Encuesta Casen mas allá de las cifras
La Fundación Sol y el Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (Cenda), salen
al debate sobre los resultados de la encuesta Casen en una semana en
que se divulgó que el margen de error es mayor a la reducción de la
pobreza. La concentración del ingreso en el país y sacar la discusión de
si hay más o no pobreza, insertándola en fijar un piso social mínimos
para todos son temas que aún están por fuera del debate.
Más allá de las cifras, la Encuesta de Caracterización Socio Económica Social,
CASEN, sigue dando que hablar. Y no es menor la alta polvareda y
diversas controversias que ha causado en el ámbito social y político.
Desde lo más reconocidos actores como Benito Baranda, quien la ha
catalogado como “una vergüenza”, hasta los más acérrimos defensores y
sectores comunicacionales del oficialismo que la han catalogado como un
“punto de inflexión”, basado en el supuesto a lo menos incierto que con
este resultado, se ha roto una tendencia.
Según las cifras entregadas con gran
resonancia por el gobierno, la Casen 2011 demuestra una disminución de
la pobreza de un 0,7% y de la extrema pobreza un 0,9%. El primer ítem
llegó al 14,4% y la pobreza extrema al 2,8%, cifras que dan cuenta de
una disminución respecto de la encuesta Casen 2009, en la cual la
pobreza llegó al 15,1% y la pobreza extrema alcanzó el 3,7%.
El tema central, y que no debe perderse
de vista, es que sigue habiendo pobreza. Y bastante. Sin embargo, es
menester recordar que la encuesta en sí misma no es un fin. La consabida
encuesta es un mero instrumento. Y por otro lado, la sola inclusión de
nuevas preguntas a las personas consultadas, hace que esta no sea
comparable con las anteriores mediciones, puesto que inevitablemente se
pasan a comparar peras con manzanas.
No obstante lo anterior, y con la
consideraciones precedentes, pasar de un 15% a un 14,4% es una variación
marginal, muy pequeña para destapar champaña o iluminar el cielo de
confeti y serpentinas. El gobierno de Piñera, obsesionado por las
encuestas, no perdió oportunidad para copar canales de televisión y
medios, pese a que el margen de error (no divulgado en la encuesta del
2012) de las encuestas Casen suele rondar entre el 0,5 y 0,8%.
Esta semana el presidente Piñera dice que no sabía que la Casen estaba sin margen de error en una entrevista dada a CNN Chile. El mandatario dijo que “se enteró después”.
LO QUE NO SE TOCA: LA CONCENTRACIÓN DEL INGRESO
Pese a la riqueza que prodigan los
recursos naturales en Chile, el país es uno de los más desiguales en la
distribución de ingresos, o mayor concentración de riqueza en pocos
individuos, según el coeficiente de Gini (PNUD). Según este indicador
Chile está en la posición 127 entre 147 naciones: en el
ranking nuestro país se encentra ubicado casi al final; al lado de
países como Lesoto (129), Ruanda (132), Zimbabue (139) y Haití (143).
India, país que ha experimentado un extraordinario avance en cuanto a
desarrollo, donde aún prolifera una enorme segregación y se intenta
erradicar el sistema de castas, se ubica en el lugar (53). A la
vanguardia, en los primeros lugares está Dinamarca (2), Suecia (3),
Noruega (4) y Finlandia (7).
La respuesta a esto es fácil; en Chile
el 20% más rico de la población obtiene el 55% del Ingreso Nacional,
mientras que el 20% más pobre hace malabares con sólo el 4% del Producto
Nacional.
LOS NÚMEROS DE LA CASEN
Cabe señalar que la Encuesta Casen
considera la Línea de Indigencia en $36.049, estimada de una canasta
básica de productos suficientes para cubrir necesidades calóricas para
una persona, y la Línea de la Pobreza es el doble de este valor, es
decir $72.098, y supone que al duplicar este monto las personas pueden
satisfacer el resto de sus necesidades básicas
como transporte y vestuario. O sea, si ganas 36 mil pesos al mes y
pierdes 100 pesos, pasas a ser inmediatamente de pobre a indigente.
Suponiendo que en una familia de 4
personas pobre (72.000 x 4=288.000), en la cual una persona trabaja y
recibe un sueldo mínimo de $193.000, a esa familia le faltaría mes a mes
$95.000, para cubrir sólo sus necesidades básicas. Esto evidencia,
además, que el salario mínimo no contempla en su reajuste la imperiosa
necesidad de acortar la brecha entre Sueldo Base Mínimo y la Línea de la
Pobreza.
