lunes, 10 de septiembre de 2012

Batalla comunicacional por la Casen se mantiene en la agenda

Velasco se instala como el gran protagonista del episodio que puso en jaque credibilidad de La Moneda

Aunque en el bacheletismo se niegan a dar al ex ministro de Hacienda el crédito de haber provocado un importante desajuste al interior del Ejecutivo, lo cierto es que la sobrerreacción de Palacio le otorgó al otrora ministro de Hacienda un lugar privilegiado en el escenario político. Otros en la Concertación observan con cierto grado de envidia la “astucia” con que el presidenciable entró al debate, anotándose su segundo gran punto luego de la ofensiva contra Girardi.
Después de toda la polémica que generaron las cifras de la última encuesta Casen, nadie recuerda las palabras de un orgulloso Sebastián Piñera que, intentando mostrar algo de humildad cuando anunciaba con bombos y platillos que había bajado la pobreza, reconocía que “aún queda mucho camino por recorrer”, pero añadía que, tal como mostraban los números, su administración ha “sentado las bases para que el próximo gobierno continúe con la tarea”.
Mucha agua ha pasado bajo el puente. Por estos días los ministros políticos, liderados por Cristián Larroulet, están enfocados en tratar de minimizar el daño producido no sólo por las dudas iniciales expresadas por dos ex ministras del Mideplan de la Concertación, Clarisa Hardy y Paula Quintana, desde el 21 de julio; sino además por la arremetida del candidato presidencial Andrés Velasco. Este último, asumió como propia la tarea de demostrar que en el proceso de la Casen 2011, el Ejecutivo incurrió en “malas prácticas”, labor en la que se ha cruzado con el accionar de la coalición opositora. Sin embargo, en Palacio parecen haber resentido más la embestida del ex ministro de Hacienda y han centrado el contraataque en su figura. De hecho, el fin de semana fue acusado por el ex ministro de Mideplan, Felipe Kast, de actuar con fines electorales. Con el efecto “no buscado” de que el aspirante ha tenido gran presencia en los medios, lo que es seguido con atención desde el bacheletismo.
Lo cierto es que en el mundo concertacionista ha llamado la atención que La Moneda se haya tomado tantas molestias con Velasco. Y la lectura más obvia es que el gobierno está tratando de sacarle partido a esta confrontación con el último responsable de la billetera fiscal de la Concertación. Porque, efectivamente, hay quienes sospechan que el Ejecutivo está consciente de que “inflar” a Velasco, dándole más figuración pública en un enfrentamiento directo, tiene como daño colateral el crecimiento electoral del candidato y mayores divisiones al interior del conglomerado opositor. Algo que en Palacio aseguran no haber buscado, pero reconocen que es algo que podría producirse. “Es un efecto no buscado, pero claro que puede ocurrir. Aunque lo que quiere el gobierno es aclarar que Velasco está tratando, al igual que el resto de la Concertación, de desprestigiar al gobierno con argumentos que no se ajustan a la realidad”, explica un alto inquilino de La Moneda. El mismo que afirma que, si bien no andan viendo “conspiraciones en todos los lados”, es rara la forma en que el candidato independiente irrumpió en el debate.
En La Moneda, tal como lo enfatizó el titular de la Segpres en Tolerancia Cero el pasado domingo 2 de septiembre, insisten en señalar al 8 de agosto como el punto de partida en la fase más compleja para el Ejecutivo de la polémica por la encuesta Casen, cuando el director del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, Dante Contreras, participó en la mesa redonda “La encuesta Casen”, organizada por el Centro de Estudios Públicos. En la oportunidad, el ex ministro Velasco realizó —según relataron algunos presentes— una serie de preguntas y comentarios, que han hecho suponer en círculos de gobierno que todo estaba “galleteado”. Cabe mencionar que uno de los principales afectados por la ofensiva, el ministro de Desarrollo Social, Joaquín Lavín, también se encontraba presente ese día en el CEP, en calidad de expositor, por lo que presenció el debate en primera fila. De ahí a la columna publicada el 12 de agosto, en la sección de negocios de La Tercera, por Velasco y Contreras, especulan en La Moneda, hubo sólo un paso.

