jueves, 29 de enero de 2015

El cara y sello del intento de traer de vuelta el voto obligatorio: políticos entusiasmados y analistas molestos

28/01/2015 |
Por Equipo Cambio21
Según la ministra Secretaria General de la Presidencia, Ximena Rincón, el "contexto político" que se genera con la nueva fórmula proporcional propicia un "cambio en las reglas del juego" y posibilita el mejoramiento de la calidad de la política. No creen lo mismo los expertos de la Universidad Diego Portales y de la fundación Chile21.
En medio de la euforia que generó laaprobación de los proyectos de ley que constituye la agenda de temas del Gobierno de Michelle Bachelet, La Moneda, a través de la ministra Secretaria General de la Presidencia, Ximena Rincón, anunció el inicio del debate respecto a traer de vuelta el voto obligatorio, modalidad que fue modificada en la anterior administración de Sebastián Piñera por el voto voluntario por mayoría en el Congreso.

Según la secretaria de Estado, el "contexto político" que se genera con la nueva fórmula proporcional que entrará en vigencia en la elección de 2017 propicia un "cambio en las reglas del juego" y posibilita el mejoramiento de la calidad de la política.

Inicialmente, la idea cuenta con el respaldo de las directivas de dos partidos de la Nueva Mayoría (DC y PPD) y de RN por el lado de la Alianza, a la vez que la UDI dice que no es el momento para tratarlo y Amplitud apoya la mantención del sufragio optativo.

Partidos no hicieron caso

"Muy molesto" con la iniciativa, el experto electoral de la Universidad Diego Portales, Mauricio Morales, comentó a Cambio21 que "los cambios constitucionales no están para la chacota. Acabamos de aprobar una reforma al régimen electoral que fue en una muy mala dirección".

"En el Observatorio Político-Electoral de la UDP -el año 2011 en un texto que publiqué- anticipé dos cosas: primero, que iba a caer la participación y, segundo, que esa participación iba a estar determinada por el nivel socioeconómico de las personas, lo que efectivamente sucedió en las elecciones de 2012 y 2013. Por lo tanto, la elite no puede alegar sobre que no contaba con la información suficiente como para tomar una decisión adecuada", agregó.

El analista dice que "se les insistió en que la inscripción debía ser automática y el voto obligatorio. Ellos, por un acuerdo que suscribieron con la Presidenta Bachelet, optaron por el voto voluntario. Y eso ya está oleado y sacramentado y hay muy poco espacio para retornar al voto obligatorio".

"Adicionalmente, me da la impresión de que retornar a lo de antes podría ser una medida poco adecuada porque la participación electoral en Chile se corrige de cualquier forma menos revirtiendo una decisión política de gran envergadura como lo fue el diseño del voto voluntario. Además, para corregir la participación es necesario que el Gobierno impulse un plan nacional de educación cívica, incluyendo no solamente a las personas que están en 3º y 4º medio, sino que también a niños mediante didácticas democráticas de aprendizaje", propuso.

Como amenaza, Morales expresó que volver a la obligatoriedad del voto, "generará que las personas que irán enojadas a votar pueden tomar una determinación que vaya en contra de los partidos tradicionales, estimulando la emergencia de candidaturas externas a un sistema de partidos en forma".

Mejorar los incentivos

Comparte la visión crítica la directora de Calidad de la Política de la fundación Chile 21, Gloria de la Fuente. En su opinión, "no es momento de discutir el voto obligatorio, porque apenas llevamos dos elecciones con el sistema voluntario, no hemos explorado mecanismos de incentivo para mejorar la participación y obligar a los ciudadanos a votar esconde el problema respecto a la crisis de representación que se viene arrastrando en los últimos años".

"Y más de fondo aún, estamos haciendo en Chile una serie de otras reformas políticas que también podrían cambiar la práctica de las personas y su desempeño a la hora de votar. Se acaba de modificar el sistema electoral, está el voto de los chilenos en el exterior y se anuncia un conjunto de cambios en el financiamiento de la política y al funcionamiento del Servel. Por eso hay que esperar con prudencia que estas reglas del juego entren en régimen y empiecen a funcionar para tener tiempo de corregirlas", indicó a este medio.

Para la analista, "la discusión debiera ir en otra línea: mejorar los incentivos, como transporte gratuito el día de elección, georeferenciar mejor los lugares de votación respecto de dónde viven las personas y  pensar hasta en un feriado. La señal para la ciudadanía es muy mala. El mundo político está en problemas y no se les ocurre nada mejor que obligar a la gente a votar y legitimar un sistema que esconde el problema en vez de enfrentarlo de mejor manera".


FUENTE: CAMBIO 21

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