facturas truchas", mientras que "persona noble" sería lo más cercano a "delincuente".
A ello se aprovecha de enrostrar conceptos ya históricos. Como que para la UDI hubo un "pronunciamiento", no un "golpe"; "un gobierno militar", no una "dictadura", o que hubo "excesos" en lugar de "violaciones a los derechos humanos".
La niña símbolo
Ena von Baer nunca ha dejado de sorprendernos con sus frases. Recordemos que es la autora de las célebres "es culpa del gobierno anterior" y "una sólo presta el cuerpo", que lanzó en medio de la discusión sobre la despenalización del aborto. "Una descripción inconcebible", dijo la senadora Isabel Allende tomándose la cabeza a dos manos.
, el Caso Penta-UDI la tiene nuevamente en la mira de los graciosos de siempre, por su repentina amnesia sobre los dineros que le pidió vía correo electrónico a Carlos Alberto "Choclo" Délano para sus gastos de campaña.
Cuando CNN Chile la trajo abruptamente a la realidad y le recordó sus contradicciones, no le quedó otra que asumir: "es bastante normal que dentro del marco de una campaña se pidan apoyos". "Puede haber sido que en ese marco haya enviado ese correo", correo que está disponible con todas sus letras de molde en la investigación que lleva a cabo la fiscalía.
Y entonces, la frase para el bronce: "Fue un error involuntario". Plop!
El abogado constitucionalista Jorge Ovalle casi muere, porque no puede creer "tanta falsedad" e "ignorancia" que demuestra la senadora. Porque, ha de saber usted, que no existe el error involuntario y cuando ocurre se llama simplemente "dolo".
La senadora ha sido permanentemente requerida por la prensa, pero se ha negado a responder argumentando que ya hizo su declaración: "yo me debo a mis electores y a las ideas por las cuales me eligieron, así que permítanme, por favor, hacer mi trabajo con tranquilidad".
Hasta ahí, todo bien. Hasta la popularización de un nuevo concepto en el seno de la Comisión de Educación del Senado: "Esto quiere decir que el plazo de las indicaciones -disculpen la forma de expresarme- vale callampa".
El raspado de la olla de Moreira
A otro que no bajan del columpio en las redes sociales y en los memes es al senador Iván Moreira. No es para menos si el ex de "La Regalona" (Carmen Ibáñez) pasó el platillo durante toda su campaña. Bueno, también es cierto que lo han tratado mal y, como dijo él, lo "mandaron a morir", como dice Américo cuando canta, a la región de Los Lagos. Por eso, sus correos enviados a Bravo tienen su tan especial sello.
En septiembre, tras haber enviado varios, masificó una nueva idea: "Para los 1.000 metros finales, queda algún cupón de combustible? Avísame. Un abrazo y mi gratitud para toda la vida".
Como al parecer la bencina no le alcanzó, en octubre recurrió a toda su "chispeza": "Tú crees que se pueda un raspado de la olla para los últimos 100 m de campaña?".
Bueno, al parecer le resultó, aunque ni imaginaba lo que se le venía después. Entonces, en un arranque de transparencia -una de las palabras más usadas por los políticos-, decidió confesar sus pecados en una declaración en la que reconoció haber incurrido en un "mecanismo irregular" (¿otro eufemismo?) para financiar su campaña. También apeló a aquello de que "cuando uno se equivoca no cabe la teoría del empate". Se deduce de esta declaración que no fue Manfredo Mayol, a cargo de las comunicaciones de la UDI desde hace más de 40 años, el que lo ayudó a redactarla.
Con voz temblorosa recurrió a un carácter de apartado social: "no pertenezco a ninguna casta de poderosos, jamás he sido protegido de nadie, no tengo padrinos políticos y todo lo que he logrado en la vida me ha costado mucho". Más tongo, digo tango.
El intrépido Ernesto Silva
Ante este comprometedor escenario, el presidente de la UDI, Ernesto Silva, salió al paso y afirmó que no existiría "acción ilícita" en la petición de estos aportes.
"Puede haber habido errores en la manera en que se hicieron aportes y financiamiento a las campañas, no ilícitos", expresó, y añadió que lo que pasa es que existen vacíos en la ley.
Y aquí comienza a aparecer la teoría del empate. Silva, el hombre de los eternos jeans y el blazer claro, acusó de hipócritas a quienes los quieran apuntar con el dedo, porque son "prácticas generalizadas".
