lunes, 23 de abril de 2012

Las Primarias y la Responsabilidad Militante, comentario sobre opiniones de Dalton Campos
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Jorge Alejandro Oyarzun Castañeda oyarzun.castaneda@gmail.com
21 abr (hace 2 días)

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ESTIMADAS COMPAÑERAS Y COMPAÑEROS:
 
 
Lo primero que uno debe agradecer es que halla compañeros que se den el tiempo de leer y escribir algunas opiniones sobre el punto expuesto: la “Circular de la Dirección Regional sobre Primarias y Responsabilidad Militante”.

Debo reafirmar que el motivo principal de responder esta circular es el calificativo de “traidores”, para quiénes no defiendan y apoyen “de manera irrestricta“, a los candidatos resueltos por las primarias partidarias y de la Concertación. Igualmente, que me he referido en específico al caso de Chiguayante, donde vivo, milito y voto.

Comparto con Dalton que la decisión personal es fundamental para impulsar un proyecto. En general, cualquier cosa que emprenda un hombre o mujer requiere una buena carga de motivación y “proyecto” personal como condición básica, si bien por si sola no garantiza su éxito. Ahora bien, como estamos en política y formamos parte de un Partido Político, se trata que esos proyectos personales expresen voluntades colectivas. Como señalaban los clásicos del marxismo, en política prevalece lo colectivo por sobre lo puramente personal, si bien hay líderes, por tanto individuos, que expresan y representan esos intereses colectivos mas claramente.

Sobre esto uno se podría extender mucho más, pero no es el caso para ponencias desde la filosofía política. Es suficiente agregar que históricamente en la izquierda, el problema del Partido y su función, han sido motivo de debates fundamentales que en el caso de nuestro Partido, desde la unidad socialista de fines de los ochenta, en mi opinión no se ha abordado seriamente, “electoralizando” la participación militante como bien dice Dalton.

Las reformas estatutarias, ocurridas en este período de la historia partidaria, han tenido ese rasgo común, debilitando aquellas instancias deliberativas como la eliminación de los Provinciales, nula política de fortalecimiento de los comunales, e igualmente nula política de desarrollo institucional, por ejemplo: implementación de sedes regionales o de una página electrónica que no se reduzca a dar a conocer las declaraciones de los parlamentarios y mesa política.

En mi opinión, el tema de las sedes partidarias es muy gráfico: que en todos estos años no halla habido una política institucional para la instalación de sedes por todo el país, es más producto de una acción deliberada con el propósito de precarizar la participación militante en regiones que un mero problema burocrático. En el caso de nuestra región, jamás invirtió la Dirección Nacional en el mejoramiento de la sede que ya hace dos años destruyó el terremoto. En este sentido, se hace complejo criticar al actual gobierno por los retrasos en la reconstrucción pos terremoto cuando no hemos sido capaces de reconstruir nuestra propia sede, con todo lo urgente y necesario que es para este período en que somos oposición.

Retomando el tema principal, reafirmando que el epíteto de “traidores” es indignante y ofensivo, reconozco que no es fácil abstenerse de la crítica “a la persona”, al redactar la respuesta a esa circular. Pero las críticas que he hecho son políticas, incluso las referidas al “ninguneo” por parte de Antonio, a quien igualmente conozco desde hace 1982-83. Al igual que Patricio Fierro por Antonio, en lo personal tengo un gran aprecio por Navarro, pero eso no quita que sea muy crítico con su actuar en política. Por lo demás, siempre el apoyo que brindamos a Alejandro siempre fue sustentado en una posición muy crítica.

En el caso que comentamos, el MAS ha sido absolutamente inconsistente: por una cuestión meramente oportunista no se sumó a las primarias que los propios partidos pencones de oposición impulsaron tempranamente en Penco y ha intervenido abiertamente en las primarias del Partido Socialista en Chiguayante. Allá no, pero aquí sí: no se entiende el criterio que ordena esta posición. Con la misma liviandad de la declaración de la Dirección Regional, uno puede preguntar ¿porqué esa permisividad con el MAS que es presidido por un compañero que abandono las filas del PS por un claro proyecto personal? Los compañeros que apoyaron incorporar en esa circular el concepto de “traidores” ¿usan el mismo concepto con Navarro? ¿Porque con unos sí y con otros no? (Para quienes han seguido estas notas, conocerán la precisión que hice sobre el caso Fulvio-Díaz, sumándome a una observación que realizó Víctor Schuffeneger).

