sábado, 14 de junio de 2014

Reportaje

Diagnóstico de la UDI: Solos. Amplitud los desafía y Nueva Mayoría insiste en criticar actitud del partido opositor

14/06/2014 |
Por Equipo Cambio21
¿Se están quedando sin compañía los discípulos de Jaime Guzmán? Desde todos los sectores políticos los llaman a la apertura ante los cambios que experimenta el país, pero en respuesta la UDI endurece sus críticas al gobierno y le pide “prudencia” a RN.
Partamos por la buena noticia para la Unión Demócrata Independiente: la directiva que comanda el diputado Ernesto Silva, junto al secretario general de la tienda, Javier Macaya, visitaron al nuevo timonel de Renovación Nacional, Cristián Monckeberg, con lo que iniciaron una fase de abuenamiento en las siempre tirantes relaciones que sostienen entre ambos partidos.
 
La mala noticia: uno de sus diputados debutantes, Felipe de Mussy, aparte de admitir que fuma marihuana, llamó a sus correligionarios a abrirse al debate sobre la Ley 20.000 que despenaliza el autocultivo de cannabis sativa.
 
La postura va en contra de los postulados de la UDI, según lo expresó el senador y vicepresidente Iván Moreira, quien cuestionó la decisión del alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, de impulsar un programa de consumo de esta droga que busca ayudar a cerca de 200 enfermos terminales.
 
Y no sólo eso: el edil capitalino está virtualmente renunciado el gremialismo y descargó fuerte artillería hacia las opiniones valóricas y políticas de la entidad de calle Suecia. Y por si fuera poco, admitió cercanías con el ex ministro y ex candidato presidencial de la Nueva Mayoría, Andrés Velasco, cabeza del movimiento Fuerza Pública. Incluso lo definió como un "rock star", lo que habla de la admiración que siente por el economista.
 
Matemáticas no ayudan
 
Y como los males nunca llegan solos, apareció la encuesta Adimark de mayo con el alza de tres puntos en la aprobación de la presidenta Michelle Bachelet (del 53 al 56%) y la baja de seis unidades en el respaldo de la derecha (del 32 a 26%), lo que generó críticas de la Nueva Mayoría (que mantuvo el 44% de apoyo) y un fuerte mea culpa opositor.
 
Osvaldo Andrade, timonel socialista, aseguró que "la Alianza tiene la dificultad de no estar en sintonía con la ciudadanía", por lo que cree que "hay que darle un poquitito más de tiempo, unos 4 u 8 años, para que resuelvan sus problemas".
 
En tanto, Nicolás Monckeberg, jefe de los diputados de RN, dijo que "tenemos una tarea muy importante por delante y debemos mejorar la coordinación como bloque y llegar con un mensaje más unitario a los chilenos".
 
En simple, el analista Max Colodro afirmó que "no ha habido desgaste político del gobierno" y que la remontada de Bachelet "está muy influenciada por lo que fue el discurso del 21 de mayo en el Congreso" y porque "las reformas importantes ya se empezaron a procesar".
 
"El partido del no"
 
¿Se están quedando cada vez más solos los discípulos de Jaime Guzmán? El propio Andrade no tuvo empachos en definir el actuar de la UDI en la relación que sostiene con La Moneda, en el que las críticas a los anuncios y a las reformas que se tramitan en el Parlamento, con presentaciones en la Contraloría, videos, panfletos y acusaciones de falta de diálogo incluidos, se ganaron una dura reprimenda del oficialismo.
 
"Parece que a la UDI le gusta la soledad y se siente cómoda. Cuando hay un partido que vive de la nostalgia, no es raro que la soledad sea una buena compañía. A mí me causa extrañeza, porque con la irrupción del diputado Silva como presidente se auguraba, según sus propias declaraciones, un momento distinto y de mayor disposición. Pero desde su condición de partido de oposición se han transformado en el partido del no, lo que es una pena", expresó.
 
