martes, 3 de abril de 2012

Lo que dejó la primaria de la Concertación: satisfacción, tensiones y un irrefrenable deseo de que octubre llegue pronto. Siete claves

Por Guillermo Arellano
La elección en casi 150 comunas del país validó un proceso que le entrega a la ciudadanía el sano derecho a elegir a sus representantes. Rechazar esta manifestación de voluntad soberana atenta contra el espítitu democrático que imperó en la jornada, por mucho que haya habido acarreo.
El proceso de primarias de la Concertación, que en un principio era mirado con resquemor por el mundo político, terminó transformándose en un acto que pauteó el inicio de abril y que dejó diversas tareas para esos mismos críticos, como también para sus protagonistas.

Primero, dejó en evidencia que existe un deseo de llegar a la unidad a la elección municipal de fines de octubre, donde la meta es presentar un solo candidato a alcalde por la oposición en las 345 comunas del país, asunto que cobrará real importancia con el pacto por omisión que se oficializará en estos días con el Partido Comunista.

Segundo, pone a prueba a los candidatos que resultaron derrotados en la elección del pasado domingo, respecto al apoyo que tendrán que entregarle a los ganadores, siendo el caso de Valparaíso el más emblemático tras el triunfo del ex alcalde DC Hernán Pinto frente a la ex ministra de Bachelet, Paula Quintana. La militante PS advirtió que no respaldará en la campaña al ex edil, cosa que no fue apoyada ni por timonel socialista Osvaldo Andrade, ni por el su par de la falange, Ignacio Walker.

Tercero, provocó que en la Alianza oficialista salieran declaraciones que hablan de una "envidia sana" ante la primaria de la Concertación, como lo señaló el diputado de RN Pedro Pablo Browne. Sin embargo, desde la UDI, su nuevo presidente Patricio Melero, criticó las votaciones al hacer mención al "acarreo" que se vio en casi todas las comunas y a las críticas cuzadas que se vieron en las comunas donde el escrutinio resultó estrecho entre los competidores.

Cuarto, aceleró el debate en torno a la ley de primarias con financiamiento del Estado para todos los partidos y en todos los procesos políticos, como elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales. El proyecto de ley no cuenta con urgencia legislativa desde el gobierno, por lo que se prevé otro flanco de diferencias entre la Alianza y la centro-izquierda.

Quinto, validó un proceso que le entrega a la ciudadanía el sano derecho a elegir a sus representantes, dado que la primaria del fin de semana pasado incluía a los independientes y personas sin militancia política. Rechazar esta manifestación de voluntad soberana atenta contra el espítitu democrático que imperó en la jornada. La gente pidió participar, pues bien, aquí tuvo una primera prueba, dado que previo a este procedimiento, los cuatro partidos tuvieron pre-primarias en el mes de enero para escogar a sus candidatos, donde también se permitió la participación de independientes.

Sexto, puso sobre la mesa el tema del "acarreo" o traslado de votantes a los lugares de sufragio, práctica que es utilizada por todos los partidos políticos en los diversos procesos electorales, tantos externos como internos. El diputado Andrade planteó que aprobada o no la ley de primarias en el Congreso, sería un "buen gesto" que, por ejemplo, se habiliten líneas del transporte público gratuitas para las personas que quieran ir a votar en una elección dada. También es opinión de otros actores políticos que se norme esta situación, dado que posibilitaría una cierta dosis de igualdad entre aquellos candidatos que tienen los medios económicos para financiar el acarreo versus aquellos que no lo tienen.

Séptimo y final, sirvió de antesala para la próxima campaña de octubre y dejó "servida la mesa" para aquellos precandidatos que perdieron, pero que podrían seguir en terreno pensando en la elección parlamentaria del próximo año. Y además, movilizó y sacó a la calle a los partidos de un bloque que en casi todos los sondeos de opinión marca una aprobación exigua y un alto rechazo ciudadano. La tarea principal es clara: mantener el esquema y no permitir que el otoño y el frío invierno congele el trabajo en terreno que, con matices, se vio en la campaña veraniega de las primarias. Todos los partidos ganaron, pero también perdieron. Cerca de 320 mil personas concurrieron a votar, bastante menos de lo presupuestado, aunque "Domingo de Ramos", maratones, recitales, Fidae, entre otras actividades capitalinas fueron un importante distractor a la hora del balance, por lo menos en Santiago. Eso sí, en provincia hubo comunas con récord de participación. Raya para la suma, la prueba fue superada. Veremos que pasa de acá hasta octubre. Aún hay mucho paño por cortar y una unidad que falta por cultivar.

FUENTE: CAMBIO 21

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