Aproximadamente mil alumnos de la Universidad Tecnológica Metropolitana se reunieron ayer por la tarde (martes 24) afuera de Televisión Nacional para mostrar su descontento con el reportaje de “Esto no tiene nombre”. En el capítulo exhibido anoche se revelaron los problemas internos de la universidad, en la que se tildó como “la mayor crisis desde su fundación”.
Aún faltaban horas para su emisión, pero los manifestantes ya estaban apostados frente al canal estatal de televisión con pancartas que anunciaban el gran malestar general: “TVN miente”. La polémica había sido desatada por la realización del último capítulo del programa conducido por la periodista Mónica Pérez, dedicado a desnudar en extenso –por tercera vez- las falencias de la Universidad Tecnológica Metropolitana (Utem).
“Millonarias cuentas sin rendir, adulteración de notas y luchas internas de poder”, rezaba el spot promocional del programa, que ya había sido analizado por los principales dirigentes estudiantiles de la Utem, quienes incluso manejaban los nombres de los entrevistados por los periodistas encargados del tema.
“Este canal está siendo parte de una campaña mediática”, señaló el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad (Feutem), Eduardo Salazar. “Por segundo año consecutivo, el programa utiliza a la Utem para generar una catarsis colectiva a nivel de sociedad y apuntar a las universidades estatales como universidades que no tienen calidad”.
Por otra parte, César Urbina, vicepresidente de la Federación, sostiene que “se quiere cuestionar la acreditación de la universidad, teniendo en cuenta que el sistema de acreditación afecta a las universidades estatales y tratando de fortalecer un modelo educacional privatizador”.
Sus críticas se enmarcan en el segundo proceso de evaluación institucional que vive la Universidad, tras ganar por un año el visto bueno de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), lo que significó un verdadero triunfo para el actual rector Luis Pinto Faverio. Tras su gestión, se acumulaban una serie de desacuerdos, acusaciones, deudas y la marginación de la Universidad de los informes positivos del organismo fiscalizador.
CHIVOS EXPIATORIOS
La principal denuncia de los estudiantes de la Utem apunta a las intenciones de Televisión Nacional a la hora de emitir el reportaje. El principal argumento de los estudiantes consiste en una pasada reunión con uno de los periodista encargados del reportaje -Rodrigo Sepúlveda y Mario Valenzuela- de “Esto no tiene nombre”, quien habría informado a los asistentes el contenido y contexto en que se emitiría la investigación.
“Fui a la reunión y el eje central del periodista era poner a la Utem como ejemplo de problema nacional”, relató Erick Coñoman, consejero superior. “Él me dijo que el argumento era el siguiente: Hoy se expone el programa, el día siguiente nos dan 3 minutos para conversar y los próximos días sale un proyecto de ley por parte del Gobierno”.
Coñoman agrega que “lo que dijo ayer el ministro es lo que ‘no tiene nombre. La emisión es una herramienta para desacreditar a los estudiantes y los profesores. Quieren usar como ejemplo la Utem y que eso se grafique en las regiones, porque hay universidades en regiones que están en la misma situación, supuestamente”.
“Lo que dijo ayer el ministro es lo que ‘no tiene nombre. La emisión es una herramienta para desacreditar a los estudiantes y los profesores. Quieren usar como ejemplo la Utem y que eso se grafique en las regiones, porque hay universidades en regiones que están en la misma situación, supuestamente”.
Según los estudiantes, la iniciativa en cuestión, impulsada por el ministro Joaquín Lavín, se refiere a la llamada “Acreditación 2.0”, que ha sido caracterizada por el propio titular de Educación en diversas ocasiones. La idea central del proyecto consiste en la realización de cambios en el sistema de financiamiento, ingresando a instituciones privadas –bajando tasas de interés del Crédito con Aval del Estado- y estableciendo un sistema de acreditación más severo. Hasta el momento, no se ha puesto atención en el financiamiento de instituciones públicas, ni en lo que sucederá con el Fondo Solidario, exclusivo de dichas casas de estudio.
“Van a usar como chivo expiatorio a la Utem para dar ejemplos de que la acreditación 2.0 es la nueva forma para acreditar calidad, cuando sólo se está midiendo una calidad empresarial y de mercado”, aseguró Urbina.
