Nicolás Maduro: El chofer de camiones que tiene en sus manos el futuro de Venezuela
Por Equipo Cambio21
El hombre que lloró al comunicar a la Nación la muerte de Hugo Chávez cuenta con una alta confianza. Fue el encomendado para anunciar en 2011 que su líder había sido operado de urgencia en Cuba por un "absceso pélvico", incluso antes de que el propio Presidente diera a conocer que le habían detectado un cáncer, el mismo que tiempo después le quitó la vida
El vicepresidente es "uno de los líderes jóvenes de mayor capacidad", dijo Hugo Chávez en su último discurso televisado al defender la elección de Nicolás Maduro como su posible sucesor.
Lo cierto es que las palabras del Comandante quedaron grabadas a fuego en el seno del régimen venezolano, por lo que el nombramiento de quien fuera mano derecha del Mandatario como “Presidente Encargado” y al mismo tiempo candidato presidencial, más allá de las esperables críticas desde la oposición, no ha llamado la atención.
En las últimas se ha hablado mucho del círculo que acompañaba a Chávez y que serán, casi con certeza, quienes estarán junto a Maduro en la primera etapa de su probable futuro gobierno.
De cualquier forma, aún persiste la duda natural: ¿Quién es Nicolás Maduro? ¿Cuáles son sus “pergaminos” y méritos? ¿Cuál será su hoja de ruta para adelante?
Del Metro a Miraflores
No hay dudas de que la carrera de Maduro ha sido desarrollada con mucho esfuerzo y, por tanto, es símbolo del triunfo de la perseverancia.
Tras años como chofer de los buses del sistema del Metro de Caracas, integró la directiva del partido que lanzó a Chávez al poder en 1999. Fue diputado, presidente del Parlamento y canciller.
Pero el acercamiento con el líder bolivariano viene de antes. Empezó en el marco del fallido golpe de Estado que Chávez encabezó en 1992.
Por entonces Maduro participó en la fundación de la Fuerza Bolivariana de Trabajadores (FBT), de la que llegó a ser su coordinador nacional, y del sindicato del Metro de Caracas, empresa de la que fue uno de sus choferes.
Luego fue uno de los fundadores, junto a Chávez, del Movimiento V República (MVR), antecesor del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
En las elecciones del 30 de julio del 2000, comicios amparados bajo la nueva Constitución aprobada en referendo en 1999, de la que fue uno de sus redactores tras destacar como delegado sindical en la de los 90, Maduro fue elegido como parlamentario. Fue reelegido como diputado en las elecciones legislativas de finales de 2005 y en enero de 2006 fue designado presidente de la Asamblea Nacional (AN). Meses más tarde, en agosto, reemplazó en la Cancillería a Alí Rodríguez, actual secretario general de la Unasur, cargo en el que permaneció hasta enero de 2013, cuando lo sucedió en esas funciones Elías Jaua, quien había abandonado la vicepresidencia para postularse como gobernador del estado Miranda, pero fue derrotado por el opositor Henrique Capriles.
Beneficiario de una alta confianza, Maduro fue el encargado de anunciar al mundo en junio de 2011 que Chávez había sido operado de urgencia en Cuba por un "absceso pélvico", antes de que el mandatario explicara, mediante un solemne anuncio grabado, que le había sido detectado un "tumor" con "células cancerígenas". Un cáncer por el que, luego, el Presidente pasó tres veces por el quirófano, fue sometido a sesiones de quimio y radioterapia y que tiempo después sería el que le quitó la vida.
El ex conductor de autobús, que es señalado como miembro del ala de izquierda radical del oficialismo y de ser el más afín al gobierno cubano, aparece como un líder que ve como su cruzada personal la defensa del legado de su mentor.
¿Qué viene para Maduro?
Una vez conocido el perfil de Nicolás Maduro, la gran pregunta es qué viene para adelante para el hoy Presidente Encargado de Venezuela y candidato presidencial del “Chavismo”.
En conversación con Cambio21, la directora ejecutiva de la Fundación Chile21, María de los Ángeles Fernández, dice que no hay duda de que “Maduro ganará las elecciones con holgura y que lo hará al calor del sentimentalismo”.