Comparto plenamente con Dalton sobre la carencia de un proyecto socialista de municipio. Es una pregunta que nuestras élites partidarias escasamente han hecho y débilmente impulsado a través de un trabajo serio. Recuerdo el documento base de plataforma programática del PS para las elecciones del 2004, el cual tiene contenidos muy significativos pero que nunca fueron debatidos ampliamente por la militancia, menos al interior de las tendencias-facciones. Fue en esta región y a través de la Comisión Municipal que presidí, donde se dio uno de los pocos casos en el país de debate sobre asuntos más de fondo y de estrategia que meramente electorales. El trabajo de esa Comisión Municipal tuvo el valor de ser transversal y sus opiniones fueron fruto del trabajo colectivo [1]. Reconozco que ha sido un particular proyecto personal tratar de impulsar un debate que traspase las fronteras de las tendencias-facciones, con resultados más bien infructuosos, porque al final del día terminan copando el horizonte las plantillas.

Por tanto comparto, aunque con una precisión que explicito mas adelante, que el éxito de nuestros Alcaldes ha sido fruto de liderazgo que ellos mismos han puesto ha su gestión y no, en lo fundamental, por el apoyo o directrices políticas que el Partido institucionalmente les ha dado. Han sido muchas las comunas con Alcaldes socialistas donde el clima interno ha sido más un lastre que una oportunidad y no conozco un caso en el cual, el Partido, haya podido disciplinar y encausar debidamente el debate interno, sobre todo cuando este esta acotado a la sucesión del Alcalde PS en ejercicio. Chiguayante es solo un ejemplo más, y no se trata de negar la crítica al Alcalde o el derecho legítimo de un militante a sucederlo. Estoy convencido que se trata de las consecuencias de la precarización de la vida interna, que ordenan a los inscritos en el PS en tendencias-facciones para acarrear el voto cuando corresponda. Con esto, es importante reconocer y no desmerecer a muchos militantes, en todas las comunas, que no necesitan que nadie los acarree.

Es probable que muchos de los nominados efectivamente lleguen a ser Alcaldes en octubre próximo, uno de ellos es Antonio. Las dudas están en dos ámbitos: que no todos lo logren y, de lograrlo, como lo harán. Fundamentalmente porque el escenario municipal ha cambiado radicalmente comparado con las ultimas cinco elecciones municipales, desde 1992. No viene al caso hacer un análisis del cómo ha sido el desarrollo municipal o movimiento municipalista una vez recuperada la Democracia. Sobre el particular tengo una opinión y me parece importante solo enunciar algunos aspectos relevantes. Primero, la forma como se ha ido resolviendo el problema de quien se constituye en Alcalde y quienes en Concejales, una vez realizada la elección, ha cambiado para cada escenario electoral. Esto da cuenta de la falencia en sintonía del sistema electoral con la real representación ciudadana de las autoridades electas. Lo señalado es evidente y nada nuevo, y nuestra “clase política” ha sido prodigiosa en adecuar procedimientos pero sin modificar un ápice el modelo municipal chileno.

Segundo, el fuerte impacto local de políticas publicas de inversión social desde el Estado, sea de forma centralizada o a través de los Gobiernos Regionales, fueron herramientas fundamentales para “mostrar logros” en la gestión de los alcaldes. Esto da cuenta de municipios que más bien “administran el territorio” y no de municipios que “gobiernen el territorio”. ¿Eso quiere decir que los Alcaldes hasta ahora han sido meros administradores del territorio? Sí, pero no necesariamente en un sentido absoluto. Nadie puede desconocer el liderazgo de los Alcaldes en todos estos años, eso es innegable. Pero, dado el modelo municipal chileno, los únicos municipios dónde efectivamente ha habido una gestión con rasgos de “gobierno comunal”, son aquellas  que cuentan con holgados ingresos propios para desarrollar iniciativas, independiente de recursos traspasados por el Estado. Esos municipios son contados con los dedos de una mano: Las Condes, Vitacura, Providencia, Lo Barnechea, precisamente donde se radica la gran burguesía nacional, sobre todo las dos primeras.