Consultamos a dos entidades importantes y
prestigiosas acerca de su opinión en la Encuesta Casen 2011, en este
caso a la Fundación Sol y al Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo
(CENDA), lo siguiente:
1.- ¿ES ARTIFICIAL LA DISCUSIÓN DE LA ENCUESTA CASEN ?
Fundación Sol: La
discusión ha tenido el acento en la cuestión metodológica, que siendo
algo necesario, “rasca donde no pica” ya que No se hace cargo del
problema estructural que tiene Chile, dónde el crecimiento económico no
es distribuido, de hecho, si expandes el período de comparación y
consideras 2006 versus 2011, el PIB Real sube un 21% y la pobreza (aún
con las dudas metodológicas a cuesta) sube de 13,7% a 14,4%, es decir la
pobreza crece un 5,1%.
La desigualdad por su parte, también
crece, esta vez en cerca de un 15%: mientras las personas que pertenecen
al 10% más pobre suben sus ingresos en apenas $651 (en términos reales,
o sea, ajustando por IPC), en cambio quienes pertenecen al 10% más
rico, aumentan en $133.193. Estos resultados, evidencian el fracaso de
nuestra clase política, tanto Concertación como de la Alianza, y esta
discusión que es de fondo y estructural, aún no se ha dado. Estos
resultados, no son favorables para el establishment, así por ejemplo, la
tesis de que más empleo reduciría por sí misma la desigualdad, se cae.
La discusión real que tiene que generar CASEN es esa, se trata de un
instrumento que advierte de forma nítida, sin discusiones metodológicas
mediante, que Chile tiene un grave problema con la desigualdad y
contrario a lo que nos dice la autoridad de turno, no hay medidas
concretas que apunten a solucionarla.
CENDA: Martín Pascual,
de CENDA señala que “no me parece artificial la discusión que se ha
desarrollado sobre la CASEN. Creo que es una discusión que se debería
haber efectuado desde hace tiempo atrás respecto a los indicadores y
sobre aspectos metodológicos. Se ha instalado ahora una discusión sobre
los indicadores ya que la actual encuesta solo mide ingresos, por lo que
basta agregar o quitar montos para modificar las cifras, como ocurrió
ahora con los bonos o el cálculo de ingreso de los desempleados (la
famosa pregunta Y). La pobreza no se puede medir solo por ingresos, sino
con otros indicadores que tienen que ver con los contextos en el país y
sus entornos cercanos, por ejemplo la situación de servicios públicos,
el contexto espacial en que están insertos, los bienes públicos
(educación, salud, servicios básicos, etc.)…vale decir que alguien puede
tener un ingreso que lo pone sobre la línea de pobreza, pero vive en un
lugar como “bajos de mena” y por tanto será pobre igual.
La CASEN, así como otras encuestas debieran ser realizadas por instancias que tengan independencia de los gobiernos de turno para no ser manipulados. Por todo lo anterior es que considero que la polémica es buena.
La CASEN, así como otras encuestas debieran ser realizadas por instancias que tengan independencia de los gobiernos de turno para no ser manipulados. Por todo lo anterior es que considero que la polémica es buena.
2.- COMO LA ENCUESTA CASEN
TIENDE A INSTALAR EL DEBATE EN LA SUPERACIÓN O NO DE LA POBREZA E
INDIGENCIA, ¿NO SERÍA MEJOR UN DEBATE QUE TIENDA A UN PISO SOCIAL
MÍNIMO?
Fundación Sol: La
encuesta CASEN es un instrumento de política pública que permite tomar
decisiones en base al análisis que se haga del mismo. Los gobiernos de
turno han decidido usarla para focalizar, en la lógica de un Estado que
es subsidiario, que sólo interviene en aquello que el mercado no puede
hacerse cargo. Esta forma de hacer política pública no es algo natural,
se trata de decisiones y líneas de pensamiento que son materia de
debate. En efecto, el establecimiento de pisos sociales mínimos, como
los presentes en los estados de bienestar nórdicos, es una opción
legítima que como Sociedad debiésemos dar.