Sin embargo, agrega, una cosa es ganar y otra gobernar.“Chávez tenía una conexión emocional muy fuete con la gente,que es parecida a la de Bachelet en Chile. Los problemas de Chávez se perdonan, pero no será así con Maduro, a quien le aumentarán los niveles de exigencia”, añade la politóloga.
Para Fernández, el futuro de Venezuela y del liderazgo de Maduro dependerán de cómo se administre y construya el mito de Chávez y cómo se incorpora al resto del Chavismo.
La directora ejecutiva de la Fundación Chile21 apunta que “es muy probable que incorporen a un familiar de Chávez, muy posiblemente a una de sus hijas”, apuntando a la heredera más política del extinto líder, María Gabriela, en desmedro de Adán Chávez, actual gobernador del Estado de Barinas y hermano del fallecido mandatario.
“Veremos que en ese grupo de poder deberá incluir al polo militar dirigido por Diosdado Cabello, porque es muy difícil que la revolución sea viable sin la presencia de las Fuerzas Armadas”, comenta Fernández.
Por su parte, el analista internacional Jaime Baeza, al ser consultado por Cambio21, explica que la discusión al interior del Chavismo ya se dio hace un tiempo y que la elección de Maduro no es al azar: “La idea siempre fue tener un civil a la cabeza”, y agrega que, “todos tendrán rol protagónico, pero el líder será Nicolás Maduro”.
El profesional piensa que Maduro no es el monstruo que muchos suelen pintar: “Ha dado señales de querer mejorar las instituciones y su búsqueda es institucionalizar la revolución, para lo cual deberá lidiar con las burocracias del Estado que vienen de antes del gobierno de Chávez”.
“Maduro no es Chávez, no es caudillo ni magnetiza las masas, pero ya ha dado señales de entendimiento con Estados Unidos, que es el principal socio comercial de Venezuela, más allá de la retórica”, agrega el analista internacional.
Para el analista la misión del actual Presidente Encargado es institucionalizar el Chavismo y que éste deje de depender del líder caudillista. “Si Maduro logra esto la revolución sobrevivirá, si no, a mediano plazo, la oposición puede volver al poder”, dice Baeza.
Lo cierto es, explica, que “en este minuto la oposición no tiene ninguna posibilidad de debilitar a Maduro y alcanzar el poder, puesto que no tiene base programática, especialmente por el arco tan grande de partidos que la integran, desde el centro hasta la extrema derecha, donde Capriles es un moderado que buscará generar un proyecto político de mediano
plazo”.
Baeza concluye planteando que “estamos frente a una oposición que entiende y quiere ser viable en el futuro, pero no en el presente. Ellos saben que hay temas en los que no hay vuelta atrás, como los apoyos del Estado a la clase obrera y a la salud pública”.
Una opinión similar tiene el analista Guillermo Holzmann quien, en diálogo con Cambio21, plantea que el Chavismo tiene un contenido más allá de la persona y que el desafío de Maduro será mantener esa interpretación.
“Acá hay un mayor contenido que hace pensar que el socialismo del siglo XXI no tendrá la misma suerte del peronismo, que se transformó en una instancia excesivamente amplia, donde caben todos, desde liberales hasta la izquierda más dura”, dice el politólogo, quien añade que “el mayor riesgo es que los sectores más radicales busquen acelerar el proceso y romper con el criterio institucional de Chávez de mantener, en lo formal, un esquema democrático, pero con trabajo de fondo autoritario”.
Para el analista, otro tema a considerar será la situación económica del país. “Deben pronto venir medidas para disminuir el gasto del Estado, replantearse frente al desabastecimiento alimenticio y a un flujo de caja que no tiene para cuándo salir adelante, porque el dinero ya se lo gastaron”.
En todo caso, Holzmann adelanta que lo más probable es que otros países, como China, estén dispuestos a ayudar a Venezuela para que el país no entre en una polarización, que podría significar la inestabilidad para el resto de los países de la región: “Eso afectaría a todo el mundo, incluida Europa, lo que sería un escenario mucho más preocupante”.
