martes, 28 de octubre de 2014

Penta da clases de elusión tributaria “legal”: conozca cómo el grupo se ahorró $4.800 millones en impuestos

28/10/2014 |
Por Equipo Cambio21
El grupo comenzó sus prácticas reprochables mucho antes del Pentagate, en los años 80, cuando la crisis económica golpeaba al país y volvía la democracia. Un escenario incierto para la empresa, pero que logró superar explotando vacíos legales que le permitió eludir las fiscalizaciones. La paradoja: un negocio rentable que le significó la ruina.
Los detalles del caso Pentagate siguen dando que hablar. Esta vez aparecen nuevos antecedentes sobre el historial de irregularidades del grupo dominado por Carlos Alberto "Choclo" Délano y Carlos Eugenio Lavín. Hoy conocemos que las "pillerías" que giran entorno a sus empresas no es una actividad nueva, sino que data desde los años 80.

Según un reportaje publicado por The Clinic, el grupo Penta comenzó con las elusiones tributarias desde el fin de los 80, cuando la empresa decidió comprar una entidad en quiebra llamada Río Teno. Para algunos podría ser una mala jugada, sin embargo el plan que tenían era mucho mayor.

Al comprar la empresa, fusionan las dos entidades, manteniendo el RUT de la empresa dueña de las pérdidas. Es por ello que Inversiones Río Teno pasa a llamarse Empresas Penta S.A. Como entidad en bancarrota, estaba libre del pago de impuestos, como dice la ley, sin embargo, esta nueva entidad tiene detrás todo el capital del grupo económico.

Ésta no fue la única vez que se actuó así. Más adelante se hizo lo mismo con la compañía Inmobiliaria y Comercial San Jorge Limitada y compañía Columbo S.A. Ambas operaciones significaron un importante ahorro depago de impuestos. Para cuando el Servicio de Impuestos Internos detectó el fraudulento sistema, en 2003, las empresas Penta ya se habían guardado más de $4.800 millones en el bolsillo.

Hay que aclarar. La empresa de "Don Choclo" no fue la única que cayó en la utilización de empresas en quiebra para la elusión de impuestos. Ésta fue una tendencia importante durante el período posterior a la crisis económica, en que las entidades que sobrevivieron hicieron lo suyo absorbiendo a las que no corrieron la misma suerte.

La mala clase

Situaciones como ésta son las que han provocado la pérdida de confianza de parte de los ciudadanos de a pie hacia los empresarios. Para el economista Fernando Escobar, estos actos son los que perjudican gravemente al sector, sobre todo en las Pymes, al ver como los actos de estos consorcios significó la eliminación del FUT.

"En esos años era una práctica común hacer eso, comprar empresas con pérdidas y capitalizarlas y hacer una suerte de elusión tributaria", dice el economista, agregando que "evidentemente, mirándolo en perspectiva, no era una acción que estimulara las buenas prácticas. Pero no era ilegal".

Sobre cómo se perjudicó a las empresas y al resto de las entidades empresariales, Escobar lo lamenta, explicando que "mucha gente tiene que pagar las cuentas por acciones que pueden resultar reprochables y que hicieron otros. Esto calza en el viejo dicho de que pagan justos, por pecadores. Son las reglas del juego. Lamentablemente, las empresas terminan perjudicando a otras personas.

"Acá hay un tema que hay que salvaguardar que tienen que ver con la ética. Y el caso de Penta se agrega a una lista que ya es larga, de casos en que evidentemente han hecho mucho daño a la imagen de Chile".

Escobar recuerda que este no es el único caso que significó un casi irremediable daño al mundo empresarial. Casos como los de la colusión de las farmacias, de los productores de pollos y de la multi tienda La Polar, están todavía presente en la opinión pública.

"Es triste constatar que estas cosas estén pasando. Lo que hace es perder la confianza en instituciones privadas que uno las asoció con el emprendimiento, la innovación, la creatividad, el aporte al empleo, a un buen negocio", concluyó el economista.

Ocurrió, pero le prometo que nunca más...

La situación no es desconocida. La empresa utilizó le método detallado anteriormente, pero no fue la única. Situación similar es la que empleó Johnson's en su momento, cuando comenzó su venta a Cencosud.

"La ley permitía aquello, lo vimos en la discusión de la comisión investigadora de esa multitienda, eso se dio a conocer por el SII. Había una normativa que permitía que las empresas que iban a la quiebra pudieran venderse a empresas sólidas para descontar la utilidad de los impuestos. Pero esto se terminó, se corrigió, no se puede hacer, se hizo en su minuto, pero era una disposición legal que permitía hacerlo. No es que sea una cosa que hayan infraccionado la ley", recuerda el diputado de la comisión de Economía, Joaquín Tuma (PPD).

Para el parlamentario, la clave y ventaja que tuvieron estas entidades es que contaban con un gran equipo de asesoramiento, en el caso de Penta participó el ahora senador Andrés Allamand y el exdiputado Jorge Schaulson.

"Estas empresas grandes, como Penta, tienen o tenían mucha información y asesoramiento tributario y muchas entidades aprovecharon la situación de conocimiento, dejaban de pagar mucho dinero", concluyó el parlamentario..

FUENTE: CAMBIO 21

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