Araucanía: aniquilar o reconocer al pueblo mapuche. Por Mirna Concha, periodista (*)
23/06/2014 |
Somos un país profundamente racista y discriminador, una raza soberbia y arrogante que reacciona al ver amenazados sus intereses. Tal como les describe la palabra, los pueblos originarios, y no me refiero solo al mapuche, pues la Ley indígena del 5 de octubre de 1993 reconoce además a los aymara, rapa nui, atacameños, quechuas, collas, diaguitas, alacalfues y yaganes, habitabaneste territorio antes de la conquista.
Hoy son sus descendientes quienes levantan la voz y es obligación del Estado democrático "respetar, proteger y promover el desarrollo de los indígenas, sus culturas, familias y comunidades, adoptando las medidas adecuadas para tales fines y proteger las tierras indígenas, velar por su adecuada explotación, por su equilibrio ecológico y propender a su ampliación", señala el Artículo 1º de la Ley Indígena.
La normativa fue dictada tras el retorno a la democracia junto con la creación de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI), devolviéndoles los derechos que les otorgaba la Ley India 17,729, ratificada en 1972 por el gobierno del Presidente Salvador Allende. El general Augusto Pinochet dicto, el 22 de marzo de 1979, el decreto ley 2568 que les "redistribuía" las tierras. Sin embargo, y tal como lo explicaraen 1978 la periodista Anne Marie Mergier, la ley buscaba hacer desaparecer al pueblo mapuche como tal, plan que culminaría en cinco años. "Ya no existen mapuches, porque todos somos chilenos", dijo Pinochet en Villarrica al anunciar la promulgación de aquella normativa.
Hoy cuando el Intendente Francisco Huenchumilla se hace cargo frontalmente del tema, que no es más que aplicar la legislación indígena vigente para avanzar hacia la paz social, la derecha siente amenazados sus intereses y por cierto reacciona, pues ellos, al igual que el dictador, no reconocen su condición de pueblo con todo lo que el concepto significa: cultura, lengua, tradición y cosmovisión.
"Chile, para que se reconcilie, tenemos que jugar con la verdad. No sigamos ocultando la realidad, si ocultamos la realidad no vamos a tener solución", dijo el Intendente que sin duda ha puesto el dedo en la llaga, pero que cumpliendo el mandato de la Presidenta Michelle Bachelet, ha abordado de frente un tema que por demasiados años ha quedado postergado, no obstante las políticas públicas impulsadas durante los más de 20 años de gobiernos de la Concertación.
Ante el ojo crítico, el Intendente avanza y en este solsticio de invierno, nuevo ciclo, año nuevo, Machaq Mara, WiñolTripantu, ha manifestado "que no puede estar solo dando la pelea". Y Huenchumilla tiene razón, pues reconocer la existencia y devolver la dignidad al pueblo mapuche, ya todos los pueblos originarios, es tarea de la sociedad en su conjunto. Solo entonces habrá paz social.
(*) Autora de diversos artículos en materia de derechos humanos y temática mapuche, se ha desempeñado como asesora comunicacional en instituciones públicas, organismos no gubernamentales y empresa privada
FUENTE CAMBIO 21
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