El dirigente mantiene una extensa reunión con Eyzaguirre para intentar destrabar el conflicto
Escala rebelión de los profesores que mantiene a Gajardo en un zapato chino
El presidente del Colegio de Profesores está en la encrucijada entre responder con la disciplina de un sindicalista militante de un partido de Gobierno y contener el descontento de su gremio a partir de la denominada "agenda corta" del Magisterio o interpretar a la disidencia frente a su gestión que ha impulsado una eficiente campaña comunicacional en Internet para cuestionar su legitimidad.
No iba a ser fácil la posición de Jaime Gajardo al frente del Colegio de Profesores. Como militante del Partido Comunista tiene un pie en el gobierno y ha apoyado disciplinadamente la reforma educacional que impulsa el Ejecutivo. Pero paralelamente debe responder a los miles de asociados al gremio que no están de acuerdo con el rol de los docentes en el diseño legislativo que se está discutiendo en el Congreso.
En ese contexto, se materializó un paro de profesores el 5 de noviembre, basado en el reclamo por cinco puntos que conforman lo que el Magisterio denomina la “agenda corta” de los profesores, a saber: el pago de la deuda histórica –que se arrastra desde 1981–, la titularidad de los profesores a contrata en el sector público, el aumento en 7 mil pesos del ingreso mínimo docente, fin al “agobio laboral” –que significa reorganizar la excesiva carga laboral burocrática que, según ellos, les impide focalizarse en enseñar– y un bono de retiro que permita a los profesores jubilarse sin temor a las bajas pensiones.
Todo bien hasta que la movilización se acabó después de una llamada de la subsecretaria Valentina Quiroga. Gajardo llegó a un acuerdo que sólo consideraba dos de las cinco peticiones. La titularidad para los profesores a Contrata que tengan 3 años continuos o 4 discontinuos con el mismo empleador y 20 horas como mínimo de contrato de horas de aula. También el compromiso de aprobar un bono de retiro para los docentes que tengan edad de jubilar al 31 de diciembre de 2015.
La forma en que Jaime Gajardo llegó a esta solución causó inmediato rechazo entre las bases del Colegio de Profesores. Pocas horas después de conocerse el acuerdo, comenzaron las movilizaciones. Primero tímidamente en algunas comunas de provincia y con el correr de los días se extendió a Santiago. Actualmente hay 200 comunas cuyos colegios están paralizados en distintas regiones de Chile.
El grupo que encabeza la disidencia anunció una marcha autorizada para hoy camino al Mineduc, donde Gajardo se reunió junto a su directiva y representantes de los sectores más críticos con el ministro Nicolás Eyzaguirre.
Por mientras, los profesores que encabezan la movilización han impulsado una eficiente campaña comunicacional que convirtió al hashtag #parodocente en trending topic de Twitter este jueves, a la par de videos que ilustran la situación cotidiana de los profesores e, incluso, la cobertura internacional del conflicto.
La protesta también ha salpicado a la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, quien defendió a Gajardo acusando que la movilización es “violenta” e inorgánica. Figueroa, quien también es docente, se ganó una “funa” mientras caminaba hacia la sede de la CUT y se encontró con un piquete de manifestantes que la increpó tratándola de “vendida”.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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