Dramática escena en Copiapó en medio del debate por la Reforma Educacional
Profesora pide dinero en la calle para sobrevivir después de 35 años de trabajo
Pese a que Alicia Morales cuenta con una jubilación, ésta no le alcanza para subsistir. La ex docente asegura haber buscado ayuda en los municipios sin tener respuesta satisfactoria. Al igual que varios de sus ex colegas jubilados, dice que sueña con recibir los recursos de la deuda histórica del gobierno tras tantos años de docencia.
Alicia Morales tiene 71 años y dedicó 35 de ellos a impartir clases en las escuelas atacameñas. Nació en Vallenar pero hoy es reconocida por los vecinos del centro de Copiapó, ya que pasa gran parte de su tiempo pidiendo plata para sobrevivir, sentada sobre un piso afuera del principal centro comercial de la capital regional.
La historia de esta mujer podría parecer como una más de las personas que hoy están en situación de calle y que piden a la salida de cualquier tienda, pero el trasfondo de ésta fue revelado en un artículo publicado por El Diario de Atacama, el que da cuenta de parte de su vida y en el que se descubren los problemas que atraviesa: la baja jubilación con la que debe vivir a pesar de haber trabajado tantos años como profesora –incluso después de haber ocupado el cargo de subdirectora de una escuela–, y los problemas de salud que la aquejan.
“Recuerdo que la Navidad del 2004 yo no tenía dinero ni siquiera para comprar un pan, ese día que lloré y me desesperé. Salí a la calle y comencé a caminar mientras continuaba llorando, llegué hasta el supermercado de Avenida Henríquez y una familia que pasaba por ahí me preguntó por qué lloraba; yo les conté que no tenía dinero y el caballero me dijo que lo esperara un minuto. El hombre volvió con algo en sus manos, me pidió que cerrara los ojos y que extendiera las mías, en ese instante me dejó una cajita de esas redondas donde vienen las papas fritas. Cuando abrí los ojos, vi que dentro había algunas monedas y un par de billetes. Luego volví a cerrar los ojos y seguí llorando, fue en ese instante que me di cuenta que comenzaba esta etapa de mi vida”. Así recordó Alicia Morales la primera vez que pidió en la calle, en su entrevista dada al diario nortino, la que se produce en medio de un complejo debate por la Reforma Educacional.
Según consigna el medio, a la mujer se le puede ver a diario cansada, triste y agobiada esperando la caridad de las personas con un vaso plástico en las manos. Son cientos las personas que transitan por el centro de la ciudad, y pocos los que saben que un número no menor de personas que hoy ocupan cargos públicos fueron sus alumnos.
Según revela el artículo, la historia de la profesora comenzó cuando reunía a los niños cercanos a su casa para compartir conocimientos. Luego, la mujer ingresó a la Escuela Normal en Copiapó, donde se formó. Posterior a eso, fue destinada a la escuela de Domeyko donde enseñó por siete años. Alicia finalmente fue trasladada a la escuela Luis Uribe en Tierra Amarilla, donde realizó su trabajo de docente por 28 años.
Esta mujer, de mirada triste y pelo canoso, siempre destacó por su entrega.Tal como lo señalan algunos de sus compañeros, quienes conversaron con El Diario de Atacama. Patricia Morales Véliz es una de los docentes, aún en ejercicio, que la conoció. La mujer llegó a la escuela Punta del Cobre el año 1980 y Alicia ya estaba trabajando como subdirectora de ese establecimiento.
“Recuerdo a la señorita Alicia como una excelente maestra, preocupada de sus alumnos, de enseñar y nos acogió de muy buena manera a los jóvenes profesores que llegábamos a trabajar por primera vez’”, aseguró Morales.
Según recuerdan algunos de sus compañeros, la profesora hizo clases hasta el año 2000 y luego jubiló. Después de esto, como revela el artículo, la afectaron algunos conflictos familiares que fueron desencadenando otros problemas tanto físicos como emocionales.
Actualmente Alicia presenta un glaucoma terminal en su ojo izquierdo y artrosis en ambas rodillas, lo que le impide desplazarse con normalidad.
Sobre el estado actual de la educadora, su ex compañera Patricia agregó que “de verdad lamento tanto lo que ella está viviendo. Nosotros como gremio siempre estamos preocupados de su estado e intentamos ayudarle dentro de nuestras posibilidades”.
Y finalizó señalando que “durante todos los años que la docente realizó clases fueron muchos de sus ex alumnos los que son grandes profesionales gracias a los conocimientos y los consejos entregados por la ex profesora que hoy está pasando por una mala situación”.
Alicia Morales cuenta con una jubilación, pero asegura que no le alcanza para subsistir. Dice haber buscado ayuda en los municipios sin tener respuesta satisfactoria. Al igual que varios docentes jubilados, sueña con recibir los recursos de la deuda histórica del gobierno tras 35 años de docencia.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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