Frente Amplio Unitario

Entrevista

Senadora electa Adriana Muñoz: “La escasa representatividad de las mujeres en el parlamento es una vergüenza”

02/01/2014 |

Por Lorena Venegas.

La primera presidenta de la Cámara de Diputados y electa senadora por Coquimbo está contenta. Junto con el presidente del Senado Jorge Pizarro (DC) rompió el binominal, y con una alta votación propia, logró salir elegida en esa región, más que doblando a los candidatos de la derecha. Reconoce que hace falta una ley de cuotas que regule la equidad de género en el parlamento, pues considera lamentable el número de mujeres en las Cámaras. Con una dolorosa relación con la dictadura, aplaude el septiembre negro de la derecha y el cierre del Penal Cordillera. En Cambio21, conversamos con la actual diputada PPD y nos contó sus proyecciones para el Congreso.

Junto a su compañero de lista, Jorge Pizarro (DC), la actual diputada Adriana Muñoz (PPD) logró obtener -el pasado 17 de noviembre- un doblaje en la región de Coquimbo. Contra los pronósticos, pues asegura en entrevista a Cambio21 que su liderazgo femenino no difundía esperanzas, tuvo una alta votación llegando al cupo sin ser favorecida por el binominal.

Durante la época de la dictadura, justo después del golpe de Estado, fue exiliada radicándose en Viena, Austria. Regresó a Chile 1982 y más tarde se integró al Partido Socialista. Participó en movimientos feministas y después en la fundación del PPD, al cual actualmente representa.

Entre 2002 y 2003 se convirtió en la primera presidenta de la Cámara de Diputados. Admite que la equidad de género en el parlamento es una vergüenza. La ley de cuotas ha sido rechazada y considera lamentable, que teniendo mujeres en Chile como Michelle Bachelet o ella misma, que han demostrado un liderazgo amplio en las votaciones, se pierdan otras simplemente porque los partidos no apoyan una mayor representatividad femenina.

 

En Cambio21 conversamos con la electa senadora, socióloga y cientista política de profesión, quien, evaluó el pasado septiembre negro de la derecha, vislumbró el panorama para el Congreso, habló sobre temas valóricos y de su rechazó el binominal.

 

Obtuvo doblaje junto a Jorge Pizarro, lo que significó la ruptura del binominal histórico en la región de Coquimbo, ¿a qué adjudica la votación?

Yo creo que mi candidatura fue un trabajo regional, yo trabajo hace varios años en el noveno distrito y creo que eso marcó la diferencia. Logré sacar mucha votación también en el octavo distrito con un trabajo de hace mucho tiempo con los temas fundamentales de la región. Sin duda, este es el reconocimiento a eso, al compromiso.

¿Cree que debe eliminarse el binominal?

Yo creo que debe eliminarse completamente, a mí no me gusta esta reforma que se está proponiendo. Si creo que hay que trabajar en abrir el debate, pero al menos eliminar el guarismo 120 es un paso, sin embargo creo que no debe regirse por el sistema de siempre.

Usted fue la primera mujer en presidir la Cámara de Diputados, ¿qué opina de la equidad de género en el parlamento?

Creo que da lástima. Pienso en Chile, país integrado a la OCDE y es realmente una vergüenza. La cantidad de mujeres en las Cámaras es lamentable, siempre en el margen. No hay una integración real de las mujeres, ni siquiera de un 60 y 40 como hemos propuesto. No se ha sacado la ley de cuotas, no se ha podido avanzar. Es absolutamente malo, sobre todo en un país donde tenemos a parlamentarias sumamente capaces y en un Chile que elige por segunda vez a una mujer para liderar el gobierno, parece casi insólito.

¿Estaría dispuesta a impulsar una ley de cuotas?

Sí, creo que hay que volver a plantearlo. No da para más esta vergonzosa representación de las mujeres, cuando tenemos altas votaciones. Mi mismo caso lo demuestra, nadie daba de verdad esperanzas de que yo pudiera contribuir a un doblaje y si se lograba, se creía que sería arrastrada por el senador Pizarro. Se demostró lo contrario, que en los liderazgos las mujeres somos muy creíbles, damos confianzas y eso lo sentí durante toda mi campaña. Creo que esa trayectoria de muchas mujeres ha generado que se elijan parlamentarias, así como se hizo con Michelle Bachelet como presidenta.

En las parlamentarias, la Nueva Mayoría obtuvo más cupos y la derecha quedó desplazada, ¿cómo vislumbra el panorama en el Congreso?

Yo creo que tenemos muchas posibilidades reales de votar los proyectos de ley que la Presidenta enviará. Para muchos de estos, no necesitamos mayoría de quórum y para otros sí, pero es momento de ejercer estas mayorías y debates, lo que nos permitirá avanzar rápidamente en los compromisos y agenda programática que ha prometido la Presidenta. Y eso es muy bueno. Los diálogos con la oposición serán necesarios también.

¿Cuál es su postura frente a los temas valóricos que quedan pendientes y los que se plantean en el programa de Bachelet?

Nosotros tenemos que al menos aprobar dos proyectos que están pendientes. Uno es el de aborto terapéutico, que desde el año 90 estamos esperando que se discuta. Ha habido una gran cantidad de iniciativas que hemos presentado y creo que debiéramos partir por esta que la Presidenta ha presentado y que tenemos los votos para aprobarlo. El debate sobre el AVP, Acuerdo de Vida en Pareja, también hay que tramitarlo. Lo han estancado y en el Senado lo dejaron en última lugar de la tabla. Creo que hay que darle urgencia para que sea aprobado. Por otro lado, el tema del matrimonio igualitario es un gran debate que se viene y que de todas maneras va a provocar mucha crujidera en el parlamento.

Este año hubo una catarsis en la escena nacional tras la conmemoración de los 40 años del golpe de Estado. Desde su visión de víctima de la dictadura, ¿qué opina al respecto?

Después de tantos años, 40 desde esa época tan dolorosa, creo que es muy importante -pese a la resistencia que han puesto desde la derecha- reconocer que hubo golpe de Estado, atropellos y violaciones a la vida. Ha habido personas de ese sector como Piñera y el ministro Chadwick, que pidieron perdón, que han replanteado los errores y reconocimientos de los horrores del pasado, creo que es un avance. Ha costado mucho, ha habido demasiada arrogancia de los responsables del golpe de reconocer lo que hicieron. Pero veo posibilidades de avanzar hacia un perdón que permita la reconciliación con los sectores más afectados.

¿Cómo evalúa la labor del gobierno sobre los temas de derechos humanos?

Creo que fue un paso importante y se lo reconocemos mucho. Habla bien del Presidente, no de toda la derecha ni de su gobierno. Fue un logro eliminar ese centro, el Penal Cordillera, que burla todo el sistema de cárcel y que daba privilegios a los criminales de la dictadura. Creo que si lo hubiera hecho un gobierno de la Concertación o cualquier otro, hubiera sido un suicidio y quizás hasta un levantamiento, pero con un presidente de derecha fue mínimo el descontrol.

 

FUENTE: CAMBIO 21