jueves, 20 de noviembre de 2014

Desde la propia DC reconocen la debilidad del jefe del MOP

Viento en contra para Undurraga

Si la vinculación con Pentagate ha sido un dolor de cabeza para el ministro, tanto en la DC como desde el propio MOP reconocen que la situación más delicada para Undurraga son ciertas debilidades de su gestión, puntualmente en materia de concesiones. En el oficialismo explican que la reactivación económica es una prioridad para la Presidenta Bachelet y, para cumplir ese objetivo, aquellas son un factor clave.
No son días fáciles para el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, más aún cuando su nombre circula una y otra vez en el listado de posibles remociones en el cambio de gabinete que tiene en carpeta la Presidenta Michelle Bachelet. Si bien hasta ahora ha contado con el férreo respaldo de su partido, la DC, lo cierto es que en la misma colectividad reconocen transversalmente que se está haciendo bien difícil mantener esa defensa cerrada, debido al mal manejo del secretario de Estado ante las vinculaciones que le han hecho con el Pentagate y a las debilidades que ha mostrado en su propia gestión en el MOP.
Los rumores de cambio de gabinete están a la orden del día en el oficialismo, son “muy fuertes”, reconocen, pero como es conocido el rechazo de Bachelet a que sus decisiones sean o se vean pauteadas por los partidos y la prensa, en estos días en las más altas esferas de la Nueva Mayoría y La Moneda se está acuñando una frase entre dirigentes y autoridades que describe a la perfección el clima político del momento: “Dejen de hablar del cambio de gabinete para que la Presidenta pueda hacerlo”.
Sin embargo, las conversaciones en privado apuntan a que Undurraga sí estaría en la lista de candidatos a dejar el gobierno y que en la DC “se está asumiendo esa situación” como algo inevitable. Es más, precisan que los errores cometidos por el ministro “dejan poco espacio para reclamar a La Moneda” en caso de que lo saquen del gabinete, aunque se trate de uno de los “príncipes” emblemáticos de la falange.
Nadie se atreve a precisar que el partido se resignó y que ya lo dejaron caer, sin embargo, usan otras expresiones para graficar la situación: “La DC ha pedido cambio de gabinete y, cuando lo hizo, se estaba consciente de que un daño colateral sea la salida de Undurraga y eso se sabía que puede pasar”, explica un alto dirigente de la colectividad.
Otros agregan que “efectivamente hay frustración e inquietud por el ministro Undurraga, se ha manejado mal, esa es una sensación colectiva en el partido”, como precisó un senador.
Hay coincidencias en que, desde el momento en que en la primera quincena de octubre se hizo público que la ex fundación de Undurraga, Ciudad Justa, había recibido pagos por 4 millones de pesos de parte de Penta por un informe, sus explicaciones –agregó un parlamentario– no han sido buenas. “Ocultó información, cuando debió contar toda la historia y decir toda la verdad, no lo hizo”, sentencian desde La Moneda, mientras que en la falange son varios los que dicen que su error más grave es que “no fue transparente” y que “se ha manejado muy mal”.
El problema de eso, coinciden en el gobierno y la DC, es que al contar parte de la historia solamente, La Moneda ha estado permanentemente sorprendida por antecedentes nuevos que salen en la prensa. Basta recordar que 10 días después de la primera información se conoció el dato de la botillería Las Bananas, en Pudahuel, cuya dirección es la que aparecía en el Registro Civil como domicilio y sede de Ciudad Justa. Cuando eso se supo, Undurraga dijo que eso se debía a que “un destacado dirigente social de base facilitó el inmueble de su casa para que fuera el primer domicilio de la Fundación”, lo que fue contradicho por el afectado, Mario Carrasco, quien señaló que “la fundación nunca ha funcionado aquí y no recuerdo que alguien me haya preguntado si podían poner mi dirección”.
Nadie se atreve a precisar que el partido se resignó y que ya lo dejaron caer, sin embargo, usan otras expresiones para graficar la situación: “La DC ha pedido cambio de gabinete y cuando lo hizo, se estaba consciente de que un daño colateral sea la salida de Undurraga y eso se sabía que puede pasar”, explica un alto dirigente de la colectividad. Otros agregan que “efectivamente hay frustración e inquietud por el ministro Undurraga, se ha manejado mal, esa es una sensación colectiva en el partido”, como precisó un senador.
Luego vino la publicación de un mail en que uno de los asesores de Undurraga en la fundación recordaba a Hugo Bravo (ex hombre clave de Penta) el pago “para Alberto”, en circunstancias que la defensa del ministro inicialmente se basó en que el pago de 4 millones fue por un informe que sí se realizó y en una fecha cuando él ya había dejado Ciudad Justa.
