Juan Pablo Cárdenas
Por alguna razón, los periodistas siempre somos requeridos respecto de nuestra opinión sobre el futuro. Las recientes elecciones primarias nos tienen, en efecto, muy abrumados por todo tipo de interrogantes sobre lo que va a acontecer de aquí hasta los comicios de noviembre. Pero, sin ninguna pretensión de desvelar el futuro, me atrevo a consignar algunos hechos, proyecciones e impresiones:
1.- A las elecciones primarias concurrió a sufragar sólo un veinte ciento de los potenciales ciudadanos. Casi un 80 por ciento del padrón prefirió quedarse en sus casas y aprovechar el día domingo para acometer distintos panoramas o seguir el proceso electoral desde sus casas.
2.- De los que votaron, las preferencias para los candidatos del pacto Nueva Mayoría casi triplicaron a los candidatos del oficialismo. Quedaron elegidos como abanderados de ambos conglomerados Michelle Bachelet y Pablo Longueira. Es evidente, entonces que Andrés Allamand, Andrés Velasco, Claudio Orrego y José Antonio Gómez fueron derrotados. Perdónenme esta insolente conclusión.
3.- Michelle Bachelet se impuso dentro de su pacto con más del 75 por ciento de los votantes, mientras que Longueira obtuvo un triunfo estrecho sobre Allamand.
4.- Es público y notorio que en la próxima papeleta electoral van a estar inscritos al menos tres o cuatro candidatos más que van a competir especialmente por los votos de ese casi 80 por ciento que no se manifestó en la primaria mencionada. Entre ellos, Marco Enríquez, quien ya obtuvo un 20 por ciento en la elección presidencial anterior. Otro candidato, Franco Parisi, dice que las encuestas le asignan un paulatino apoyo. Optimismo que comparten también los candidatos Marcel Claude, Alfredo Sfeir y Roxana Miranda postulados por los partidos Humanista, Ecologista. Igualdad y otras denominaciones. Otros pre candidatos se encuentran en el proceso de recolección de votos para inscribir, además, sus nombres en el Registro Electoral.
5.- De lo anterior se podría inferir que será difícil que algún candidato se imponga en la primera vuelta con más del 50 más uno de los votos. Pero en política no hay nada sellado.
6.- Además de las elecciones presidenciales, el sistema electoral binominal que nos rige se hará cargo de escoger a las dos primeras mayorías de los distritos y circunscripciones para integrar la Cámara de Diputados y el Senado. En la esencia misma del sistema radica la dificultad de que algún pacto aventaje con creces los votos de los demás para asegurarse el llamado “ doblaje”, esto es elegir a los dos cupos de diputados y senadores. Esta posibilidad que, excepcionalmente se ha conseguido, nunca ha logrado modificar sustancialmente la correlación de fuerzas dentro del Congreso; menos todavía para que algún conglomerado pueda alcanzar los quórum calificados para aprobar reformas a la institucionalidad que nos rige. Esta vez, por lo demás, los partidos extraparlamentarios sumarán más candidatos en todo Chile, con lo cual necesariamente dificultará aún más los doblajes ambicionados por los partidos con representación parlamentaria. A los anteriores, se sumarán posiblemente las candidaturas emblemáticas de algunos ex dirigentes estudiantiles que podrían brindar alguna sorpresa.
7.- Por más de veinte años hemos sido convocados a elecciones parlamentarias, en las cuales, por lo general, ha primado es la reelección de los mismos senadores y diputados. Esta vez, lo previsible es que en el Parlamento vuelvan a sentarse un 70 u 80 por ciento de los mismos. La gran interrogante es que si operará esta vez en el ánimo de ellos derogar o modificar el sistema electoral que los instaló nuevamente en esos curules legislativos. Después de gastar ingentes sumas de dinero en sus campañas electorales, como gastarse los codos para asegurar sus cupos.
