lunes, 14 de octubre de 2013

En la Alianza creen que el hielo con el candidato no ayuda a sumar en caso de balotaje

Irrupción de Parisi profundiza debate sobre mal estado de candidatura oficialista

A pesar de que el Presidente Sebastián Piñera optó por entrar de lleno al proceso eleccionario, en la Alianza dan por descontado que, al generar la sensación de que su candidatura es competitiva, el economista introdujo una cuña en el sector con la que no ha sido fácil lidiar e incluso ayudó a poner otro debate sobre la mesa: si será mejor perder en primera o segunda vuelta y así evitar una victoria aplastante.
por       
Parisi Matthei
                                                                                                                                                      
Desde que se supo que la abanderada de la Nueva Mayoría, Michelle Bachelet, no asistiría al debate que se realizó en Coquimbo, la estrategia del comando oficialista era dejarla en evidencia ante el electorado y resaltar que tenía miedo de confrontar ideas. Sin embargo –nuevamente– el equipo no contaba con el carácter arrebatado de la ex ministra Evelyn Matthei, que no dudó en ningunear al candidato Franco Parisi, con lo que abrió una dura polémica entre ambos que se prolongó hasta mucho después del encuentro. Y que, según especulan en la Alianza, sólo contribuyó a generar un distanciamiento más profundo con el economista, en un período en que habría que abocarse justamente a lo contrario. Ello, porque en la derecha no quieren pensar que el peor escenario y el más temido se concrete: el de no llegar al balotaje. Por lo tanto, asumiendo que la ex titular de Trabajo se enfrentará en diciembre con la aspirante opositora, a algunos les parece “responsable” llevar una buena relación con Parisi, porque “son votos, cuantos sean, nos servirían en la segunda vuelta”.
De hecho, si bien desde el comando oficialista se organizó todo para levantar una agenda abocada a desvirtuar la decisión de la candidata Bachelet de no participar en la cita, el encontrón entre su aspirante y Parisi se tomó los medios. La performance pública del comando de Matthei y los dirigentes de la Alianza contrasta con la molestia que se muestra en comentarios y conversaciones privadas. La “sensación ambiente” que, desde hace algunas semanas, el economista ha logrado instalar en cuanto a que podría superar a la aspirante de la Alianza ha provocado inquietud en el sector. Ello porque, aunque entre los dirigentes subrayan que él “está creando un universo paralelo” y que eso es muy difícil que ocurra, sobre todo porque “le va a faltar tiempo”, en las bases de los partidos el panorama es diferente, donde pareciera que el discurso de Parisi convence. Pero también en un amplio sector de la ciudadanía que no milita en partidos y que tiene una gran desafección hacia los políticos.
De allí que el hecho de que Matthei, en un arranque de enojo –aunque en un tono suave y con una sonrisa de oreja a oreja ninguneara al economista– fue considerado por el sector más pragmático de la Alianza como un “tremendo error” y no sólo comunicacional. La ex ministra aprovechó una pregunta para sostener  que “él no va a estar en el Parlamento… ni tampoco en ningún lado, así que…”. Lo que gatilló la molestia evidente del afectado y provocó una polémica no menor varios días postdebate. La misma que impidió que el contraataque de la derecha, con emplazamientos y críticas a Bachelet por no haber participado en el debate, pasara a un muy poco significativo segundo plano.
  La irrupción inesperada de Parisi y los innumerables fallos en la campaña de la representante oficialista, desde la forma en que Evelyn Matthei llegó a convertirse en la candidata de la Alianza, han puesto sobre la mesa, extraoficialmente, el debate acerca de si no será mejor o “menos humillante” perder en primera vuelta, donde “Bachelet nos gane con el 50 más uno, y no pasar a la segunda, donde se podría dar la situación de que ganara con una cifra aplastante superior al 60 por ciento”, se cuestiona un  analista de la derecha.
Tanto fue así que el propio analista de la UDI en el panel de Estado Nacional, Gonzalo Müller, admitió que Parisi “se está transformando en un impedimento para que ella se acerque más a Bachelet”, apuntando a la necesidad imperiosa de que Matthei acorte distancia con la competidora que lidera la campaña presidencial. Acto seguido, también admite que “es una realidad, si la duda es esa, que el electorado de Parisi es de centro”. Y tras el enfrentamiento provocado en el debate entre ambos candidatos, en la Alianza ven cada vez más complejo que se pueda llegar a un acuerdo con el economista con miras a una segunda vuelta. Esto, entre quienes todavía apuestan a que se puede llegar a esa instancia. Porque mientras la figura de Parisi está cada vez más presente en el ánimo de la campaña de la Alianza, en el sector crece el debate acerca de que si será mejor perder en primera vuelta o hacerlo en segunda. Algo que no se había escuchado en ninguna elección anterior de este sector. Ni siquiera en la que perdió con Arturo Alessandri Besa, porque en esa elección los dirigentes siempre supieron que estaba perdida y que las diferencias internas en el sector no permitirían un triunfo bajo ninguna circunstancia.

