domingo, 21 de diciembre de 2014

En semana que La Moneda se allanó a agenda de la CUT

Presidente de los empresarios pasa a la ofensiva y advierte grandes calamidades por proyecto de reforma laboral

A juicio de Hermann von Mühlenbrock, la modificación que impulsa el Gobierno "afecta seriamente la libertad de asociación y les da un poder monopólico a los sindicatos. Las políticas públicas se hacen para que la gente esté mejor, pero en este caso, es para que los sindicatos sean más poderosos. Creo que los sindicatos son necesarios y buenos, pero de ahí a establecer incentivos forzados a la sindicalización es un profundo error".
El presidente de la Sofofa, Hermann von Mühlenbrock, pasó a la ofensiva advirtiendo que la reforma laboral que impulsa el Gobierno tendrá efectos más severos que la tributaria porque “va a afectar a las personas”.
Las declaraciones las hace en una entrevista en La Tercera en la semana en que La Moneda se allanó a la agenda de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
“Por lo que conocemos del proyecto, estamos profundamente preocupados del impacto que esta reforma laboral pueda tener en la economía”, señala el timonel de los empresarios.
Y agrega que lo más preocupante de la reforma es que no beneficia a los trabajadores ni a quienes están buscando trabajo, mencionando que la modificación “afecta seriamente la libertad de asociación y les da un poder monopólico a los sindicatos. Las políticas públicas se hacen para que la gente esté mejor, pero en este caso, es para que los sindicatos sean más poderosos. Creo que los sindicatos son necesarios y buenos, pero de ahí a establecer incentivos forzados a la sindicalización es un profundo error”.
En cuanto a su posición de que no está claro que beneficie a las personas, Von Mühlenbrock explica que “las últimas recomendaciones de la Ocde son lo suficientemente claras con lo que hay que hacer para hacer más inclusivo el mercado laboral chileno y ninguna está en lo que se sabe del futuro proyecto de ley. Por ejemplo, en este informe se habla de que es indispensable mejorar el empleo femenino, de los jóvenes, la capacitación y, por lo tanto, de la productividad, concepto que en la práctica se traduce en mayores remuneraciones, y una mejor calidad de vida para las personas. Si queremos que la reforma laboral vaya en beneficio de la gente, estos son los temas que debiéramos considerar”.
El presidente de la Sofofa también cuestionó el “golpe de mesa” que dio la CUT para poder colocar las temáticas que eran de su interés, indicando que “siempre hemos sido partidarios de un diálogo, de una conversación, y si aquí el que gana es el que golpea más fuerte la mesa, no es como debiera funcionar la democracia. Nosotros quisiéramos que con la misma claridad con que la CUT logra instalar cambios en el proyecto, los distintos actores de la sociedad tengan la posibilidad de hacer sus planteamientos y ser escuchados”.
En ese sentido, sostuvo que los distintos actores de la sociedad no han sido escuchados. Sobre esto, señala que “uno ve la comisión laboral de la CPC, que preside Rafael Guilisasti, que a pesar de los análisis y las conversaciones que ha tenido para hacer sentir nuestros planteamientos, no han sido considerados. Seguimos hablando de no reemplazo en caso de huelga, de titularidad sindical, de pisos de negociación colectiva. Estamos llegando al extremo de forzar a las compañías a tener que hacer negociaciones colectivas casi automáticas. Si hay que negociar en momentos de crisis los trabajadores van a poner sobre la mesa el pliego de la negociación anterior y eso atenta contra las empresas. El no poder hacer extensivo los beneficios a las personas que no están en el sindicato también nos parece tremendamente injusto. Los sindicatos son necesarios, pero deben hacer bien su trabajo para tener muchos adeptos y ojalá el sindicato los gane por su eficiencia, su aporte, por convencimiento. Que toda la gente esté sindicalizada de esa forma sería fantástico. Y si no quieren estar también, pero que lo decidan ellos”.
Respecto a la sindicalización, Von Mühlenbrock compartió el diagnóstico dado por la CUT en el sentido que existe una baja en las empresas que son más pequeñas, pero señala que se “están tomando medidas para avanzar en un cierto sector que van a afectar brutalmente a otras. Los slogan de que no hay mayor sindicalización porque si se forma un sindicato los empresarios ponen las penas del infierno es muy del pasado, de allá por el año 90. El empresario de hoy tiene muy claro el rol de las personas en la competitividad de la compañía. Si uno quiere tener mayor sindicalización ¿por qué vas a obligar a que por ley se llegue al 100%? No tiene lógica, y como eso hay un montón de cosas, el no reemplazo en huelga, por ejemplo”.
Sobre la visión del Gobierno de pretender empoderar a los trabajadores que se encontrarían en desventaja con los empresarios, el timonel de la Sofofa explica que es una mirada anacrónica, porque “hoy los sindicatos despolitizados tienen peso, las personas son las que tienen poder y eso hace que mejoren sus remuneraciones y sigan mejorando dentro de la estructura de la empresa. Dicen ‘hay que hacer una reforma moderna donde se gane en estabilidad’, ¡de qué me hablan! Hoy muchos trabajadores, en particular los más jóvenes, prefieren la movilidad. Si te quedas en el pasado, en temas ideológicos puedes sacar conclusiones erradas”.
En ese mismo aspecto, Von Mühlenbrock califica como “pésima” la propuesta de puntos hecha por la multisindical respecto de los artículos 161 y 159, ya que –a su juicio– que se empiece a participar y a coartar la libertad de gestión de las compañías es malo, porque “eso ya pasó hace mucho tiempo y no cabe ninguna duda de que detrás de esta reforma siempre hubo interés de algunos por introducir inamovilidad en las empresas”.
“Temo que esta reforma tendrá efectos más severos que la tributaria porque va a afectar seriamente la generación de empleos, a las personas y sus familias. Los errores que se cometan con la reforma laboral serán más difíciles de corregir en el futuro”, precisa, al tiempo que explica que “al encarecer artificialmente el factor trabajo se generan incentivos para que las empresas inviertan en actividades intensivas en el factor capital y esto lamentablemente tiene impacto directo en las personas”.

FUENTE: EL MOSTRADOR

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