Aunque no hubo “pelea”, las dos aspirantes a la Cámara por La Florida se dieron tiempo de conocerse e intercambiar puntos de vista sobre la comuna y los llamados temas valóricos.
Un distendido “debate” protagonizaron la noche de este miércoles la ex dirigentes estudiantil Camila Vallejo y la ex directora de la Junji Ximena Ossandón, en su calidad, ambas, de candidatas a diputada por La Florida.
Fue la fotógrafa Kena Lorenzini quien reunió a las dos mujeres políticas en su programa por internet “Kenadie Calle” que se realiza en un café, ante una mesa con público, donde las dos aspirantes al Parlamento intercambiaron puntos de vista y hasta se formularon preguntas la una a la otra, sin llegar a discrepar como se esperaba.
La hermana del ex alcalde de Puente Alto, que saltó a la palestra pública por calificar su sueldo en la Junji como “reguleque”, le consultó a Vallejo por su opinión respecto al binominal porque, a su juicio, su cupo por la Nueva Mayoría se debería al sistema que repudia.
Al respecto, Vallejo señaló que “no podemos ser ingenuos y desconocer que el sistema existe y que se tiene que buscar los mecanismos para cambiarlo”.
Por su parte, la ex presidenta de la FECH, le cuestionó sobre la presencia de la Iglesia en las decisiones del Estado.
“Yo creo que la Iglesia tiene que tener opinión en todo... tiene que dar la opinión. No es la Iglesia la que tiene que estar metida en el Estado”, respondió Ossandón.
Al insistírsele si la iglesia tiene que estar separada del Estado, la hermana del ex alcalde señaló: “Yo creo que sí, absolutamente separados... y además hoy en día es anacrónico que fuera lo contrario”
“Vuelvo a insistir, la Iglesia cualquiera que ella sea tiene opinión y a través de sus laicos tiene que influir, pero no puede ser parte del Estado”, sostuvo.
Ante ello, retrucó Camila Vallejo señalando que “el Gobierno señala: ‘somos los que respetamos la libertades individuales’, pero son los primeros en imponer una posición muy conservadora al resto de la sociedad que es parte también de una visión de la Iglesia Católica”.
A esa altura, coincidió Lorenzini y puso como ejemplo la importancia que han tenido las iglesias en la tramitación del proyecto de ley del AVP, antesala del matrimonio igualitario, señalando que nada tiene que hacer en la discusión, lo que motivó la discrepancia de Ossandón.
“Mira, yo tengo grandes amigos homosexuales, trabajo diariamente (con ellos)” dijo Ossandón quejándose que de su sector siempre se hace una caricatura y agregó que muchos de esos amigos gays le han dicho que n están interesados en el matrimonio igualitario: “Vamos piano, piano”.
FUENTE: LA NACION
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