sábado, 19 de julio de 2014

Reportaje

Ministro Nicolás Eyzaguirre al banquillo. Por ahora, sólo se ganó anotaciones negativas

19/07/2014 |
Por Luis Casanova R.
Partió entregando grandes lineamientos y dialogando con todos los sectores y hoy vive las presiones de los estudiantes y apoderados a causa de la reforma educacional. Los expertos aseguran que se equivocó en tratar de simpatizar con todos los sectores y que tiene “mal ojo” para elegir a sus asesores. El inicio del “segundo tiempo” comenzó tenso para el titular del Mineduc.
Si los primeros cuatro meses de Nicolás Eyzaguirre en la cartera de Educación fueron complejos, lo que se viene ahora será el doble de difícil. El acuerdo que firmó su colega de Hacienda, Alberto Arenas, con los senadores de la Nueva Mayoría y la Alianza respecto de la reforma tributaria que financiará los cambios en la enseñanza escolar básica, media y universitaria tensionó el ya revuelto ambiente político que comenzó a verse desde que los proyectos de ley ingresaron al Parlamento.
 
"Yo no voy a hacer una política educacional, ni la presidenta me lo ha pedido, al gusto de la calle y no voy a estar doblándome frente a aquellos que imponen un derrotero que nada tiene que ver con la promesa que le hicimos al país", señaló el secretario de Estado a la hora de referirse a la iniciativa que elimina el lucro, el copago y la selección en los colegios que reciben recursos públicos.
 
Si bien el movimiento estudiantil, la asociación de apoderados y algunos establecimientos subvencionados y privados emblemáticos han sido duros críticos del apodado "corazón de la reforma", Eyzaguirre se mantiene firme al plantear la existencia de un límite "intransable", el cual consiste en plantear la educación como un derecho y no como un bien de consumo, impidiendo de paso la segmentación por "grupo socioeconómico o capital cultural de los padres".
 
Pero que quede en acta: el personero no partió así de claro en sus postulados al momento de ingresar al gabinete.
 
El búmeran
 
Cuando la entonces mandataria electa Michelle Bachelet lo designó como titular del Mineduc el mundo político reaccionó con cierta complacencia. Salió airoso de su anterior gestión como dueño de la "billetera fiscal" en la gestión de Ricardo Lagos Escobar (2000-2006) y se ganó varias pifias cuando saltó al mundo privado tras ser elegido en 2012 como presidente del directorio de Canal 13, estación que controla uno de los empresarios más importantes del mundo según la revista Forbes: Andrónico Luksic.
 
Para el anecdotario, quedó en la galería de los inmortales gracias a dos obras: la fotografía que se sacó para una muestra en la que apareció tomando el clásico melón con vino y -en buen chileno- "a guata pelada" y el apodo que en cierta manera marcó la campaña electoral de Bachelet el 2005: la "gordi".
 
Famoso por ser el hijo de la actriz Delfina Guzmán, el economista y militante del PPD venía con vuelo propio y tonelaje político e incluso con un pasado breve que lo instaló como posible presidenciable de la Concertación.
 
Así volvió al gobierno. Por eso que a nadie le extrañó que su primera labor en el cargo fuera reunirse con los actores principales de la reforma (estudiantes) y pronunciar un semidiscurso en la comisión de Educación de la Cámara, donde aclaró que "libertad de enseñanza no es lo mismo que emprendimiento económico" y que la idea de la desmunicipalización no busca crear "fábricas de robots o fábricas de salchichas".
 
¿Resultado? "Decirle que sí a todos los sectores se transformó en un búmeran, porque minó y erosionó su credibilidad. A un actor le dijo una cosa a otro actor le dijo otra distinta. Sin embargo, no dejó satisfecho a ninguno cuando debía plasmar eso en decisiones públicas. Y eso ha generado un desgaste importante en su imagen desde el punto de vista de sus capacidades", afirmó a Cambio21 el analista de la Universidad Central, Marco Moreno.
 
"Y lo peor de todo es que no está siendo capaz de manejar un área que todos sabemos que es complicada, pero que entendíamos que podía abordarla bien y que, por lo demás, está mandatado a hacer. No está cumpliendo con el estándar que Bachelet ha colocado en cuanto a ser dialogante y a manejar las políticas públicas, lo que le jugó en contra. Incluso se ve soberbio", remarcó.
 
Los números castigan
 
Siguiendo las crueles matemáticas, el investigador del Instituto Libertad Pablo Rodríguez destaca la caída en la aprobación individual que ha experimentado Eyzaguirre en la encuesta Adimark entre marzo y junio.
 
