El "catastrófico" diagnóstico de Vasco Moulián: "Ni aunque la ex presidenta Bachelet sufra una desgracia Matthei gana"
Por Luis Casanova R.
Molesto, decepcionado, desencantado, crítico y autoflagelante.
En entrevista con Cambio21, el además sobrino del académico Tomás Moulián realizó un "catastrófico" balance de la actual campaña presidencial de Evelyn Matthei y del actuar que han tenido los timoneles de Renovación Nacional y la UDI, Carlos Larraín y Patricio Melero durante el gobierno de Sebastián Piñera.
¿Algo más? Desglosó el caos que se vive en la Alianza producto de la irrupción del economista independiente Franco Parisi. En su opinión, un fenómeno que "cuesta entender intelectulmente".
"Si se le preguntara a una señora en el Mall Plaza -que es el votante que se mueve comparado al de La Dehesa que tiene sus argumentos- qué es Parisi y qué es lo que dice Parisi, tengo como sensación que le costaría decir algo. Joaquín Lavín en 1999 pedía un cambio y Bachelet dice hagámoslo juntos. Pero si tú le pides en una palabra que diga qué nos ofrece el candidato Parisi, creo que de 100 personas entrevistadas 98 no sabrán qué decir. Y eso es lo que me complica del fenómeno como para explicarte que tiene que ver con esto o lo otro. No tengo respuesta", explicó.
- ¿No será que esta visión habla de un país que está desconectado o es sólo una crítica política suya?
- Veo un país desconcertado, desconectado y chaquetero políticamente. Todo lo que esté en contra del sistema y además sea moda, yo lo voy a seguir. Es como los actores, en general, que tienen ese voto más de expresión que de posibilidades de ganar. Es cool votar por Marcel Claude o por Sneef; no sé como se llama ese caballero (Sfeir). Pasa un poquito por eso en la clase media, debido a la moda, la tienda de modas y el producto.
- Lo curioso es que esta moda (Parisi) fue atacada por Matthei. ¿Fue una estrategia adecuada ser tan duros contra él?
- ¡Ufff! Nunca habíamos visto una campaña más mala que la de Matthei. Desconozco los años que llevo como observador de la política, pero, la verdad, esta debe ser la campaña más mala que hace la centro-derecha. Vergonzosa. Y una de las consecuencias de esa vergüenza y falta de visión, de estrategia y de táctica, más cuando se está buscando un futuro, es esta debacle que se ve. Ninguna de estas lógicas está en la campaña de Matthei.
- Más llamativo es que estas críticas contra Parisi lo único que van a conseguir es obtener una segunda vuelta contra Bachelet, lo que tampoco es un gran premio...
- Yo creo que Matthei no tiene ninguna posibilidad de ganar (risas). Esa es una pregunta que yo no me atrevería a hacer, salvo que a la ex presidenta Bachelet le ocurra una desgracia. Ni así gana.
Surrealismo aliancista
Sin rodeos, el animador de "Sin Dios no late" -de Vía X- admite tener una mirada "catastrófica" de la centro-derecha. Así lo grafica: "Hay senadores por fuera y existe un senador de RN como (Antonio) Horvath que apoya a Parisi, o sea, una desconexión total con cualquier tipo de estrategia".
Luego prosigue: "La falta de liderazgo de Patricio Melero y Carlos Larraín es una cosa que en mi vida había visto dentro de un conglomerado político. Por último te hací el hueón. Es insólito el poco arraigo que tienen en sus candidatos. (Andrés) Allamand no quiere tomarse una foto -por una rencilla histórica- con la Matthei. No se la toma y no le importa nada. No hay muñeca política. De eso se trata tener manejo político; que Allamand sí se saque la foto con Matthei, que a Horvath no se le vaya ocurrir apoyar a Parisi (ríe). Entonces, en el mundo de la Alianza pasan cosas surrealistas".
- ¿Esta caída que marca la ofensiva contra Parisi genera la opción que Bachelet gane en primera vuelta?
- No, porque hay mucho descolgado de centro-izquierda y de izquierda que provocan que eso no ocurra. Si no estuviera Marco (Enríquez-Ominami), Parisi y Claude, Bachelet gana fácil en la primera vuelta.
- ¿Se justifica que haya tanto candidato suelto?
- Estas campañas testimoniales nos hacen perder tiempo y plata y hacen que uno sienta vergüenza de ser ciudadano chileno. Es cosa de ver las franjas televisivas, las propuestas de los candidatos y la pelea pichiruche y piñufla, donde unos se sienten mesías. Me avergüenzo políticamente de ser chileno. A mí me gusta mucho la política, me importa el debate y que mi hija de 13 años entienda una franja. Las veo con ella antes de las 9 y tengo que explicarle quiénes son los gatos y quiénes son los ratones (contenidos de la candidata Roxana Miranda). Por último, hay algo de mística ahí con ella. Pero en general es una vergüenza.
- Paciencia Vasco quedan poco más de tres semanas...
- Sí claro. Ahora le pondrán más color, pero no es la vida. Menos mal que no estoy metido, si no sería más dramático aún.
- Pero estuvo cerca de ser candidato a diputado en todo caso...
- Es cierto, estuve cerca, pero hoy da lo mismo. Te das cuenta que un líder como Pato Melero no es un gallo que te diga: ya, vamos pa´ adelante. Es lo que le falta a la UDI; mística, cojones y un líder que sepa decir que no y tantas otras cosas más. Y lo peor es que la generación que viene no sé si es peor que la que está ahora. No sé si son más conservadores que los de hoy. Es terrible, la UDI no tiene ninguna posibilidad de crecer hacia el centro. Si la UDI cree que tiene que ir a conquistar el voto pinochetista, estamos cagados. El voto pinochetista, ya nos dimos cuenta, en todo tipo de celebraciones no alcanza el 10 o el 13%. No faltan los weones, pero estratégicamente buscar ese voto y ponerse más conservador y más contra el aborto y más contra todo me parece fatal.
El billete de Piñera
- ¿La nueva derecha existe o es un mito?
- ¡No existe compadre! La nueva derecha está preocupada de ganar en la parlamentaria. Cada diputado, que se supone que son los pensantes, están preocupados de ganar en su distrito. Lo único que les importa es juntar plata y ganar para ir al Congreso y poder vivir de ese sueldo y que, además, nosotros se lo paguemos y así vivan mejor. Como si fuera una profesión. La profesión de la política. Entonces, esa nueva derecha parlamentaria está en otra. Y si nos remontamos a cuatro años atrás, la pregunta es qué hicieron para que la nueva derecha exista. Nada poh. Y teniendo el bodrio de presidente que tenemos, para qué decir.
- Ni Piñera se salva...
- No le importó nada que la centro-derecha pudiera tener algún tipo de posibilidad de gobernar cuatro años más. Y nadie le pasa la cuenta. Es más, ya están pensando que se puede volver a presentar en 2017. Y yo no sé a quién le cabe en la cabeza que un presidente con el 33% de adhesión pueda ganar en 2017. Simplemente el billete de Piñera... No, yo soy muy crítico y estoy muy desencantado de la centro-derecha y con la política en general.
- ¿Andas autoflagelante?
- Completamente. Es lo que uno ve cuando hay rabia y pasión. Por lo menos soy un buen entrevistado porque hablo desde las vísceras. Técnicamente, esto me puede traer problemas, ¡pero me importa una soberana raja!
FUENTE: CAMBIO 21
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