En sólo tres horas habló el ministro del Interior y luego el Presidente
Piñera sale a corregir vocería de Chadwick por Cosena ante mala evaluación comunicacional
No fue favorable que el jefe del gabinete apareciera hablando del inminente fallo de La Haya con la voz quebrada. La escena en los noticieros no se hizo esperar y obligó a gestiones desde La propia Moneda ante los respectivos canales de televisión avisando que hablaría el mandatario, cuyas declaraciones no se diferenciaron en casi nada de las que pronunció un rato antes Andrés Chadwick.
En Twitter, Chadwick ya es trending topic y su performance es comentario obligado en las radios y redes sociales. No sirvieron las informaciones extraoficiales que se dieron en Palacio tratando de explicar que no había ningún problema de fondo y que la voz quebrada del ministro era sólo un traspié.
Así, a pesar de que Chadwick habló ante los medios de prensa al mediodía, el Presidente Piñera bajó al patio de La Moneda a las 15:00 horas. Ubicado en el entrepatio, con el estandarte de la bandera chilena a un costado y pódium presidencial, habló por más de cinco minutos, una intervención que no se diferenció casi en nada a lo dicho anteriormente por el ministro del Interior.
Piñera agregó que, en el cumplimiento del fallo, “Chile buscará avanzar en su debida ejecución, la que deberá ser gradual y acordada con Perú” y que, en su implementación, “este gobierno y también, estoy seguro, el que vendrá, tomarán todas las precauciones para defender los legítimos derechos e intereses de nuestros país y mantener la relación de diálogo y entendimiento con Perú”.
El tema comunicacional de La Moneda y el fallo de La Haya no ha sido fácil. Es más, la semana pasada ya se comentaba cierta molestia presidencial al constatar que el gobierno de Perú ha sido mucho más proactivo en este plano, marcando permanentemente la pauta.
Asimismo, la sesión del Cosena se produce después que la semana pasada, tal como informó El Mostrador, trascendiera la sorpresa que despertó la repentina convocatoria al encuentro, ya que constituyó un giro respecto a la política de encapsulamiento del tema de la demanda peruana por parte del canciller Alfredo Moreno. Esto, porque simbolicamente militariza un tema que con la estrategia de “cuerdas separadas”, desplegada desde el edificio Carrera, se busca mantener en situación de total normalidad.
Asimismo, se produce como resultado de la soterrada molestia de las Fuerzas Armadas por no haber sido incluidas en el manejo, diseño y tratamiento de la demanda y los posibles escenarios post fallo, considerando que es un asunto que involucra la soberanía nacional, lo que sería un síntoma del distanciamiento entre los ministerios de RR.EE. y de Defensa.
FUENTE: EL MOSTRADOR
No hay comentarios:
Publicar un comentario