En conversación con este medio, el experto repasó que "el ministro comenzó su gestión con el 64% de apoyo y resulta que ahora se sitúa en el 47% de respaldo, lo que de alguna forma explica las dificultades que ha tenido que enfrentar en una reforma que no ha sido bien llevada".
 
"Los proyectos de ley parten con cambios a la educación particular subvencionada y no en el sector con más déficit, que es el municipal, camino errado que se grafica en la opinión de los sondeos", añade. Asimismo, la llegada de asesores de diversa tendencia ideológica, a saber, el ex ministro DC Andrés Palma (coordinador de la reforma), el ex presidente de la Fech Rodrigo Roco (cercano al PC) y el rostro de Revolución Democrática (que fundó el hoy diputado Giorgio Jackson) Miguel Crispi, también menguó su manejo.
 
Para Rodríguez, "esto marca un problema de fondo en la aplicación de las reformas, porque quiere dejar contentos a todos los sectores".
 
"De frentón no tiene buen ojo para seleccionar a su equipo", interviene el profesor Moreno. "Al inicio buscó cercanía con los movimientos sociales y ciudadanos y Educación 2020 (en el caso de la subsecretaria Valentina Quiroga) en vez de los partidos políticos. Pero con el correr de los meses este modelo no resiste, porque esos mismos asesores no logran tener interlocuciones fluidas con las entidades de la Nueva Mayoría, lo que se intenta resolver con el arribo de personal político, como el PPD Harold Correa (jefe de gabinete que antes ejerció ese puesto con Sergio Bitar y Ricardo Lagos Weber) y Andrés Palma", aseveró.
 
Matices y guitarreo
 
Uno que ha tenido de cerca a Eyzaguirre es el presidente de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, Mario Venegas, quien afirmó para esta crónica que la personalidad de la autoridad "no he tenido cambios muy significativos respecto al momento inicial y a cómo está la cosa actualmente".
 
"Naturalmente, se ha dado cuenta de la complejidad que tiene dirigir una cartera de este envergadura y, por otro lado, impulsar proyectos estructurales difíciles. En ese sentido, yo que no tenía el gusto de conocerlo personalmente, creo que ahora estamos construyendo una relación de trabajo fructífera", comentó.
 
En tal sentido, Venegas (militante democratacristiano) admite que los "matices" que planteó el timonel de su partido, Ignacio Walker, alteraron la dirección inicial de la reforma.
 
De acuerdo con su visión, "hay que entender y estar dispuesto a que una idea originaria pueda modificarse si las circunstancias así lo ameritan, por ejemplo, la adquisición de los establecimientos particulares subvencionados que hoy tiene muy poco sustento de todos los sectores".
 
Eso sí, el parlamentario enfatiza que el "endurecimiento de posiciones de la derecha y la campaña del terror muchas veces se hicieron con argumentos falsos, lo que deterioró las confianzas con la oposición que ahora busca el diálogo".
 
Fusible
 
La historia de Chile no admite dudas: nunca desde el retorno a la democracia un ministro de Educación pudo terminar con el total de su período. Y si bien es apresurado hablar de cambios en el gabinete, es un hecho que el primer fusible a la vista es el que encabeza Nicolás Eyzaguirre.
 
Anexamente, ya se habla del "segundo tiempo" tras cumplirse los cien primeros días del gobierno de Bachelet y se tantea un semestre tan intenso como lo que se vio desde marzo a la fecha.
 
¿Bastará la muñeca y la simpatía de este eximio folclorista del Canto Nuevo o llegaremos a la conclusión de que, como dice el refrán, "otra cosa es con guitarra"? La respuesta llegará con los acordes de fin de año.
 
Escuderos
 
El PPD decidió salir a la calle para ayudar a su correligionario Nicolás Eyzaguirre. En concreto, las autoridades que tiene el partido explicarán en diversos puntos del país los detalles de la reforma educacional, siendo el objetivo final hacer frente a lo que denominan como una "campaña de desinformación" encabezada por la Alianza.
 
Óscar Santelices, secretario general de la tienda, y Francisco Vidal, ex ministro y actual director de BancoEstado, manifestaron que sostuvieron que la postura de la colectividad es clara, por lo que no cederán ante la derecha para garantizar la gratuidad universal en la educación superior, como así tampoco en lo que respecta a las reformas que se discuten en el Congreso sobre la educación escolar.
 
Previamente, el senador Jaime Quintana, timonel pepedeísta, había declarado en una entrevista que "la política de los consensos tuvo su momento" y que "no hay condiciones para un acuerdo educacional".
 
FUENTE:CAMBIO 21

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