Para Pedro Araya, senador independiente, las disputas con el gremialismo "no le hacen bien al sistema político en su conjunto, porque nos guste o no esa colectividad representa a un sector importante de la sociedad chilena. Y como minoría, también tienen puntos de vista que hacer valer. Pero tampoco pueden transformarse en una estamento intransigente que no quiera discutir nada o cambiar nada".
 
"Tienen que darse cuenta que la sociedad chilena cambió y que ellos tienen que ser también reflejo de esta etapa de cambios. No pueden pretender seguir anclados a un modelo que se construyó en los años 80 cuando el país era distinto al de ahora", declaró a Cambio21.
 
A manera de advertencia, el legislador negó que esta estrategia pueda servirle para las próximas campañas municipal (2016) y parlamentaria (2017). "No los va a ayudar mucho, porque al final del día los chilenos en general se dan cuenta de que hay una actitud obstruccionista en vez de buscar acuerdos. Una cosa es decir que un tema puede por un camino determinado y otra muy distinta es no querer dialogar nada e intentar que todo siga igual. Y eso les va a terminar pasando la cuenta ante la ciudadanía", manifestó.
 
"Todos los proyectos de ley hay que revisarlos en su mérito", contestó de vuelta el senador de la UDI Jaime Orpis. A su juicio, "en algunos estaremos de acuerdo y en otros menos de acuerdo. Siempre estaremos abiertos al diálogo, pero me parece que más allá de lo lejano o cercano que podemos estar, la labor nuestra es revisar las propuestas".
 
"En los textos que tengamos aproximaciones, como el tratamiento del Multirut, que podría tener un respaldo transversal, ahí vamos a estar, mientras que en otras habrá diferencias. El asunto es que tiene que haber flexibilidad para los efectos de analizar todos lo que salga del gobierno", destacó para esta crónica.
 
"La UDI es la oposición", no RN
 
Entre tanto cuestionamiento, el experto Pablo Lira explicó que "no es negativo" que la UDI haya optado por reprochar todas las políticas y anuncios que emanan del gobierno a contar del 11 de marzo.
 
"Están cumpliendo un rol importante, porque al final de cuentas fue La Moneda la que le dio una posición de fuerza a este partido. Para el Ejecutivo y los partidos de la Nueva Mayoría la UDI es la oposición y hacia la UDI son los ataques frontales más que a RN. ¿Por qué? Por una lógica bien simple que se refiere al tamaño de su representación en el Congreso. Se parte de ahí", indicó a este medio.
 
"Además, tiene que existir un rol fiscalizador que sirva para tutelar y vigilar, pero también hay que tener una postura abierta a los proyectos, pero siempre que el gobierno también oiga a la oposición", complementó.
 
Víctor Maldonado, secretario nacional de la DC, admite ese "derecho" que tiene la UDI para ser un partido vigilante y también el papel de "comandante de la derecha" que ha sostenido desde marzo a la fecha, pero enfatiza que en el último tiempo "solamente se representa a sí misma".
 
"En la Nueva Mayoría tenemos una coalición trabajando unida, mientras que en la Alianza hay distintas aproximaciones hacia la voluntad de avanzar en las reformas políticas. Lo importante es cómo actúa la UDI en este ítem, aunque hay entender que cada partido y movimiento de la oposición está operando con personalidad propia. Ya no hay un bloque monolítico", expresó.
 
El sociólogo consigna que "antes también hubo atisbos de diálogo, lo que no existió fueron acuerdos. Eran conversaciones que no llegaban a puerto. Ahora el puerto se ve a la vista".
 
El pasado los condena
 
Si bien el apretón de manos con la cúpula de RN busca terminar la "instalación" de las nuevas directivas y actuar coordinados y con "mucha complicidad" de ahora en adelante, aún resuena en el ambiente la declaración de Cristián Monckeberg en la que admitió sentirse "más cercano a la Democracia Cristiana que a la UDI" y que "no aceptaremos vetos" del partido aliado, lo que fue duramente contestado por Ernesto Silva, quien sugirió revisar la continuidad del pacto aliancista.
 
