Huellas digitales de La Moneda en operación sobre RN
Se dice en RN que el diseño en Palacio estuvo claro y definido desde el momento que el gobierno supo que Longueira se iba a retirar, antes incluso que esa decisión se hiciera pública el miércoles 17. Aseguran que tanto para Piñera como para su círculo de hierro, lo que está en juego no es la posibilidad de que la derecha se mantenga en La Moneda después de marzo del próximo año, sino que es el liderazgo y la candidatura para la contienda presidencial del 2017.
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Piñera dijo ayer durante su gira a Atacama que el verdadero “damnificado” con la teleserie presidencial de la derecha había sido el gobierno. Una frase que cayó bastante mal en RN, donde algunos aseguraron que, si La Moneda fue afectada por este episodio, fue porque “se metió en temas que no debía” y jugó “un rol gravitante” en la forma que se desencadenaron los hechos.
Más allá que se comentó en los patios de Palacio que la sonrisa de Piñera, una vez que Allamand se bajó el martes en la mañana, era literalmente “de oreja a oreja”, hay varios hechos que evidencian lo que en RN consideran una “mala intervención”.
Se dice que a través de las Intendencias —dan como ejemplo la de la V Región— las autoridades regionales habrían advertido a los funcionarios RN y militantes del partido que si no apoyaban a Matthei “debían atenerse a las consecuencias”. Agregan que esa operación se digitó puntualmente desde el Ministerio del Interior, del cual dependen las Intendencias y cuyas riendas lleva Andrés Chadwick (UDI).
Claramente tuvieron mejor suerte los parlamentarios RN que “operaron” a nombre de La Moneda y de Piñera para dar vuelta los votos en la comisión política: aseguran que los encargados de esa tarea fueron los senadores Alberto Espina y Lily Pérez —incondicionales de Palacio— junto con los diputados Karla Rubilar y Nicolás Monckeberg.
Se dice en RN que el diseño en La Moneda estuvo claro y definido desde el momento que el gobierno supo que Longueira se iba a retirar, antes incluso que esa decisión se hiciera pública el miércoles 17. Es que aseguran que tanto para Piñera como para su círculo de hierro, lo que está en juego no es la posibilidad que la derecha se mantenga en La Moneda después de marzo del próximo año, sino que es el liderazgo y la candidatura para la contienda presidencial del 2017. Explican que todo apunta a eso, como la elección de noviembre la dan por perdida, están cimentando el camino para que Piñera a la cabeza de RN tenga la opción privilegiada en una contienda que debería ser menos cuesta arriba que ésta. Cuestión para la cual hay que despejar un obstáculo no menor: Carlos Larraín.
“Pozo séptico”
La propia Matthei reconoció ayer que nada está garantizado para el consejo general de RN y, por lo mismo, que dicha instancia “debe recibir muestras concretas de plena integración”, ya que en esa medida “hay menos posibilidad de una sorpresa”.
En RN son categóricos en precisar que la candidatura de Matthei es “un tremendo error”, del cual la derecha se va a arrepentir en un par de meses. Agregan que el gremialismo ha instalado la versión que la ex ministra es “un verdadero cañonazo frente a Bachelet”, pero que eso “no es real”, porque “las encuestas dicen otra cosa” y si fuera tan buena carta, “la UDI, que es pragmática, la hubiera nominado antes y no como último recurso”.
Las reuniones han estado a la orden del día y Matthei desde el primer momento no ha escatimado señales hacia RN para apaciguar los ánimos.
En RN confiesan que serán clave las piezas que juegue la candidata hasta el día mismo del Consejo General, ya que de cometer errores de peso, es real —agregan— el riesgo que esta vez “sí se desfonde” la derecha y se le niegue el apoyo. Sería fatal que el generalísimo de su campaña —recalcan— no sea un RN de peso e igual de grave el no hacer gestos concretos sobre el financiamiento a las cartas parlamentarias.
No hay que olvidar que en la comisión política del martes, la directiva de Larraín fue enfática en recalcar que si el partido se inclinaba por Matthei, los dirigentes quedaban “liberados” de conseguirse los recursos para las campañas y que deberían recurrir a la nueva abanderada.
El conflicto de fondo con Matthei para un sector de RN —partiendo por Larraín— es que sienten que “no pueden proclamar a alguien que fue expulsada del partido casi como una delincuente por no cumplir con los requisitos mínimos de un militante”.
Así lo pidió una y otra vez Larraín a la UDI y sobre la mesa se puso la frase estos días —también en la comisión política— que con la candidatura de Matthei “la UDI nos vino a destapar el pozo séptico”, eso —dicen— “es votar” por la ex ministra del Trabajo.
Ese argumento del “pozo séptico” —advierten— será el eje del Consejo General.
FUENTE: EL MOSTRADOR
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