8.- A lo anterior, hay que preguntarse por la posibilidad de que por acuerdo del Poder Legislativo se pueda convocar a una Asamblea Constituyente o dictar una nueva Constitución según muchos crónicamente lo postulan mientras son candidatos.
9.- Determinante será, también, los recursos publicitarios, formas de cohecho y acceso a los grandes medios de comunicación que tengan los candidatos. Hasta las primarias, es notorio que los postulantes gastaron millonarios recursos y efectivamente tuvieron acceso a la televisión, las radios y los diarios, aunque hubo pronunciadas asimetrías en el gasto entre los 4 candidatos de la Nueva Mayoría. Los presidenciales que entran a la brega, ¿tendrán recursos equivalentes, franjas televisivas y acceso a los medios? ¿Los empresarios le repartirán aunque sea algunas migajas para sus gastos electorales? ¿Consiguieron algunos recursos interesantes de Brasil, Venezuela, Irán, Cuba y otros países que son sindicados como potenciales donantes?
10.- Y a propósito de los poderes fácticos, ¿tendrá la disposición o la capacidad el Servicio Electoral de garantizar límites y transparencia en los gastos? No es ya evidente que en las propias primarias e abusó de la propaganda y de las disposiciones comunales y otras?
11. Si no tenemos mecanismos ciudadanos que nos permitan destituir de sus cargos a quienes incumplen con sus promesas, qué certeza podríamos tener que, AHORA SI, van a cumplir con renovar la institucionalidad, hacer una reforma tributaria, darle gratuidad y calidad a la educación pública, recuperar nuestros recursos básicos, frenar los abusos de las Isapres y AFPs y otras esperanzadoras ofertas. Especialmente cuando ya estuvieron en La Moneda y en el Parlamento y nada de ello ocurrió…
12.- ¿Pesimista? ¡No, nada de eso! Profundamente optimista y seguro que los cambios se logran desde las calles, la movilización social y el derrumbe de las viejas estructuras que consagran las inequidades, los abusos, la cupularidad de la política, la represión policial, los privilegios castrenses, el nepotismo y otros males en este Reino de la Injusticia y Arbitrariedad.
FUENTE: RADIO U. DE CHILE
1.- A las elecciones primarias concurrió a sufragar sólo un veinte ciento de los potenciales ciudadanos. Casi un 80 por ciento del padrón prefirió quedarse en sus casas y aprovechar el día domingo para acometer distintos panoramas o seguir el proceso electoral desde sus casas.
2.- De los que votaron, las preferencias para los candidatos del pacto Nueva Mayoría casi triplicaron a los candidatos del oficialismo. Quedaron elegidos como abanderados de ambos conglomerados Michelle Bachelet y Pablo Longueira. Es evidente, entonces que Andrés Allamand, Andrés Velasco, Claudio Orrego y José Antonio Gómez fueron derrotados. Perdónenme esta insolente conclusión.
3.- Michelle Bachelet se impuso dentro de su pacto con más del 75 por ciento de los votantes, mientras que Longueira obtuvo un triunfo estrecho sobre Allamand.
4.- Es público y notorio que en la próxima papeleta electoral van a estar inscritos al menos tres o cuatro candidatos más que van a competir especialmente por los votos de ese casi 80 por ciento que no se manifestó en la primaria mencionada. Entre ellos, Marco Enríquez, quien ya obtuvo un 20 por ciento en la elección presidencial anterior. Otro candidato, Franco Parisi, dice que las encuestas le asignan un paulatino apoyo. Optimismo que comparten también los candidatos Marcel Claude, Alfredo Sfeir y Roxana Miranda postulados por los partidos Humanista, Ecologista. Igualdad y otras denominaciones. Otros pre candidatos se encuentran en el proceso de recolección de votos para inscribir, además, sus nombres en el Registro Electoral.
5.- De lo anterior se podría inferir que será difícil que algún candidato se imponga en la primera vuelta con más del 50 más uno de los votos. Pero en política no hay nada sellado.