"Trataría ser muy prudente con el tipo de declaraciones que se hacen a nivel interno. Ahora, si se vuelven a hacer, que sea cuando se agoten todos los mecanismos de trabajo. Los grandes líderes políticos están llamados a avanzar en la unidad", acotó el senador Orpis.
 
En su opinión, "el esfuerzo primero está en fortalecer la Alianza y que las nuevas directivas que acaban de asumir vuelvan a reconstituir las relaciones y proyectarlas hacia el futuro. Por lo tanto, lo que yo esperaría es que hagan esa labor, porque eso es lo que está esperando nuestro electorado".
 
En tal contexto, el investigador Pablo Lira recuerda que "durante el gobierno de Piñera el bloque no se pudo afianzar políticamente. Partió como la Coalición por el Cambio y después se transformó en la vieja Alianza de dos partidos, a la cual hoy se quieren sumar los movimientos Amplitud y Evópoli".
 
"Lo primero que hay que hacer es fortalecer los liderazgos internos y dar señales de una derecha mucho más abierta, como lo expresó Monckeberg al asumir la testera de RN, lo que incluye el acercamiento con el ministro Rodrigo Peñailillo (Interior) y la reunión con la fundación Iguales, que son acciones distintas a las de la UDI durante estos meses. Ellos se mantienen cerrados a los diálogos y a los cambios, diferencia que desde siempre han tenido ambos partidos", sentenció.
Era que no, los fantasmas del pasado aún viven en la derecha.
 
"Prima el caudillismo"
 
Joaquín Godoy, diputado de Amplitud, manifestó en estas páginas que la declaración de voluntades que mostraron los partidos de la Alianza es útil para mejorar sus propios conflictos internos más que por el bien de toda la oposición.
 
"La prueba de ello es que el presidente de Renovación Nacional se dedicó a darle duro a la UDI. Por ende, era bien evidente que citaran a una reunión para limar sus asperezas. Ambos tienen muchas diferencias y no siempre las manejan de la mejor manera. Y eso provoca que la gente se dé cuenta de que vemos a una oposición muy poco coordinada", cuestionó.
 
"Amplitud no necesita nuevos tratos. Nosotros trabajamos y participamos en las reuniones de trabajo correspondientes", destacó.
 
- ¿Cómo se llevan con la UDI?
- Tenemos importantes diferencias ideológicas con ese partido, lo que no quita que conversemos y dialoguemos con ellos e intentamos convencerlos de que hay posiciones que hay que tomar y que son distintas a lo que creen y que son importantes para la ciudadanía y que debería liderar la Alianza. Es una relación fluida. Entendemos que somos diferentes, pero nos respetamos, y esa es la manera para trabajar dentro de una coalición.
 
- ¿Veremos algún día a la derecha como un conglomerado que supere a sus dos partidos grandes?
- Creo que las cosas poco a poco se han ido tomando su curso, por lo que espero que pronto podamos tener una situación mucho más ordenada y con mayor claridad respecto a la toma de decisiones. Es un desafío muy importante, porque hay que pensar que ni siquiera cuando fuimos gobierno hubo coordinación entre la UDI y RN. Las dificultades provocadas por las peleas del pasado marcaron mucho el devenir de la coalición.
 
- ¿Aún quedan heridos tras las renuncias en RN?
- Renovación aún tiene problemas internos que son muy graves. En el Senado piensan una cosa, en la Cámara otra y tienen mucho que resolver. Y en la medida que lo hagan se darán mejores relaciones con las otras agrupaciones de la Alianza. Ahora, si eso no ocurre será más complejo entenderse con RN. Tienen visiones diferentes y prima el caudillismo y eso dificulta todo.
 
FUENTE: CAMBIO 21

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