sábado, 16 de marzo de 2013



Sr. Lagos:


  mi nombre es Patricia Fernández del Pino, Rut 5.222.425-K, profesora de Estado en Castellano (ahora llamada la especialidad Lengua Castellana y Comunicación¿?), jubilada por AFP en el año 2008.
   Me permito enviarle este correo esperando que tenga Ud. la amabilidad de leerlo y la valentía de contestarme, personalmente, no su secretaria.
 1- Mientras trabajé, pasé del alero de la Inspección del Trabajo  en dictadura,  a ser humillada permanentemente por el llamado Estatuto Docente (Estatuto "Indecente"), al cual nos opusimos rotundamente la mayoría de los profesores, cuando llegó la prometida "alegría" de la Democracia después del  año 90.
2- A mí, la Corporación de Educación y Salud de San Bernardo me obligó en Marzo de 1983 a afiliarme a una AFP, de lo contrario no podían contratarme, después que me despidieron en Diciembre de 1982, dejándome sin vacaciones y sin sueldo con que alimentar a mis cuatro hijos. ¡Estábamos en dictadura, y no había protección de derechos laborales! (Igualito que ahora, nomah, diría cualquier trabajador actualmente).
3- Han pasado 23 años, desde que sacamos al dictador y aún los trabajadores, los niños, los estudiantes, los pobres de este país seguimos esperando que se cumplan las promesas de igualdad, de trabajo y salario dignos de un país que es tan rico, y que la Concertación , y ahora el Gobierno de los cómplices civiles del dictador, se han encargado de seguir robándonos lo que nos pertenece a todos los chilenos: el cobre, el agua, la energía, las riquezas de la tierra y de los mares, los bosques, el derecho a respirar un aire limpio. Y además ahora, quieren robarnos el litio.
4- Este sistema neoliberal, que no es otra cosa que el viejo capitalismo, impuesto a sangre y fuego por la dictadura aquí en Chile, lo afianzaron y perfecccionaron los 4 gobiernos de la Concertación y ahora, los retornados cómplices civiles de Pinochet (los Novoa, los Piñera, los Cubillos, los Longueira,  la Mattei con su sonrisa hipócrita al lado del nuevo rico que se compró el cargo de presidente de Chile.
5- Todos los que han sido electos en las últimas farsas de democracia que ha habido en Chile, no son representantes del pueblo, pues más del 60% de la población no ha votado. La soberanía Popular no está representada por los que ocupan cargos de representación pública, y por ello, la mayoría del pueblo chileno no los reconoce como autoridad. De ahí las manifestaciones callejeras, los encapuchados, la risa que causa la fijación, tras largos  y sesudos debates, del llamado "sueldo mínimo" (lo mínimo para no morirse de hambre). Sin comentarios dejaré por ahora, la limosna que regaló el nuevo rico que se adueñó de la presidencia del bono de $40.000 y la leve alza del sueldo mínimo. Sin embargo, debe recordarse que el bono es a costa de los dineros de todos los chilenos ¡¡Lindo el regalito, y ni salió de su bolsillo!!
6- Si no se cambia la Constitución del dictador, a través de una Asamblea Constituyente, como lo pudieron hacer los franceses ya en el siglo XVIII, donde estén representadas desde las bases  toda la sociedad chilena (miremos como lo han hecho otras naciones americanas y copiemos su forma de actuar en el tema), ése es el único camino que nos queda. Ya nos pondremos de acuerdo cómo hacerlo, pero ¡basta ya de maquillar la maldita Constitución del dictador!. La Constitución es la Ley madre de todas las leyes,po lo tanto, si una ley no se apega a lo que dice la Constitución, es ilegal.
7- La consecuencia más grave de seguir con esta constitución que es espúrea en su origen, es la desigualdad que se vive hoy en nuestro país. No esperemos a una explosión social violenta : que se coloque una urna en que se deposite un voto, que diga sí queremos o no queremos que se cambie la constitución del dictador. Que cada uno de los candidatos a cualquiera de los cargos que se eligen en diciembre, manifieste claramente en su propuesta programática, si es o no partidario de este cambio de constitución. Y que vayan haciéndolo desde ya, para que la ciudadanía que concurra a votar sepa con claridad meridiana por qué y por quién está votando ese día de elecciones.
   Espero su respuesta prontamente y ojalá no me conteste a mí solamente. Somos muchísimos los que esperamos su respuesta.
  Saluda a Ud.
  Patricia Fernández del Pino

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