El Diario El Clarín de Chile y la taifa Mercurial
Domingo, 24 de Marzo de 2013 18:15
Hugo Moreno Peralta*
Mi último ensayo sobre el diario El Clarín de Chile, y la “Libertad de prensa”,
como era de esperar encolerizó al sumo sacerdote del oráculo mercurial
Agustín Dunny Edwards y a sus paniaguados: “rechazamos a los ideólogos
de las ONGS ideologizadas que viven buscando ocasiones para difundir sus
consignas ideológicas disfrazadas de argumentos científicos para atacar
a la Libertad de prensa y a la democracia que tanto nos ha costado
recuperar. ¿Los nostálgicos del Clarín, no tienen suficiente con el
Diario La Cuarta?”. Lo que me faltaba, comparar nuestro Clarín con este
pasquín de “cuarta”, cuyos plumarios por la limosna de la sofofa, “se
echan encima el arreo servil y la sonrisa rastrera de los lacayos. No
merecen escribir para y por el Ciudadano, quienes no saben respetarlo y
defender sus derechos”.
El Diario El Clarín de Chile tiene una identidad y una ideología, “firme junto al Pueblo Chileno”.
El Mercurio y los mercachifles de la sofofa S.A tienen las suyas:
“América y el sueño Americano, su American Way of life y la Celestina
Universal, el dinero”: El fin justifica los medios… si lo sabrán los
Pueblos de Siria, Irak, Palestina, Libia, Afganistán, etc. Además, por
la celestina Universal asesinaron al Presidente Allende, e hicieron
trizas el Estado de Derecho, pisotearon la Constitución y la autonomía
Universitaria. Desaparecieron dos universidades: La Universidad del
Norte de Chile y la Universidad Técnica del Estado.
El
Clarín de Chile desde su nacimiento, por identidad se definió como
parte importante del Pueblo Chileno que luchaba por su liberación y la
construcción de una Patria Libre, digna, culta, educada, socialista,
antiimperialista, soberana, y solidaria. Una comunidad de intereses hizo
consciente a un grupo de comunicadores sociales por excelencia, que
asumió el desafío ideológico “firme junto al Pueblo Chileno”, que
tiene su base en la forma de pensar y actuar frente a los enemigos de
la Nación Chilena. Hoy, más que nunca debemos entender la identidad del
Clarín de Chile como una definición de la peculiaridad frente a lo
global/hegemónico. Es el desafío, la reivindicación de ese mundo
particular/chileno, frente al impuesto del extranjero que aparece como
el único válido. Recordemos al Prof. Georg Hegel, “no se tiene un País grande, ni un gran País, cuando su destino se define en otra parte”. El
estilo del Clarín de Chile ágil y punzante – siempre llamando las cosas
por su nombre, sin tapujos ni dobleces-, sus finos dardos llegaron
siempre al blanco con elegancia, ironía y precisión: la taifa
empresarial sofofa y sus tartufos testaferros, la clase politicastra
reaccionaria y el oráculo mercurial.
Para
el mefistofélico Dunny Edwards- testaferro del gran padrino de la Casa
Blanca-, consejero de la dictadura militar fascista de marras, de los
regímenes concertacionistas y de la actual cesarista sofofo, el estilo
del Clarín de Chile es mordaz, cáustico, maligno, etc. Irónico,
sarcástico, algunas veces, pero leal y generoso siempre. A los
protagonistas de la comedia humana los presentaba sin falsos oropeles,
rechaza de plano la bastardizacion mercurial de la Educación y la
Cultura y por ende de la persona, porque el progreso Humano es la
resultante del contraste entre el individuo/masa, consumista, mendaz,
ignorante, pusilánime, inefable, etc, que no es bueno ni malo, sino
indolente y las energías propulsoras de un Pueblo consciente, digno,
culto, educado, solidario, libre, soberano, etc, constructor de su
propio destino.
El
individuo masa/mercurial es snobista, consumista, ignorante sin ideales
y sueños; es un prejuicio determinista. Subordina su voluntad a una
esotérica voluntad divina y a los bandos del oráculo mercurial de
propiedad de Agustín Dunny Edwards. Este individuo enajenado repite,
machaca con la muerte del “las ideologías”. ¿Qué es el capitalismo
salvaje globalizado/ globalización del capital? La ideología es un
sistema de ideas que pretende descubrir el mundo especialmente social,
tal como es. “El fin de las ideologías”, significa el fin de la
historia, pero en un sentido apocalíptico. Significa la historia del
fin, la detención del universo por falta de impulso.
El
oráculo mercurial y su modelo del individuo/masa apolítico, neutral,
consumista, estresado, deprimido, etc, hacen de la cultura un oficio, de
la Educación y de la ciencia un negocio por y para el lucro. La
vulgaridad, la pornografía, el libertinaje, la perversión, etc,
transforma el amor por la vida en frivolidad y placer, la prudencia en
cobardía, el orgullo en vanidad, el respeto en rastrerismo. En este
individuo mediocre asoma el antepasado salvaje que conspira en su
interior acosado por sus odios ancestrales y sus complejos de
inferioridad, y el hambre de atávicos instintos y sin otra aspiración
que el hartazgo. Es audaz en la traición y temido en la lealtad.
