martes, 25 de noviembre de 2014

Ministro de Educación es presionado desde el establishment y criticado por la izquierda

Eyzaguirre: combos venían

En la Nueva Mayoría dicen que el titular del Mineduc está acorralado, que pocos aparecen conformes con la conducción que ha hecho de la reforma educacional, y que solo por eso se explican los guiños que ha enviado al centro y a la Iglesia. Hace unos días, además, encendió alarmas al relativizar el apoyo privilegiado que, se supone, la reforma dará a la educación pública.
Hace justo una semana la Conferencia Episcopal volvió a golpear la mesa del debate educacional. A través de una extensa carta, los obispos católicos insistieron en la necesidad de lograr un “amplio acuerdo” en torno a los cambios que se le harán al sistema de enseñanza, al tiempo que solicitaban a las autoridades impulsar la reforma “sin detrimento ni menoscabo del patrimonio de los sostenedores”, acusaban un “exceso de regulaciones innecesarias” en el proyecto y pedían reponer en el Senado la indicación a la iniciativa que termina con el lucro, el copago y la selección, que permite el arriendo entre partes relacionadas.
La de los representantes de la Iglesia católica no es cualquier voz. Durante la tramitación del proyecto en la Cámara, los obispos ya habían logrado ante el Mineduc algunas excepciones para los colegios administrados por ellos, como la posibilidad de que los edificios donde operan esos establecimientos puedan ser arrendados a sociedades relacionadas –algo que a última hora rechazaron los diputados–. Ante la última arremetida de los católicos, el ministro de la cartera, Nicolás Eyzaguirre, reaccionó con amabilidad: “La Conferencia Episcopal refleja en sus propias palabras los mismos ideales que está percibiendo el Gobierno en términos de inclusión y de que los recursos públicos se dediquen únicamente a educación”.
Según fuentes del Mineduc, Eyzaguirre no tiene más opción. “El ministro está acorralado, se va a correr para el lado donde haya más presión, y hasta ahora desde la izquierda no hay presión, sino que solo críticas”, plantea un colaborador de Eyzaguirre. Lo mismo cree un parlamentario de la Nueva Mayoría: “Está estresado políticamente, porque no sabe dónde está la salida a todo esto, la situación es complicada y la DC cada vez golpea más fuerte”.
La semana pasada el presidente de la Comisión de Educación del Senado, el PS Fulvio Rossi, anunció ante la prensa que el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, le había solicitado que el proyecto de fin al lucro, selección y copago que se tramita en esa instancia se votara de forma general a más tardar el 27 de noviembre. Pero la DC dijo otra cosa, y al día siguiente el Comité de Senadores llegó en pleno a La Moneda, luego de lo cual el Gobierno aseguró que el trámite de la iniciativa debía ser “sin presiones”, y solo hubo compromiso público para que el proyecto estuviera despachado desde el Senado el 31 de enero del 2015. La DC está roncando fuerte.