Resumidamente y para no alargarme en el punto anterior, creemos que lo que viene no es un período centrado en la eficiente “administración de la comuna”, que sin duda es importante, sino un período con mayores exigencias en materia de “gobernabilidad comunal”, la cual estará sustentada mas en la iniciativa propia que en la propia normativa institucional municipal. La simple administración comunal apoyada en liderazgos de estilo tradicional no es suficiente y estaremos de acuerdo que es esta una de las principales razones para el cuestionamiento, a la continuidad en sus cargos, a quienes llevan varios períodos ejerciéndolos  ¿Por qué? porque todos hemos compartido que se requiere apostar más a los movimientos sociales, la participación y empoderamiento de los ciudadanos ¿para qué? Para enfrentar la “principal incapacidad”[2] de los gobiernos de la Concertación que es “superar la desigualdad”[3].

Es en este contexto, las dudas Políticas que hemos manifestado son consecuencia del análisis del escenario en que actualmente nos movemos y no de rencillas personales. Señalé anteriormente, que si Tomas deseaba ser Alcalde por otro período requeriría legitimar su opción, tanto al interior del PS como las fuerzas políticas que lo respalden, a través de procedimientos más inclusivos y amplios. Por su parte, la crítica a Antonio se enfoca en su incapacidad de superar el “antisolisismo”, lo que no es solo un decir, es un tema mas profundo ya que en su opción la “rencilla personal” ha terminado siendo determinante en el carácter de su legítima aspiración a ser el próximo Alcalde, por tanto, es su responsabilidad que así halla sido y no de quienes opinamos y tomamos posición respecto del escenario comunal.

Ha habido errores de ambos lados en la forma como han asumido sus legítimas aspiraciones en este escenario: uno buscando su continuidad básicamente a través de la proclamación interna y el otro apelando a las ya descritas, tradicionales y conocidas practicas internas para fortalecer su opción. Pero, hay ámbitos mas de la subjetividad que sin duda pesan al momento de tomar decisiones, y sería bueno tenerlas presentes para comprender mas acabadamente la posición de uno y otro. Pero, como ya señalé, la Dirección Regional más bien ha dejado hacer en el caso de esta comuna.

Por ahora, creo que lo correcto es evaluar con más amplitud en dos o tres meses más y buscar una decisión de conjunto, ojala con toda la oposición, para lo que habrá que poner mucha voluntad. No debe ser una mera evaluación electoral, basada en encuestas por ejemplo, las cuales igualmente serán importantes. Debe ser una evaluación política, sobre los temas de fondo que den sentido a generar capacidades de gobernabilidad en la futura administración municipal para ponerla en sintonía con los desafíos nacionales de lucha contra la desigualdad.

El desafío político, mirando hacia delante, es Luchar contra la Desigualdad y ese es un desafío mayor que requiere consensos sociales y políticos mayores, los cuales deben ser construidos igualmente a escala local, en cada comuna, en cada municipio. De ahí las dudas de que se logre la meta en Chiguayante: alcalde de la oposición y ojala socialista. De lograr la meta: las dudas están en la capacidad de instalar un gobierno comunal del conjunto de la oposición, con un programa claro para abordar a escala comunal, el problema de la Desigualdad.

Para poner en positivo la situación actual, Dalton enuncia algo fundamental: esta “es una carrera que no podemos darnos la posibilidad de perder”. Estoy de acuerdo y creo que aun hay tiempo para tomar buenas decisiones.

Al igual que Tomás hace una semana, hoy sábado 21 de abril, ha salido una entrevista a Antonio en el Diario Concepción. Hay una opinión pero persisten dudas: ¿Por qué responsabilizar a un equipo de una mala relación entre dos liderazgos y precisamente al del equipo contrario? No solo no parece una interpretación muy justa, tampoco parece seria.

Finalmente, si algunos compañeros de la Dirección Regional creen que el Uno de abril pasado se cumplió la tarea y lo que viene es disciplinar, están equivocados.



JORGE OYARZUN CASTAÑEDA
Militante de Chiguayante


[1] Esto quedo corroborado en la Conferencia Nacional que se realizo meses antes de esas elecciones. En la Comisión Municipal, cuando se trabajo en plenaria dando la palabra a cada región, la del Bio Bio fue la única que no puso el eje de su intervención en los temas de cupos y pugnas internas partidarias y entre partidos de la Concertación. A mayor abundamiento, el análisis electoral del PS, fue fundamental para ordenar el trabajo del resto de los partidos en la región del Bio Bio.
[2] Documento resoluciones XXIX Congreso PS
[3] Idem.

PUBLICACION AUTORIZADA POR : JORGE OYARZUN CASTAÑEDA

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