jueves, 27 de noviembre de 2014

Foto: Internet
BRASILIA.— Documentos hallados en la casa de un militar brasileño, exagente de la represión, confirman la cooperación entre la dictadura brasileña y la argentina en el mar­co del macabro Plan Cóndor.
Las evidencias ubican como protagonista a Norberto Habegger, de 37 años, que llega a Río de Janeiro en 1978 con la falsa identidad de Héctor Esteban Cuello con el propósito de planificar la “contraofensiva” que hu­­­biese terminado con la dictadura instaurada en Argentina dos años antes.
Habegger, periodista e importante líder en el exilio de la organización guerrillera Montoneros, lle­gó a la ciudad brasileña para acudir a una reunión secreta con dos compañeros, para coordinar las futuras acciones del grupo. Des­pués de llegar desapareció en Brasil sin dejar rastro.
Y solo ahora la información sacada de un viejo armario de la casa de un exmilitar brasileño asesinado es­te año revela los trágicos detalles de su muerte, orquestada por los servicios secretos de las dictaduras brasileña y argentina en el marco del llamado Plan Cóndor.
En concreto se trató del Ope­ra­tivo Murciélago, a través del cual fue­ron eliminados los guerrilleros que desembarcaban en Río de Ja­neiro para luego continuar su viaje hacia Buenos Aires, donde planeaban ejecutar la llamada “contraofensiva”.
Y precisamente una de las primeras víctimas del Cóndor-Murciélago fue Norberto Habegger, desaparecido entre julio y agosto de 1978 después de ser secuestrado por un gru­po de agentes secretos, informa el periódico argentino La Nación.
Los documentos clasificados con el nombre del periodista y de otros 80 extranjeros monitoreados por la Po­licía secreta de Brasil fueron en­con­trados por los abogados del grupo Justicia de Transición, perteneciente al Ministerio Público del Gobierno federal brasileño, en la casa del te­niente coronel Paulo Malhães, asesinado en abril de este año.
Los archivos de Malhães, además de la lista de nombres de los vigilados, contienen una serie de re­co­pi­la­cio­nes de otros informes, explicaciones de los grupos brasileños y extranjeros vigilados, así como información so­bre unas 130 personas monitoreadas, entre ellas brasileños, alemanes, bolivianos, chilenos, estadounidenses, ita­lianos, so­vié­ticos, venezolanos y, sobre to­do, argentinos.
Los expedientes serán la base de una investigación conjunta de los ministerios públicos de Brasil y la Argentina, resultado de un acuerdo de cooperación internacional firmado por los dos países, reporta Russia Today

FUENTE: GRANMA

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