MINISTRO MAREADO

El actual mal momento del ministro del Mineduc comenzó a configurarse cuando el ex ministro de la Concertación, el DC Edmundo Pérez Yoma, acusó que “el origen de todos los problemas del gobierno está en el Mineduc, en el ministro Eyzaguirre”. Palabras a las que se sumó algunos días después el diputado Gabriel Boric, quien lo acusó de ser “un obstáculo para la reforma educacional” y de no tener capacidad de conducción de los cambios.
Según fuentes del Mineduc, Eyzaguirre no tiene más opción. “El ministro está acorralado, se va a correr para el lado donde haya más presión, y hasta ahora desde la izquierda no hay presión, sino que solo críticas”, plantea un colaborador de Eyzaguirre. Lo mismo cree un parlamentario de la Nueva Mayoría: “Está estresado políticamente, porque no sabe dónde está la salida a todo esto, la situación es complicada y la DC cada vez golpea más fuerte”.
El cuestionamiento al ministro fue compartido además por la presidenta entrante de la FECh, Valentina Saavedra, quien sumó que “el ministro Eyzaguirre no ha tenido voluntad de escuchar a los actores sociales”.
Antes, un emblemático del oficialismo en temas educacionales le había quitado el piso. “El Mineduc creó enemigos donde antes no los tenía, y ha sido incapaz de sumar aliados a la reforma. Hoy todos aparecen en contra. Ha existido un déficit en la conducción política, y he sido muy claro en plantearlo”, aseguró el senador PS Carlos Montes hace unas semanas a El Mostrador.
En el oficialismo justifican con este clima adverso los pasos en falso que ha dado el titular del Mineduc en las últimas semanas. Hace pocos días, La Tercera reprodujo declaraciones que hicieron levantarse cejas en el Congreso, debido a que pusieron en duda el privilegio que inicialmente se dijo que la reforma le daría a la educación pública.
“El Estado debe no sólo declarar que fomenta la educación mixta, sino que en la práctica mostrarlo sobre la base de que la comunidad educativa, independientemente de que estén en el sector particular subvencionado o en el sector público, reciban los mismos aportes. Porque al final de lo que nos estamos preocupando es del aporte para los niños y niñas y no de si estudian en uno u otro sector. Me parece un principio de horizontalidad muy profundo, muy respetable y muy consistente con lo que la Presidenta y este ministro han declarado respecto de la intención del gobierno respecto de fortalecer una educación mixta”, declaró el ministro Eyzaguirre, algunas horas después que los obispos volvieran a sacar la voz.
La declaración espantó a las huestes de la Nueva Mayoría en el Congreso, ya que ponían en entredicho la promesa que Eyzaguirre les había hecho a las bancadas oficialistas, es decir, que con la reforma se privilegiaría la educación pública por sobre la particular.
En el Mineduc se apresuran en aclarar que las palabras del ministro se referían solo al proyecto que termina con el lucro, el copago y la selección, que se está trabajando en otra iniciativa que no tiene fecha de ingreso al Congreso y que instaurará una Nueva Educación Pública, y que ahí sí habrá mayores recursos para los públicos. Es más, aseguran que en el presupuesto 2015 se incluyó una glosa donde se destinan $300 mil millones exclusivos para escuelas y liceos, dinero que se utilizará en mejoras en infraestructura, programas y fondos para los municipios.
El diputado de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, asegura que las declaraciones de Eyzaguirre lo sorprendieron, pero que confía en las promesas que el ministro les habría hecho en reuniones privadas: “La verdad es que me gustaría pensar que las palabras del ministro se refieren al proyecto en tramitación, que establece modificaciones equitativas tanto para particulares subvencionados como para municipales, pero distinto es cuando se discuta –y así lo ha anunciado el ministro en reuniones–, la nueva ley de educación pública”, el que incluiría como idea base la “desvacheurización” del sistema, es decir, el término del financiamiento a la demanda como eje financiero de los colegios.
Jackson no desconoce el difícil momento del titular del Mineduc, pero asegura que no todas las responsabilidades recaen sobre los hombros del ex ministro de Hacienda de Lagos. “Creo que lamentablemente dentro de la misma coalición de gobierno no se ha visto un compromiso férreo con los principios de la reforma, porque esta está viviendo un mal momento en el people meter, y eso habla mal de aquellos actores que levantaron banderas durante la elección, y ahora prefieren mantener las cosas como están. Uno esperaría más convicción y unidad con los principios que los llevaron a espacios de poder importantes”.
El diputado de Revolución Democrática, y ex dirigente estudiantil, añade que “al ministro lo veo con poco apoyo político por parte de los partidos”, y dice que eso “deja mal parado a cualquier ministro”, al tiempo que hace un llamado a no transformar a Eyzaguirre “en el chivo expiatorio de una reforma que tiene que ser ideológica en el buen sentido de la palabra”.
En la vereda contraria, el diputado de Evópoli, Felipe Kast, califica como “un año extremadamente duro” el que ha debido enfrentar el Ministro, y culpa de aquello a las cabezas del gobierno, asegurando que Eyzaguirre “ha tenido muy pocos grados de libertad para construir una reforma inclusiva, donde muchos actores se sientan parte”.
“De alguna manera el diseño fue construir una reforma a la medida de la Confech, de Revolución Democrática y del Partido Comunista, y eso lo deja en una posición de poca libertad para construir acuerdos transversales. Siento que el ministro ha tenido interés en hacerlo, pero que no lo han dejado entablar esos puentes con actores distintos”, argumenta Kast.
Mañana, Eyzaguirre tendrá una nueva prueba de fuego, al enfrentar la interpelación que le hará la diputada UDI María José Hoffmann, la misma que en la Comisión de Educación ha mostrado ser una férrea opositora a cualquier cambio en el sistema educativo.

PROBLEMAS EN EL EQUIPO

“El ministro está cansado”, reconocen en el Ministerio. Y no solo el ministro, agregan otros, los que se refieren a las diferencias y roces que han producido en el equipo que acompaña a Eyzaguirre.
Desde la derecha han criticado con insistencia la gran cantidad de asesores que ha ingresado al Mineduc desde que se inauguró el primer gobierno de la Nueva Mayoría, y es que el Ejecutivo ha debido satisfacer las ansias de todos los partidos del bloque oficialista por tener presencia en una de las carteras protagonistas del actual gobierno de Michelle Bachelet, debido a la relevancia que se le dio a la reforma educacional en el programa de gobierno.
Por una parte están los asesores y funcionarios ligados al PC y a Revolución Democrática, los que han sido responsabilizados por personeros de los partidos tradicionales de la Concertación de los errores cometidos por la administración de Eyzaguirre durante la tramitación de la reforma. Pero a estas alturas del año también aparece otra crítica, y en sentido contrario.
En julio aterrizó el DC Andrés Palma como director ejecutivo de la reforma, cargo que se suponía vendría a reforzar el manejo político del tema, pero, a casi cinco meses de su arribo, la evaluación al interior del Mineduc no es la mejor: “Adentro del Ministerio no hay una buena evaluación de la gestión de Palma. La negociación con la ‘bancada estudiantil’ –para efectos de los temas de lucro y arriendo–, fue de él”, comenta un importante asesor de Educación, haciendo alusión al episodio en la Cámara que terminó con el rechazo de los diputados a la posibilidad de que los sostenedores pudieran arrendar el recinto donde operan sus colegios.
“Él trató de acercarse a (Hernán) Herrera y todo ese lote, trató de derechizar un poco el proyecto. Conversa más con Herrera y con la Iglesia que con la izquierda, pero no hace una buena gestión para lograr sacar el proyecto adelante”, asegura la misma fuente.
En el Congreso los parlamentarios del ala más progresista de la coalición comparten esa opinión, asegurando que Palma no se lleva bien con la bancada estudiantil, ni con los diputados que han querido profundizar los cambios que implementará el proyecto.
De hecho, Giorgio Jackson plantea sus reparos sin recurrir al off the record: “Yo no he visto cómo la reestructuración de los equipos haya tenido un correlato en el mejoramiento del proyecto que se está discutiendo. Pero espero que en el Senado se pueda manifestar esta articulación sin que eso signifique una prostitución de los principios de la reforma”.
Andrés Palma no quiso comentar estas críticas.

FUENTE: EL MOSTRADOR

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