sábado, 27 de junio de 2015

Reportaje

Fallas de origen en la primera Cuenta Pública del Congreso Nacional. Sepa por qué

26/06/2015 |
Por Luis Casanova R.
Para que lo sepa: diputados rechazan rendición de cuentas ante la ciudadanía y solamente aprueban que tal examen lo rindan los presidentes de ambas cámaras. Además, formalizados por casos de financiamiento irregular de campañas y amenaza de censura al senador Navarro contaminan el debate. Resultado: se teme que el acto solo sea mediático y un mero saludo a la bandera.
El próximo 21 de julio será histórico para los integrantes del Parlamento. Ese día el Senado y la Cámara de Diputados realizarán la primera Cuenta Pública desde su nacimiento como cuerpo el 4 de julio de 1811, que es cuando se desarrolló en Santiago la "sesión de instalación" del debutante Congreso Nacional.

Los autores de la iniciativa fueron los presidentes de ambas Corporaciones, el senador DC Patricio Walker y el diputado PPD Marco Antonio Núñez, quienes anticiparon un duro "mea culpa", sobre todo Walker, a causa del clima de crisis política que se vive en el país como consecuencia de los casos de financiamiento irregular de campañas electorales que tienen como protagonistas a legisladores de casi todos los partidos.

A juicio de ambos dirigentes, la sesión especial será "vital" de cara a los próximos años, tomando en cuenta la agenda de probidad y transparencia que está implementando el Gobierno de Michelle Bachelet y los proyectos de ley que se debatirán en sala durante el segundo semestre del año.

Todo bien hasta ahí. El asunto es que las distintas bancadas se opusieron duramente a la idea de entregar una especie de "autocrítica" o "perdón institucional".

Los motivos son varios: uno, los involucrados en procesos judiciales (Penta, Soquimich y Corpesca) tienen que asumir de forma "individual" y no colectiva. Dos, aún no hay sentencias en tribunales, solo formalizaciones. Tres, los protagonistas de las investigaciones no llegan al 10% del total de los congresistas en ejercicio. Y cuatro, las colectividades deben sentirse representadas en todo lo que se diga.

Por consecuencia, no hay "piso político" para autoflagelarse. Tan categórica fue la señal, que la Cámara de Diputados rechazó la opción de rendir cuentas ante la ciudadanía por 90 votos a favor y solamente aprobó que tal examen sea rendido y leído por los presidentes de ambas cámaras.

El proyecto de ley, redactado por los entonces senadores Camilo Escalona (PS) y nada menos que Jovino Novoa (UDI), entre otros, databa de 2012 y exigía transparencia a todas las autoridades ante eventuales casos de corrupción, por lo que La Moneda le había otorgado suma urgencia.

Empate con sabor a triunfo

Antes de la votación en sala de la iniciativa, Leonardo Soto (PS), diputado y presidente de la comisión de Constitución, leyó un informe donde se recomendaba que la cuenta pública solo se aplicara a los presidentes del Senado y la Cámara.

La petición fue aprobada por sus pares en el hemiciclo, previo acuerdo por unanimidad en la comisión, informó El Mercurio, pero fue rechazada por los senadores, que aprobaron en primer trámite que la rendición se haga extensiva a todos los honorables.

Este empate legislativo ocasionó otro obstáculo, como es la formación de una comisión nueva en el Senado o una comisión mixta formada por diputados y senadores para tratar exclusivamente el tema.

El asunto es que recién en julio se reanudará la discusión -luego de la semana regional- y a menos de quince días de la sesión especial en cuestión. Por tal motivo, lo más probable es que el desenlace del debate sobre la cuenta pública para todos los parlamentarios quede para "otro momento", como lo adelantó el senador Walker.

Por otro lado, el diputado Núñez se justifica al decir que mientras los presidentes de ambas cámaras rindan cuentas en el Congreso, los demás parlamentarios pueden hacer lo mismo en sus respectivas circunscripciones y distritos.

Intentando cerrar la polémica, el diputado Soto solicitó que "todas las instituciones se hagan cargo del momento que estamos viviendo, incluido el empresariado chileno".

"La crisis de legitimidad abarca a toda la elite política, institucional y económica. Entonces, los gremios empresariales también debieran hacer su rendición de cuentas y señalar que están involucrados en los dos aluviones que azotaron a la ciudadanía: financiamiento ilegal de campañas y vinculación con abusos y colusiones", comentó a Cambio21.

Más realista, Gloria de la Fuente, analista de la fundación Chile 21 aseguró para esta crónica que cualquier mea culpa que hagan los parlamentarios debe parecerse a la política de derechos humanos, en pocas palabras, "justicia, verdad y reparación".

"Hasta ahora lo que hay es justicia y verdad, porque se reconocen los hechos y habría autocrítica en la Cuenta Pública. La reparación tiene que ver con tomar las medidas concretas y claras sobre lo que se va a hacer. Y creo que ahí las señales son a ratos medio equívocas", expresó.

Y para muestra un botón: "la discusión sobre la reelección de los parlamentarios, que en público dicen que hay que aprobar pero que en privado no están de acuerdo, incluso defendiendo la postura del ex ministro Jorge Insunza respecto al cambio de distrito tras cumplir el máximo de períodos, demuestra que esta tercera pata sigue coja todavía".

Plexo solar

Más allá del inexorable avance del calendario que termina acotando los plazos, en concreto existen problemas políticos que parecen enturbiar los discursos del 21 de julio.

