19/07/2013 |
Mientras el mundo político criollo se mantiene en estado de shock luego de la bajada de Pablo Longueira a la contienda presidencial, producto de una fuerte depresión, los dos partidos de la Alianza (RN-UDI) se han visto obligados a duplicar los esfuerzos para llegar a acuerdo en un tema que incluso con Longueira como abanderado era difícil resolver: la negociación parlamentaria.
En este contexto, el personaje clave de todas las tratativas seguirá siendo Carlos Larraín, timonel de RN. Al momento del retiro de Longueira, el senador designado comandaba una ofensiva que consistía en un acuerdo con la Concertación tendiente a elaborar un texto que pretende eliminar el sistema binominal, lo que generó la reacción de la UDI y el gobierno de Sebastián Piñera, que en conjunto elaboraron otro proyecto de ley que con matices pretende reformar el binominal.
Para llegar a los candidatos de consenso -comentan en Suecia 286- y suponiendo que la abanderada de la Alianza es Evelyn Matthei, que está sonando con fuerza, Larraín ya ha formulado declaraciones frontales, en el sentido que no va a ser el gobierno el que va a imponer candidatos, sino que los partidos.
Además, en medio de las conversaciones previas a la decisión final que adopten RN y la UDI, se comenta que si se pretende un candidato único, existe un consenso explícito de que el elegido tuviera algún privilegio favorable hacia la UDI, por ser el que ganó la primaria. RN daría su apoyo, pero Larraín se la está jugando toda en el tema de las listas parlamentarias. Y en esto, asumiendo que el nombrado va a perder igual en noviembre, el eje central será la platilla, descartando el veto que querría imponer la UDI.
¿Freno a la reforma?
Sin embargo, desde la Alianza son precisos en expresar que ambos temas "son paralelos" y que el "respaldo interesante" que recibió el texto RN-Concertación de parte de Michelle Bachelet, que habló de una "oportunidad histórica". No es un dato menor -indican en RN- que una de las cosas que llevan a justificar el freno a la Asamblea Constituyente, que es vista con temor en el oficialismo, está en la reforma al binominal.
"Incide, en el sentido de la incertidumbre, sobre la falta de liderazgos presidenciales, pero no creo que sea un factor tremendamente decisivo, dado que la percepción que hay es que la elección se pierde, más aún luego de la derrota de Allamand en las primarias. Y la iniciativa de Carlos Larraín surge ex pos de esto por dos frentes: demostrar una capacidad de presión hacia la UDI y Piñera, y hacerle gallitos al gobierno", explicó un cercano a la mesa de RN.
"Si viene un freno -concluye la misma fuente-, será por voluntad de las partes. No es primera vez que se intenta cambiar el binominal y ya hemos visto cómo los parlamentarios han salido de la sala o no llegan a votar".
FUENTE: CAMBIO 21
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