Sr. Lagos:
mi nombre es Patricia Fernández del Pino, Rut 5.222.425-K, profesora de
Estado en Castellano (ahora llamada la especialidad Lengua Castellana y
Comunicación¿?), jubilada por AFP en el año 2008.
Me permito enviarle este correo esperando que tenga Ud. la amabilidad
de leerlo y la valentía de contestarme, personalmente, no su
secretaria.
1- Mientras trabajé, pasé del alero de la Inspección del Trabajo en
dictadura, a ser humillada permanentemente por el llamado Estatuto
Docente (Estatuto "Indecente"), al cual nos opusimos rotundamente la
mayoría de los profesores, cuando llegó la prometida "alegría" de la
Democracia después del año 90.
2- A mí, la Corporación de Educación y Salud de San Bernardo me obligó
en Marzo de 1983 a afiliarme a una AFP, de lo contrario no podían
contratarme, después que me despidieron en Diciembre de 1982, dejándome
sin vacaciones y sin sueldo con que alimentar a mis cuatro hijos.
¡Estábamos en dictadura, y no había protección de derechos laborales!
(Igualito que ahora, nomah, diría cualquier trabajador actualmente).
3- Han pasado 23 años, desde que sacamos al dictador y aún los
trabajadores, los niños, los estudiantes, los pobres de este país
seguimos esperando que se cumplan las promesas de igualdad, de trabajo y
salario dignos de un país que es tan rico, y que la Concertación , y
ahora el Gobierno de los cómplices civiles del dictador, se han
encargado de seguir robándonos lo que nos pertenece a todos los
chilenos: el cobre, el agua, la energía, las riquezas de la tierra y de
los mares, los bosques, el derecho a respirar un aire limpio. Y además
ahora, quieren robarnos el litio.
4- Este sistema neoliberal, que no es otra cosa que el viejo
capitalismo, impuesto a sangre y fuego por la dictadura aquí en Chile,
lo afianzaron y perfecccionaron los 4 gobiernos de la Concertación y
ahora, los retornados cómplices civiles de Pinochet (los Novoa, los
Piñera, los Cubillos, los Longueira, la Mattei con su sonrisa hipócrita
al lado del nuevo rico que se compró el cargo de presidente de Chile.
5- Todos los que han sido electos en las últimas farsas de democracia
que ha habido en Chile, no son representantes del pueblo, pues más del
60% de la población no ha votado. La soberanía Popular no está
representada por los que ocupan cargos de representación pública, y por
ello, la mayoría del pueblo chileno no los reconoce como autoridad. De
ahí las manifestaciones callejeras, los encapuchados, la risa que causa
la fijación, tras largos y sesudos debates, del llamado "sueldo mínimo"
(lo mínimo para no morirse de hambre). Sin comentarios dejaré por
ahora, la limosna que regaló el nuevo rico que se adueñó de la
presidencia del bono de $40.000 y la leve alza del sueldo mínimo. Sin
embargo, debe recordarse que el bono es a costa de los dineros de todos
los chilenos ¡¡Lindo el regalito, y ni salió de su bolsillo!!
6- Si no se cambia la Constitución del dictador, a través de una
Asamblea Constituyente, como lo pudieron hacer los franceses ya en el
siglo XVIII, donde estén representadas desde las bases toda la sociedad
chilena (miremos como lo han hecho otras naciones americanas y copiemos
su forma de actuar en el tema), ése es el único camino que nos queda.
Ya nos pondremos de acuerdo cómo hacerlo, pero ¡basta ya de maquillar la
maldita Constitución del dictador!. La Constitución es la Ley madre de
todas las leyes,po lo tanto, si una ley no se apega a lo que dice la
Constitución, es ilegal.
7- La consecuencia más grave de seguir con esta constitución que es espúrea en su origen, es la desigualdad que
se vive hoy en nuestro país. No esperemos a una explosión social
violenta : que se coloque una urna en que se deposite un voto, que diga
sí queremos o no queremos que se cambie la constitución del dictador.
Que cada uno de los candidatos a cualquiera de los cargos que se eligen
en diciembre, manifieste claramente en su propuesta programática, si es o
no partidario de este cambio de constitución. Y que vayan haciéndolo
desde ya, para que la ciudadanía que concurra a votar sepa con claridad
meridiana por qué y por quién está votando ese día de elecciones.
Espero su respuesta prontamente y ojalá no me conteste a mí solamente. Somos muchísimos los que esperamos su respuesta.
Saluda a Ud.
Patricia Fernández del Pino
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