jueves, 18 de diciembre de 2014

Tras la alegría inicial, saltan dudas del avance del restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos

18/12/2014 |
Embajador de Chile en Washington, Juan Gabriel Valdés, dice que es poco probable que mayoría republicana apruebe el fin del embargo comercial a la isla
Valdés reconoció en radio Cooperativa que la diplomacia latinoamericana asignada en Washington fue sorprendida por el anuncio de restablecimiento de relaciones, anunciado simultáneamente por Barack Obama y Raúl Castro (en la foto)

"Muchos diplomáticos en Washington sabíamos de conversaciones pero desconocíamos la fecha del anuncio. Nos produjo una enorme sorpresa y esto fue considerado como una gran noticia que había que celebrar. En todos los ámbitos del estado norteamericano se tomó como un paso de mucho valor y de mucho coraje", expresó.

Sobre el embargo, Valdés indicó que el tema "es complejo (...) Hay medidas, como el embargo en su conjunto, que solo puede aprobada, la ley puede ser modificada por el Parlamento y por el Congreso y es muy poco probable vista la situación que hay con la mayoría republicana que eso ocurra en un periodo corto o mediano plazo".

"En general los que han reaccionado de manera más crítica son los que tienen algún vínculo con Cuba familiar", explicó.

Consultado respecto a qué podría aportar Chile en un proceso de reconciliación entre Cuba y EE.UU., Valdés respondió que los "procesos de reconstitución deconfianza mutua son procesos lentos necesariamente, pero requieren voluntad política muy fuerte. Chile ha mostrado esa voluntad política en su proceso de transición de la dictadura a un proceso de reconstrucción democrática".

"Pero es evidente que en este caso son dos países que tienen a su favor una experiencia que Chile no ha tenido en la práctica. Hay que conocer bien Cuba para darse cuenta hasta qué punto los cubanos son atraídos por EE.UU. porque ha sido una relación muy antigua y, por lo tanto, esta ha sido una relación en la que culturalmente ha habido odio-amor", declaró.
Agregó que "también es verdad que en EE.UU. existe una obsesión por Cuba que también se explica por la historia. No es posible comprender ningún proceso político actual en el terreno internacional si uno no estudia la historia de esos países y la historia de los vínculos entre esos países".


FUENTE:CAMBIO 21

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