Perder en primera o en segunda…

Porque la irrupción inesperada de Parisi y los innumerables fallos en la campaña de la representante oficialista, desde la forma en que Evelyn Matthei llegó a convertirse en la candidata de la Alianza, han puesto sobre la mesa, extraoficialmente, el debate acerca de si no será mejor o “menos humillante” perder en primera vuelta, donde “Bachelet nos gane con el 50 más uno, y no pasar a la segunda, donde se podría dar la situación de que ganara con una cifra aplastante superior al 60 por ciento”, se cuestiona un analista de la derecha que representa una duda que crece cada día y que comenzó en el mundo parlamentario, a partir de los cuestionamientos que se le hacen a la candidata, porque en muchos distritos los parlamentarios que van a la reelección marcan más que ella.
Este tema se conversa en los pasillos de la Alianza cada vez con mayor convicción de que lo “digno” para la derecha sería que Bachelet lograra imponerse en la primera vuelta. Porque tal como está el ánimo en el oficialismo, y pese a que el propio Mandatario –en esa calidad incluso– comenzó a intervenir derechamente en la campaña a partir del fin de este fin de semana, no hay mucha certeza de que “se pueda lograr, en estas pocas semanas que quedan, lo que no se ha hecho en los meses previos”.
Pero pese al pesimismo reinante en el sector, los dirigentes siguen intentando insuflar energía a la campaña. Si en la primera fecha considerada clave para el despegue de la campaña, el 23 de septiembre, no pasó nada, ahora se está tratando de generar en el electorado del sector la sensación de que ahora sí, a partir del viernes 18, los equipos saldrán con todo a la calle a disputarle el terreno ganado a Michelle Bachelet. Una muestra de ello es el correo electrónico que comenzó a llegar a la militancia de Renovación Nacional, con fecha 10 de octubre: “Por fin empezamos, tenemos que ponernos las pilas. A contar de este fin de semana y todos los que quedan hasta el día de las elecciones, los invitamos a trabajar realizando ferias, bandereo y casa a casa para que nuestra candidata presidencial Evelyn Matthei sea la ganadora. Sabemos que has estado esperando esta oportunidad para colaborar. ¡No te la pierdas! Ponte unas zapatillas cómodas y harto bloqueador, que vamos a enseñarles a nuestros adversarios que juntos sí podemos ser gobierno nuevamente el 2014”.
Entre algunos de los receptores del correo se comentaba que “claramente se está tratando de motivar a las bases a trabajar en esta última fase de la campaña, pero no sé si valga la pena a estas alturas”, según lo ve un consejero de RN. Y tampoco se espera con especial entusiasmo la cena que tendrá la candidata hoy lunes, a partir de las 20:00 horas, en el Círculo Español.
 
FUENTE: EL MOSTRADOR

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