Más todavía: "las personas que han sido mencionadas van a poder ejercer su defensa y dar cuenta de la buena fe de sus actos en las instancias correspondientes". ¿Aló?
Lo que dijo Moreira de que no es bueno jugar al empate, a la directiva de la UDI le importa poco. Por eso ya contrataron una agencia de investigadores para que busquen en Estados Unidos, en la China y en la basura alguna "yayita" que le puedan achacar a Bachelet, su objeto de deseo, para destruirla.
También se atribuye a Silva una frase imperdible para enmarcar en el cúmulo de declaraciones del caso Penta-UDI: "si lo que ha pasado es malo, lo que viene es peor".
Lo cierto es que el presidente de la Unión Demócrata Independiente, sin querer queriendo, como dijo uno que ya se fue, estaba calladito hasta que alguien se dio cuenta de que está relacionado familiar y comercialmente con el Choclo Délano, el principal empresario querellado por fraude fiscal. Qué se le va a hacer, el mundo es un pañuelo.
La filtración de un audio también salpicó a Silva al revelar que Délano habría aportado dineros irregulares y en efectivo a su campaña parlamentaria. La conversación privada entre Hugo Bravo y Carlos Eugenio Lavín nuevamente lo pondría en el ojo de las críticas. "Algo le pasó el ‘Choclo' a Ernesto Silva, en efectivo", se escucha en el audio donde el primero enumera los dineros repartidos a candidatos del gremialismo por parte de Penta.
El hombre del maletín
Desde que estalló el escándalo de Penta Jovino Novoa se fue dibujando cada vez más como el hombre del maletín. No literalmente, obvio, porque ahora bastan las transferencias y otros instrumentos, por lo que también ha sido descrito como el hombre de la chequera. Y el de las "boletas ideológicamente falsas".
Pertenece al grupo de los "coroneles", los que fundaron la UDI, y es quien mueve -o movía- todos los hilos en la tienda política. Fue senador hasta que se aburrió, pero sigue teniendo poder al interior del partido, porque era él quien conseguía recursos para los candidatos.
También ha salido su nombre a la luz pública y ha dicho que quiere "desvirtuar" las versiones que lo sindican como "recaudador" de dineros ilegales. Igual que todos los demás.
A Novoa se le atribuye la recolección irregular de al menos $25 millones, parte de los cuales fueron para la campaña de la senadora Ena von Baer a través de facturas de Inversiones y Mandatos S.A. y boletas de honorarios de terceros al holding.
Por supuesto, ha negado todo diciendo que lo quieren vincular a hechos que no son efectivos. Claro que ya salió pillado, porque su secretaria, Bernardita Chamorro, declaró ante la PDI que era una práctica habitual que el ex senador le "dictara" boletas dirigidas al grupo Penta.
"Paulatinamente el señor Novoa me solicitaba emitir boletas, dando instrucciones verbalmente, informando los datos, la emisión como monto, fecha y glosa". La asistente contó que "el señor Novoa mantenía comunicación fluida con Carlos Alberto Délano", a quien se refería como "la persona de Penta" y con quien "tenía reuniones a menudo".
Es chí donde ahí surge el concepto de las "boletas ideológicamente falsas", que están tan de moda. A cada rato se escucha la oración en boca de los protagonistas del caso Penta-UDI, pero lo cierto que no existen, simplemente son falsas. Lo que se pretende es darles una connotación política.
Para la emisión de las "boletas ideológicamente falsas" se utilizaban tres talonarios: uno de la sociedad Inversiones y Mandatos (constituida en 1987 por Jovino Novoa y Carlos Olivos, los mismos fundadores del estudio de abogados), otro de Teresa Riera (ejecutiva de Turismo Cocha) y otro de Carlos Lira, abogado independiente del estudio.
El escándalo, al parecer, no tiene para cuando terminar. Cada día surgen nuevas aristas, nuevos involucrados. Nuevos asombros de que todo lo que se ha estado revelando pasara frente a nuestras narices. Pero sí hay algo que agradecer a Penta: la forma como están ampliando nuestro vocabulario y cómo han sacado a relucir el ingenio, la creatividad y el humor de los chilenos.
FUENTE: CAMBIO 21
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