Conspira y agrede en la sombra. Chapoteando en los muladares de la
intriga, es capaz de todos los rencores, su rastrera sobrevivencia se
encanalla en pasiones e innobles desatadas. Como ideólogo máximo de la
sofofa a sus incondicionales sofofos, los supone virtuosos y no descansa
en amenguar sus meritos. Intenta igualar abajo no pudiendo hacerlo
arriba.
Sin
ideales, acentúo, sería inexplicable la evolución humana; los hubo y
los habrá siempre. Sí lo sabrán los comunicadores sociales del Clarín
del Chile de Lautaro, del General Libertador O’Higgins Riquelme, del
Coronel Jurista Manuel Rodríguez Erdoiza, del Presidente Balmaceda
Fernández, de Gabriela Mistral, de Vicente Huidobro Fernández, de Pablo
Neruda, y del inolvidable y siempre presente compañero Presidente Dr.
Salvador Allende Gossens. Estos palpitan detrás de todo esfuerzo
realizado, su compromiso ideológico “Firme junto al Pueblo Chileno”, constituye su identidad, su legado que lo hace ser y será la voz del Pueblo Chileno.
Los
comunicadores sociales del Diario El Clarín de Chile han vivido
buscando la verdad y decididos a no torcer un milésimo de ella. El que
pueda domesticar sus convicciones no es, no puede ser, nunca un
comunicador social. Ni lo es tampoco el que concibe un bien y no lo
practica. El que predica la verdad y transige con la mentira, el que
predica la Justicia y no es Justo, el que habla de solidaridad y ofrece
una limosna – un escupitajo a la dignidad humana-, el que predica la
lealtad y la traiciona, el que predica el patriotismo y vende su patria
al capital foráneo, el que predica la dignidad y se arrastra. Todo el
que usa dobleces, intrigas, envidias, elementos incompatibles con los
ideales, no es un buen comunicador social, un buen periodista. Recuerdo a
los periodistas del Clarín de Chile como portadores consecuentes de la
ideología “Firme junto al Pueblo Chileno”, iban por caminos
rectos, sin reparar que sean ásperos y abruptos. Por no transigir con
los dueños de la Celestina universal, la sofofa S.A, y el poder
castrense tuvieron que pagar un precio muy elevado con la dictadura
terrorista militar de marras. Los periodistas del Clarín de Chile amaban
y aman la Patria Chilena, la oligarquía farisea empresarial sofofa y el
Poder Castrense apátridas, ¡NO!. A los ocupantes de la Nación Chilena
su destino les llega desde afuera, desde la Casa Blanca. Las personas
que luchan por liberar a su Pueblo nada en el mundo es capaz de
amedentrarlas. La libertad plena tan ansiada no se consigue mendigando
ni arrastrándose ante el gran sacerdote del oráculo mercurial y de la
sofofa Agustín Dunny Edwards.
La
cacareada mentirosa seguridad y el pacifismo que pregonan los
paniaguados de Paz Ciudadana, del oráculo mercurial, no convence a
nadie. Los ya deslucidos y amarillentos laureles heredados de la
dictadura militar fascista de marras no pueden reemplazar la falta de
ingenio y de una indolente falta de conocimiento que constituyen la más
profunda incultura. A la vez que abundan la charlatanería y la vulgar
sabihondez. En el marco de esta patética realidad impusieron los
ocupantes del Pueblo Chileno la oligarquía empresarial sofofa y el poder
castrense un “Estado” que surgió del vacío, que tiene como base la
mentira generalizada, la indigencia educacional y cultural, y la falta
de los valores del espíritu con una Justicia injusta, arcaica en la
medida de lo posible. Esto ha hecho que a pesar de los millones de
dólares que gasta el régimen cesarista en promover “el modelo de País
exitista, desarrollado”, de la amnesia colectiva, de la prohibición de
pensar, campeón de nada, no es posible ver una República Chilena que
merezca ser tratada en serio. Los medios mediáticos mercuriales de (IN)
comunicación globalizados machacan día y noche manipulando y enajenando a
las gentes con “las bellezas del consumo, el sueño Americano
(pesadilla), la América Word of life y la importancia de la Libertad y
la Seguridad. Aunque hayan perdido estas dos últimas.
Yo
no soy pesimista, yo creo en la esperanza, porque es algo bueno y no
muere jamás. Como marxista, socialista/Allendista –del movimiento social
el Allendismo-, yo creo en el camino marxista, que pasará más temprano
que tarde por encima del Capitalismo salvaje Globalizado/globalización
del capital, agonizante, en dirección a la liberación de la Humanidad,
es en efecto, el camino del futuro, y que la Humanidad debe seguirlo,
quiera o no…
Con
esperanza y memoria, y la seguridad de que no hay mal que no dure cien
años, El Clarín del Pueblo chileno, volverá a la calle y vencerá una vez
más al pasquín mentiroso de Agustín Dunny Edwards, El Mercurio. “La
verdad habla para abrirse paso, la mentira para cerrarlo”. Maestro José
Martí Pérez, Libertador de la Patria Continente, Latinoamérica.-
* Prof. Hugo Moreno Peralta, Secretario Ejecutivo de la Asociación por la Dignidad, los Derechos del Ser Humano y su Entorno Ecológico (ADDHEE) ONG.
FUENTE: EL CLARIN
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