6.- Además de las elecciones presidenciales, el sistema electoral binominal que nos rige se hará cargo de escoger a las dos primeras mayorías de los distritos y circunscripciones para integrar la Cámara de Diputados y el Senado. En la esencia misma del sistema radica la dificultad de que algún pacto aventaje con creces los votos de los demás para asegurarse el llamado “ doblaje”, esto es elegir a los dos cupos de diputados y senadores. Esta posibilidad que, excepcionalmente se ha conseguido, nunca ha logrado modificar sustancialmente la correlación de fuerzas dentro del Congreso; menos todavía para que algún conglomerado pueda alcanzar los quórum calificados para aprobar reformas a la institucionalidad que nos rige. Esta vez, por lo demás, los partidos extraparlamentarios sumarán más candidatos en todo Chile, con lo cual necesariamente dificultará aún más los doblajes ambicionados por los partidos con representación parlamentaria. A los anteriores, se sumarán posiblemente las candidaturas emblemáticas de algunos ex dirigentes estudiantiles que podrían brindar alguna sorpresa.
7.- Por más de veinte años hemos sido convocados a elecciones parlamentarias, en las cuales, por lo general, ha primado es la reelección de los mismos senadores y diputados. Esta vez, lo previsible es que en el Parlamento vuelvan a sentarse un 70 u 80 por ciento de los mismos. La gran interrogante es que si operará esta vez en el ánimo de ellos derogar o modificar el sistema electoral que los instaló nuevamente en esos curules legislativos. Después de gastar ingentes sumas de dinero en sus campañas electorales, como gastarse los codos para asegurar sus cupos.
8.- A lo anterior, hay que preguntarse por la posibilidad de que por acuerdo del Poder Legislativo se pueda convocar a una Asamblea Constituyente o dictar una nueva Constitución según muchos crónicamente lo postulan mientras son candidatos.
9.- Determinante será, también, los recursos publicitarios, formas de cohecho y acceso a los grandes medios de comunicación que tengan los candidatos. Hasta las primarias, es notorio que los postulantes gastaron millonarios recursos y efectivamente tuvieron acceso a la televisión, las radios y los diarios, aunque hubo pronunciadas asimetrías en el gasto entre los 4 candidatos de la Nueva Mayoría. Los presidenciales que entran a la brega, ¿tendrán recursos equivalentes, franjas televisivas y acceso a los medios? ¿Los empresarios le repartirán aunque sea algunas migajas para sus gastos electorales? ¿Consiguieron algunos recursos interesantes de Brasil, Venezuela, Irán, Cuba y otros países que son sindicados como potenciales donantes?
10.- Y a propósito de los poderes fácticos, ¿tendrá la disposición o la capacidad el Servicio Electoral de garantizar límites y transparencia en los gastos? No es ya evidente que en las propias primarias e abusó de la propaganda y de las disposiciones comunales y otras?
11. Si no tenemos mecanismos ciudadanos que nos permitan destituir de sus cargos a quienes incumplen con sus promesas, qué certeza podríamos tener que, AHORA SI, van a cumplir con renovar la institucionalidad, hacer una reforma tributaria, darle gratuidad y calidad a la educación pública, recuperar nuestros recursos básicos, frenar los abusos de las Isapres y AFPs y otras esperanzadoras ofertas. Especialmente cuando ya estuvieron en La Moneda y en el Parlamento y nada de ello ocurrió…
12.- ¿Pesimista? ¡No, nada de eso! Profundamente optimista y seguro que los cambios se logran desde las calles, la movilización social y el derrumbe de las viejas estructuras que consagran las inequidades, los abusos, la cupularidad de la política, la represión policial, los privilegios castrenses, el nepotismo y otros males en este Reino de la Injusticia y Arbitrariedad.
FUENTE: RADIO U. DE CHILE
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