Camila Vallejo, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), considera que “hubo manipulación de la situación para demostrar que las universidad del Estado no son eficientes, que hay que cerrarlas, que hay que privatizar y eso no nos parece correcto. La Utem hoy en día ha sido abandonada y por eso hay todos estos problemas”, atribuyendo al Estado parte de las falencias que se presentan en estos establecimientos. Además, la dirigenta apunta a que no es posible que el Ministro declare que hará lo posible para que la Utem no se acredite, dado que p { margin-bottom: 0.21cm; }la acreditación no puede quedar “en voluntad de decisión de un ministro, la acreditación debe que ser una instancia independiente de carácter estatal”, enfatizó.
¿MATRICULARÍA A UN HIJO EN LA UTEM? “POR NINGÚN MOTIVO”
En plena emisión del programa, las palabras del Ministro de Educación generaron la masiva ira de los estudiantes. El titular de la cartera aseguró que la situación de la Universidad es “una vergüenza que se viene arrastrando desde hace ya varios años y no sólo en la parte financiera, sino en la falta de transparencia y de rendición de cuentas”.
Lavín anunció, además, que hará “todo lo posible para que no obtengan la acreditación a fines de 2011″, asegurando que “por ningún motivo” matricularía a sus hijos en dicha casa de estudios.
Los principales temores de los estudiantes de la Utem quizás pudieron ser confirmados en las palabras del Ministro, quien manifestó que lo sucedido “es un vicio del sistema y hay que cambiar el sistema de acreditación”.
Por su parte, un video en la red comparte la entrevista sin edición realizada por la periodista Mónica Pérez, al rector de la universidad, Luis Pinto Faveiro. En ella, la máxima autoridad de la institución expresa que “nos llama la atención que después de los grandes esfuerzos tengamos un programa de esta naturaleza. Le hace un daño a la institución que nos ha costado mucho tratar de reconstruir”.
Pinto reconoce que la entidad viene saliendo de una importante crisis, asegurando que la situación financiera ya está solucionada y que los problemas académicos se han ido disuadiendo gradualmente. Por lo mismo, declara que “sería bastante doloroso para la Universidad no ser acreditada. Por eso tenemos que seguir trabajando”.
Juan Manuel Zolezzi, rector de la Universidad de Santiago de Chile, Usach, dijo que le llamó la “atención en el reportaje que la mayoría de las personas que opinaron ya no están en la Universidad, los alumnos están eliminados, o los académicos están fuera de la institución. La UTEM recibe menos del 4% de su presupuesto del Estado, yo no sé como el Estado tiene una universidad en estas condiciones”.
LA DEFENSA DEL CANAL
Tras las diversas críticas que el reportaje de TVN ha recibido –incluso horas antes de su emisión- la Gerencia de Comunicaciones del canal concedió una explicación a Radio Cooperativa, argumentando que “Esto no tiene nombre” “es un programa de investigación periodística con altos estándares de calidad en sus reportajes, cuidando el acceso a la mayor cantidad de fuentes posibles y chequeo riguroso de los datos”.
Por otra parte, aseguraron que “en el caso del reportaje de esta noche, éste se originó por denuncias de la propia comunidad universitaria con testimonios de alumnos, profesores, miembros del Consejo Directivo y representantes de la federación de estudiantes, y está sustentado en informes de la Contraloría”.
Los estudiantes, sin embargo, siguen molestos por la construcción del reportaje, destacando que no fueron consultados los integrantes de la Federación –con una única aparición casual de Eduardo Salazar, quien se encontró con los periodistas del programa cuando éstos realizaban entrevistas- y resaltando nuevamente una imagen negativa de la institución, sin cuestionar las políticas educacionales que hoy mantienen a la Universidad Tecnológica Metropolitana y a otras casas de estudio públicas en crisis.
“Si el programa apuntara a la crítica de fondo del sistema educacional, estaríamos hablando de otra cosa”, asegura Urbina. Y Erick Coñoman resalta: “Esta es una Universidad pobre, con estudiantes pobres. No se está atacando sólo a la institución, sino a la pata más coja que tiene el Estado para argumentar las políticas privatizadoras. Estamos siendo el niño -víctima de- bullying, porque no tenemos contacto, no tenemos una red, no somos hijos ni de senadores ni de diputados. Somos de las primeras generaciones que estamos estudiando”, aludiendo a que sus padres y abuelos no tuvieron acceso a la educación superior.
Por Vanessa Vargas
Fotografías: Mauricio Díaz
FUENTE: EL CIUDADANO
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