CENDA: Si la CASEN mide
pobreza para una política pública, se podría decir que si, que para eso
se hace, siempre y cuando se cumpla con las condiciones que señale en
la respuesta anterior, que sea una encuesta de verdad y mucho más
completa. Una encuesta más integral debiera dar un piso social sobre la
base de “derechos universalizados” (vivienda, trabajo, educación, salud,
etc.).
3.- SON EFECTIVOS LOS ACTUALES
UMBRALES DETERMINADOS POR LA CANASTA DE ALIMENTOS BÁSICOS ESTABLECIDA EN
$36.049 (LÍNEA DE LA INDIGENCIA) Y $72.098(LÍNEA DE LA POBREZA)
Fundación Sol: Los
actuales umbrales de la Canasta de Alimentos Básicos (CAB) datan del año
1987, de los patrones de consumo que arrojó la Encuesta de Presupuestos
Familiares del año 1987-1988. En ese entonces, por ejemplo, el patrón
de consumo del tercer quintil (que es el grupo que se observa),
consideraba el aceite suelto porque ello era una realidad
representativa, pero hoy no. La encuesta de presupuestos familiares se
ha actualizado, y ya existe una versión 1997-1998 y la versión 2007. Si
se actualizaran los Satisfactores Básicos que se incluyen en el CAB, la
línea de extrema pobreza sería clara y objetivamente superior a los
$36.049. Adicionalmente, el proceso para llegar a la línea de pobreza
considera que la línea de indigencia (la canasta básica de alimentos) se
multiplique por “2″, eso porque en el año 1987, el gasto en alimento
representaba la mitad del gasto total en el tercer quintil. En la
Encuesta de Presupuesto Familiar del 2007, el factor no sería “2″ sino
“3,6″ sin realizar ajustes. En síntesis, existen múltiples números que
datan del año 1987, y es urgente su actualización para determinar de
manera más precisa el problema de la pobreza en Chile. Seguramente,
haciendo los cálculos respectivos y los ajustes por bienes que habría
que excluir (siguiendo la metodología de la Fundación para la Superación
de la Pobreza), la línea de la pobreza hoy estaría más cercana a los
$100.000 por persona.
CENDA: Los pisos
actuales de pobreza creo que no son reales. La Canasta Básica debiera
ser revisada con relación a lo reales hábitos de consumo y
disponibilidad de los alimentos (regionalización de indicadores), la
canasta básica de $36.049 presenta dudas para muchos estudiosos del
tema. Lo básico sería transparentar esta canasta para hacerla opinable
por parte de la ciudadanía y sus organizaciones y no un reducido equipo
técnico.
Respecto a la línea de pobreza, estoy en
absoluto desacuerdo sobre la base de las propias opiniones del INE
desde mediados de los años 90 se indica que los hogares pobres no gastan
la mitad de sus ingresos en alimentos, sino solo el 40%, por tanto es
incorrecto multiplicar por 2, se debiera multiplicar por 2,5. Si
multiplicamos por 2,5 la canasta básica llegamos a una cifra de $90.123,
y no los $72.098.
La otra relación que hay que hacer es la
de salarios con línea de la pobreza. Manteniendo el actual indicador de
$72.000 por persona, un hogar promedio de 4 personas debiera tener
ingresos mínimos de $288.000, y el salario mínimo esta en $193.000. Vale
decir que el salario mínimo está bajo la línea de la pobreza. El 58% de
los hogares tienen un solo ingreso, el 40% tienen jefa de hogar mujer
(no habría un segundo ingreso). Por todo lo anterior es que el 70% de
los pobres y el 49% de los indigentes tienen empleo, pero están en
condición de pobres o indigentes.
De lo anterior llegamos al tema de la
calidad del empleo y las posibilidades que tiene un trabajador/a de
negociar sus condiciones de trabajo y salario, la ley no se lo permite a
la inmensa mayoría de trabajadores y trabajadoras…en Chile estamos muy
lejos del trabajo decente que propicia la OIT, a pesar de que Chile ha
aprobado las recomendaciones de la OIT.
Quizá en algunos de los países más
desarrollados, han aprendido que la mayoría de los instrumentos y
herramientas para medir la pobreza, tienen un sentido de aplicación
práctica para buscar soluciones tempranas, o la sensatez para seguir
innovado y dar respuestas oportunas y bienestar a su gente, y no para
quedarse en palabras, y en una retórica infructuosa, y sin destino. Una
vez más.
Emanuel Garrison
Fuente:El Ciudadano
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