El analista agrega que, al contrario de lo que muchos sostienen, Venezuela tratará de mantener la ayuda a los países con los que ya colabora, en especial Cuba. “No se le cortará a nadie los flujos. Maduro no puede prescindir del apoyo regional, que es lo que le dará gobernabilidad a su gestión”.
Todos los hombres del comandante
Aparte de Nicolás Maduro, cinco personas constituyen el círculo de influencias del chavismo y se espera que sigan apoyando al actual mandatario interino en su campaña y futuro gobierno.
Diosdado Cabello
Presidente de la Asamblea Nacional. Ex vicepresidente, ex ministro de Infraestructura, ex gobernador del estado de Miranda, ex presidente de la Comisión de Telecomunicaciones.
Se retiró del Ejército como teniente luego de las intentonas de golpe de 1992. Obtuvo una bien ganada reputación de gerente eficaz comandando actividades técnicas, como las telecomunicaciones. Pero simultáneamente dio inicio a un historial de connivencias con el sector empresarial que ha servido de origen para señalamientos de corrupción en su contra. Despojado de carisma, escaso de destrezas retóricas y nada dado a la ideología, cuenta con los recursos para moverse en las sombras y controlar la burocracia del partido oficial, el PSUV.
Elías Jaua
Ministro de Relaciones Exteriores, ex ministro de Economía Popular, ministro de Agricultura y Tierras, ex ministro de la Presidencia.
Sociólogo, probablemente el más formado del entorno chavista, tanto en lo académico como en el rol de cuadro político. Militó en la extrema izquierda universitaria. Se le tiene por una de las cabezas visibles del sector talibán o iraní del oficialismo. Por ello mismo se le mira con buenos ojos desde La Habana donde, sin embargo, se duda sobre su capacidad para transar con sectores distintos. Perdió puntos tras su derrota electoral en diciembre pasado contra el líder opositor Henrique Capriles Radonsky, en disputa por la gobernación del estado Miranda.
Francisco Arias Cárdenas
Gobernador del estado Zulia, ex embajador de Venezuela ante la ONU.
Su currículo es corto en la administración actual. Pero el teniente coronel Arias Cárdenas fundó con Chávez el MBR200, la logia militar que intentó el golpe de Estado de 1992. Era el intelectual del grupo. Y se lanzó a la política con éxito y antes que Chávez: en buena lid electoral ganó la gobernación del estado Zulia, potencia petrolera y agroindustrial del oeste venezolano, en 1995 y 1998. Un extraño paréntesis en su carrera revolucionaria lo hizo candidato opositor en 2000, enfrentado a Chávez. Arrepentido, volvió al redil en 2005. Ahora capitaliza su ascendencia sobre la oficialidad activa del Ejército y, junto a otros gobernadores militares, asume una política más pragmática ante el capital privado.
Rafael Ramírez
Ministro de Petróleo y Minería, presidente de Pdvsa, ex presidente del Ente Nacional del Gas.
Ha sabido hacerse indispensable. Maneja el negocio petrolero con una duplicidad sin precedentes: como ministro, desde las oficinas del Ente de Planificación y Regulación, y como ejecutivo, desde la presidencia de la petrolera estatal. Significa que guarda las llaves de la caja, cada vez más negra, a la que entra la renta petrolera y desde la que se financian los programas de asistencialismo cruciales para la fortuna electoral del gobierno. No tuvo inconveniente en abandonar el perfil técnico que se esperaba de sus cargos para convertirse en una suerte de agitador ejecutivo.
Adán Chávez
Gobernador del estado Barinas, ex ministro de educación, ex ministro de la Presidencia, ex Embajador en Cuba.
Hermano mayor del presidente y su primer mentor político. Graduado en Física de la Universidad de Los Andes y docente-instructor de esa casa de estudios por 20 años. En 2011 parecía el candidato preferido por La Habana para la sucesión presidencial, pero varios errores políticos le obligaron a bajar el perfil.
FUENTE: CAMBIO21
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