“El problema no es que haya algo ilegal, sino que contó una parte de la historia, después sale otra distinta y ahora no se sabe hasta dónde puede llegar este tema, eso es lo grave”, precisaron en el gobierno.
El timonel DC, Ignacio Walker, lo ha defendido a brazo partido desde el primer momento, recalcando que el ministro es “un lujo de servidor público”. Ese es un tema no menor, ya que en Palacio dudan que el senador no trate de afirmar al secretario de Estado, más aún si –recuerdan en el gobierno– cuando estalló el problema de la Fundación Ciudad Justa, en La Moneda efectivamente “se pensó en sacarlo, se evaluó y no prosperó por la presión de la DC”.
Es que se trata de uno de los exponentes del principado falangista, pero no sólo eso, sino que la presencia de Undurraga en el MOP responde a un diseño y apuesta de su partido para este segundo mandato de Bachelet: optar por ministerios que les permitieran potenciar la imagen del partido, el sello de una buena gestión sin pagar los costos de ser gobierno, como sucede con carteras complejas como el Ministerio del Interior, la de Salud o Educación, razón por las que renunciaron a ellas cuando se formó el gabinete.
“Undurraga se suponía que llegaba al MOP para lucirse y ahora ese diseño fracasó”, recalcó un parlamentario DC.
Agregan en el partido que ahora el margen de Walker para defender a Undurraga no es mucho, más aún si “lo sacan del gabinete junto a otros, no sólo a él, ahí el presidente del partido no tendrá mucho espacio para reclamar”. En la falange dicen que las opciones de conflicto se reducen más todavía si en el marco de los cambios de gabinete se cumple el anhelo de la directiva de tener a una figura cercana a la mesa en el seno del comité político.
En los cambios de gabinete caen justos y pecadores y en el caso puntual de Undurraga no habría nada que reclamar.
Pero si la vinculación con Pentagate ha sido un dolor de cabeza para el ministro, tanto en la DC como desde el propio MOP reconocen que la situación más delicada para Undurraga son ciertas debilidades de su gestión, puntualmente en materia de concesiones. En el oficialismo explican que la reactivación económica es una prioridad para la Presidenta Bachelet y, para cumplir ese objetivo, aquellas son un factor clave.
Señalan que Undurraga comprometió ante La Moneda cierto nivel de resultado en esta área “y no ha cumplido nada”, sostienen en Palacio: las licitaciones están atrasadas. Agregan que “es temeroso”, que “no está gestionando”, que “no concreta” y el resultado de eso es que no se vislumbra “ni un kilómetro de carretera por construir en el horizonte”.
“Eso lo tiene en la cuerda floja más que cualquier otra cosa”, reconocieron en la propia DC.
Lo concreto es que cuatro de los cinco proyectos de la cartera de concesiones del gobierno han sufrido retrasos en sus procesos de licitación, al punto que, a principios de mes, el propio Undurraga tuvo que salir a sortear las críticas: “A mí me gusta trabajar con metas ambiciosas y eso es positivo para el país (…). Puedo asegurar que de aquí al 12 de marzo podemos reunirnos a analizar el cumplimiento de una cifra mayor a los US$ 1.100 millones comprometidos en el sistema de concesiones”.
En el MOP afirman que el problema con las concesiones es real, que efectivamente hay un atraso considerable, en parte por la responsabilidad del ministro, pero también por otros factores, como el hecho de que creen que la derecha “está frenando intencionalmente el país” y porque se han producido otras situaciones, como fue el caso de la licitación del aeropuerto, donde se registraron más de dos mil consultas previas, lo que obligó a aplazar el proceso.
Este punto no deja de ser menor. Basta recordar que hace solo unos meses el ex Presidente Ricardo Lagos habló de “falta de decisión política” y cuestionó públicamente las falencias en la agenda de concesiones y la necesidad de recuperar el ritmo que había hace más de una década. En esa ocasión, hubo un despliegue DC para apoyar a Undurraga, que fue desde el ex mandatario Eduardo Frei, pasando por Walker y el resto del partido.
La propia Presidenta le ha dado más de una vez espaldarazos. No hay que olvidar que ella lo privilegió –por sobre la opción de Guido Girardi– durante la campaña senatorial por Santiago Poniente, y desde que apareció públicamente la información del pago de Penta a Ciudad Justa, la Mandataria lo llevó a la gira por Alemania y España para una serie de reuniones al más alto nivel y ha salido, con casco y todo, a su lado, hablando de la importancia de las concesiones. Dicen que, si bien eso fue un respaldo, también fue una manera de Bachelet “de ponerle toda la presión al ministro para que apure el tranco y salde sus deudas”.
Es sabido que Undurraga es una persona del agrado de la Presidenta Bachelet, pero a pesar de eso tanto en la DC como en la propia Moneda reconocen que “lo que se necesita es menos Power Point y más cemento en esa cartera”.

FUENTE: EL MOSTRADOR

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