Velasco y la teoría de la conspiración

Pero Velasco le resta importancia a cualquier tipo de especulación, incluso advierte que este “gobierno ve conspiraciones en todas partes” y que en Palacio están molestos “porque ha quedado en evidencia que actuó mal y lleva un mes dando explicaciones. Pero también lo ha hecho mal”. Y califica de “insólita la teoría de la conspiración” que se baraja en La Moneda, porque “la labor de los gobiernos es hablar claramente a la gente y cuando eso no se hace la gente termina desconfiando”. Por otra parte, enfrenta las críticas que le han llovido con toda tranquilidad, explicando que “como profesional y ministro siempre me importó hacer las cosas bien (…). Y así como en su momento denuncié una mala práctica del mundo de la Concertación (aludiendo a la denuncia en contra del senador PPD Guido Girardi), ahora lo he hecho con lo que pasa en el gobierno”.
El vicepresidente de la DC, Fuad Chaín, ha seguido con atención la irrupción de Velasco. Por lo pronto, vaticina que este episodio se va a convertir en “la mina San José” del ex ministro. Chaín comenta que “todos los candidatos presidenciales  necesitan generar un hito —no le sirven los procesos porque el lapso de tiempo para la campaña es corto— y este es el suyo. Y cree que Velasco ha mostrado “astucia” en la forma cómo ha enfrentado este episodio.
Adicionalmente, aclara que se produce una “paradoja” con las explicaciones del gobierno respecto de la encuesta Casen, porque mientras del Ejecutivo dice que “todo ha sido refrendado, se producen dos renuncias”, la de Andrés Hernando, en Desarrollo Social, y la de Juan Carlos Feres a la CEPAL, por lo que “los hechos nos hablan de un proceso anómalo”, asegura. Mientras que en Palacio reconocen que el que la polémica de la Casen haya provocado renuncias, “claro que es producir un daño al gobierno”. Particularmente la de Andrés Hernando, ex jefe de la División de Estudios del Ministerio de Desarrollo Social, quien reflotó el tema con la polémica entrevista otorgada a Ciper Chile. Aunque en La Moneda aseguran que él había renunciado en julio, para irse al think tank Horizontal, donde cumpliría funciones de director ejecutivo. Algo que refrenda el diputado Alberto Cardemil (RN), quien no dudó en calificar lo del renunciado funcionario como una “mariconadita”. En cuanto a Juan Carlos Feres, sostiene que “él aguantó mejor la presión” de la que habrían sido objeto por parte de Velasco o su entorno, según asevera el jefe de la bancada de Renovación Nacional aludiendo a que desde el entorno del presidenciable independiente “les dijeron que cómo era posible que se hubieran prestado para darle un triunfo al gobierno”. Y agrega que con esto Velasco “sólo está tratando de sacar a flote su candidatura” y que “se ha vuelto un cabeza caliente”.
Además, refutan a Velasco, asegurando que son “los hechos” los que demuestran que su ofensiva “no fue casual” y le atribuyen también una “fuerte influencia” sobre economistas prestigiados, muy influyentes en el establishment y el empresariado. Una alta fuente de Palacio asegura que “él tiene gran ascendencia en los economistas de la Concertación como (Eduardo) Engel o Contreras. Ese grupo está comprometido con un futuro gobierno de la Concertación”, lo que hace extensivo a los economistas que suscribieron la carta en la que piden al gobierno que explique el proceso de la encuesta Casen. Y especula que el ex titular de Hacienda se enfrascó en esta polémica porque “necesita protagonismo. Lo hizo primero con (Guido) Girardi y ahora con el gobierno”.