Por de pronto, sigue pendiente el nombramiento del nuevo ministro de la Secretaría General de la Presidencia, que dicho sea de paso es el encargado de comandar la agenda de probidad y transparencia del Ejecutivo, pero que para Camilo Escalona se trata de un cargo que no debiera existir.

Como sea, ante la falta de certezas, la propia Mandataria Michelle Bachelet le pidió a la prensa "terminar con la lesera", declaración que delató el ánimo que se perciben al interior de Palacio, aunque posteriormente sostuvo que Chile es un país de "políticos comprometidos y de empresarios esforzados".

Entrando en Honduras, el diputado y ex timonel PPD Pepe Auth criticó los obstáculos que vive hoy la Gobernante: la precampaña de 2013 y el rol que ejerció en ese proceso el ex ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, sumado a la bomba del "caso Caval" que involucró a su hijo Sebastián Dávalos.

"Le dieron en el plexo solar, sobre todo su familia. Eso la desestructuró y la debilitó al punto que le ha sido extremadamente difícil recuperarse. Estas dos situaciones la han fragilizado de tal forma que han alterado su voluntad, su fuerza y su presencia. Su power. La Presidenta está dañada", afirmó.

"Probablemente ellos eran las dos personas de las poquísimas en las que ella confiaba. Todos sabemos que Bachelet ha sido golpeada por la vida; no es de las que se entrega a diestra y siniestra. Por lo tanto, sus confianzas son selectivas, profundas y duraderas. Entonces, darse cuenta que no puede tener fe en nadie porque hasta el más íntimo tiene agenda propia y, además, completamente disociada de la suya debe ser para ella un dolor muy fuerte", sentenció.

En la misma óptica, el senador Carlos Montes, rotulado como el congresista más cercano a Bachelet, manifestó en La Tercera que la Mandataria está en un período de "readecuación de una forma de conducir políticamente" que ha sido "muy lenta".

El jefe de comité del PS admitió que el giro de tuerca que se dio con el cambio de gabinete se minimizó con la caída de Jorge Insunza de la Segprés, por lo que todas las miradas recaen en el titular de Interior, Jorge Burgos (DC), quien debiera darle movimiento al Gobierno en las leyes de probidad y la relación con los partidos, ítem que paulatinamente se está revisando entre los distintos actores, por cierto, cada vez que hay crisis.

El aletazo del pescado muerto

Para agregarle más dramatismo a la telenovela, resulta que el senador y vicepresidente de la Cámara Alta, Alejandro Navarro, está amenazado de ser censurado por sus colegas, lo que lo sacaría de la directiva, luego de publicar un listado de aportes reservados que recibieron varios congresistas desde empresas pesqueras.

"En caso de que usted se niegue a retractarse, le solicitamos que tenga a bien renunciar a su cargo de vicepresidente del Senado. No podemos ser representados por alguien que de manera tan irresponsable pone en riesgo la labor encomendada a este poder del Estado", dice un extracto de la carta que firmaron todos los senadores de la Nueva Mayoría.

Sin medias tintas, el jefe del comité DC-Independiente, Pedro Araya, oficializó el plazo fatal de las "disculpas públicas a todos los senadores que él enlodó" para los últimos días de junio

¿Plan B? "Si está en conocimiento de algún parlamentario que cometió un ilícito, debe ir al Ministerio Público y entregar los antecedentes para que sean investigados por la Fiscalía", indicó en este espacio.

"A lo mejor anda buscando irse. Él pertenece a una coalición y lo mínimo es que respete a sus pares", remarcó el subjefe de la bancada Socialista Rabindranath Quinteros.

Más conciliador, el presidente del Partido Radical, Ernesto Velasco, pide "sana convivencia, amistad cívica y respeto entre nosotros. A Navarro hay que hacerle un llamado de buena actitud con todos los integrantes. Aquí no sobra nadie en la tarea de que al Gobierno le vaya bien".

Operación corporativa

Con o sin el líder del MAS en la testera, la cuenta pública va sí o sí, aunque con el elemento de la transparencia dañado en un ala, porque el debate -tras la denuncia de Navarro- adolece de claridad legal, política y ética.

De acuerdo al analista de la Universidad Central, Marco Moreno, "hay que demostrar lo que se lanza al voleo. No sustentar evidencias que puedan establecer responsabilidades le hace un daño extra a la política e incrementa la desconfianza que hay sobre la clase política".

"Puede que los senadores dilaten la decisión final para que se encuentre una solución sin tener que renunciar a lo que Navarro dijo explícitamente o hallando una salida menos traumática que sacarlo del puesto. Lo real es que la cuenta pública estaría fuertemente mermada si se hace, por un lado, un mea culpa, pero una operación corporativa de defensa de intereses por el otro", destacó.

Y sobre el desfile de políticos por los tribunales, Moreno aclara que "una cosa es la responsabilidad penal y otra cosa es la responsabilidad política. Y en eso los parlamentarios tienen que ejercer lo segundo hacia los que han incurrido en faltas y asumir".

El epílogo de este culebrón lo entrega la investigadora Gloria de la Fuente: "la cuenta pública será mediática si se transforma solo en un discurso que instale la verdad y reconozca que hay un problema, pero no aporte como reparación la aprobación de la agenda de reformas que está pendiente. Si no pasa eso, solo será un saludo a la bandera".

¿Les queda alguna duda?


FUENTE: CAMBIO 21

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