Al debe el bacheletismo

Mientras tanto, desde el bacheletismo aclaran que no fue Velasco el que inició la ofensiva contra el gobierno a raíz de la encuesta Casen. Como si se hubieran puesto de acuerdo, primero el presidente del PS, Osvaldo Andrade, aclara que “las primeras en salir a pedir explicaciones fueron las ex ministras Hardy y Quintana” y que la Concertación está preocupada porque lo sucedido es un tema país, pero acto seguido celebró que el ex ministro se haya involucrado también en este debate, porque todo lo que atañe a la Casen “es un tema país”, insistió. En la misma línea el senador DC Jorge Pizarro suscribe las palabras de su socio de pacto, recordando que “las primeras críticas se las escuché a ex ministras de la Concertación. Pero también los diputados Gabriel Silber y Gabriel Ascencio han hecho fiscalización en este tema. Y Velasco está en todo su derecho de opinar en esta materia, sobre todo porque fue ministro de Hacienda y asumió la implementación de las políticas públicas del anterior gobierno. Está frente a un tema que es sensible para el país. Cualquier chileno con inquietud social y sensibilidad frente a la pobreza se revela contra lo que ha hecho este gobierno. Y alguien que aspira a la Presidencia de la República lo menos que puede hacer es pronunciarse sobre el tema”.
Ambos le restan importancia al hecho de que eventualmente pudiera sacar provecho político a este enfrentamiento con el gobierno.  Sin embargo, ha trascendido que en el bacheletismo se evaluó críticamente que no hubiera nadie del entorno que prepara el regreso de la ex mandataria que “hiciera la pega que si hizo Velasco”. Y por eso se orquestó una batería masiva de declaraciones de los personeros concertacionistas el fin de semana siguiente a la aparición de la entrevista al ex jefe de estudios de Mideplan en Ciper.
Eso no significa que perciban al ex ministro de Hacienda de Bachelet como un peligro real. Por lo pronto, el senador Ricardo Lagos Weber —ex vocero—, en un tono similar al de sus predecesores, advierte que “Velasco no causó la crisis, lo que la detonó fue Ciper Chile con la publicación de la entrevista a Hernando. Porque dejó al descubierto el potencial del intervensionismo. Eso fue lo que alertó y molestó al gobierno”. Por lo demás, descarta de plano que el rol que esté jugando Velasco en esta polémica preocupe al entorno de la ex Mandataria. Incluso subraya que “el bacheletismo está más preocupado de que nos ordenemos”.

La “Mina San José” del ex ministro

Lo que no se descarta es que “el gobierno pueda actuar, como lo hace siempre la derecha, levantando candidaturas que generen ruido en la Concertación. En la elección presidencial pasada fue Marco Enríquez-Ominami”. Ahora, agrega, “hay que concederle a Velasco, que ha tenido dos aciertos importantes. Lo de Girardi, con lo de las malas prácticas en política y lo mismo traspasado al gobierno por la Casen. Porque lo que pasó con esto son malas prácticas en el gobierno”, aludiendo a la principal bandera de lucha exhibida por el ex titular de Hacienda: transparentar y terminar con las malas prácticas en la política.
Lagos Weber es el único que advierte que la arremetida de Velasco es coherente con lo que ha hecho durante su campaña e insiste en que “éstos son dos aciertos, aunque quizás a la larga no le rindan lo que él quisiera. Pero ha logrado visibilidad en los medios y eso es lo que buscan los candidatos. Después se verá si le rindió o no”.
Pero también están los que, desde la Concertación, observan este episodio con cierta envidia. El vicepresidente de la Democracia Cristiana, Fuad Chaín, ha estado permanentemente vinculado a los temas relacionados con la Casen. Y también ha seguido con atención la irrupción de Velasco. Por lo pronto, vaticina que este episodio se va a convertir en “la mina San José” del ex ministro. Chaín comenta que “todos los candidatos presidenciales  necesitan generar un hito —no le sirven los procesos porque el lapso de tiempo para la campaña es corto— y este es el suyo. Cree que ha mostrado “astucia” en la forma como ha enfrentado este episodio y al haberse centrado en un tema que une a la Concertación como es la Casen “para entrar al debate político, porque es un tema que le acomoda a su perfil técnico. Además, golpea al gobierno en su punto más débil, que es su credibilidad y, de paso, este debate le permite defender su propia gestión como ministro de Hacienda”. Chaín tiene la convicción de que “hay que reconocer que Velasco tuvo la visión y el olfato de reinstalarse en el escenario político, después de la encuesta CEP. Ese es un desafío que hoy tienen los precandidatos de la Concertación”.

FUENTE: EL MOSTRADOR

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