Chile a punto del autogolpe. La historia no escrita del plebiscito de 1988 y que fue desclasificada por los Estados Unidos
Por Equipo Cambio21
Organización estadounidense dependiente de la Universidad George Washington acreditó que la dictadura de Pinochet intentó impedir el triunfo opositor a través de la generación de actos de violencia el mismo día de la elección. Ex integrantes del comando del No narran pasajes de esa época y dicen que “el mundo civil de la derecha” no da a conocer toda la información que tienen en sus manos “porque los incrimina”.
Organización estadounidense dependiente de la Universidad George Washington acreditó que la dictadura de Pinochet intentó impedir el triunfo opositor a través de la generación de actos de violencia el mismo día de la elección. Ex integrantes del comando del No narran pasajes de esa época y dicen que “el mundo civil de la derecha” no da a conocer toda la información que tienen en sus manos “porque los incrimina”.
LA SIGUIENTE NOTA FUE PUBLICADA EN LA ÚLTIMA EDICIÓN DEL SEMANARIO CAMBIO21Es cierto, la ceremonia de los premios Oscar (del domingo 24 de febrero) y la nominación sin éxito de la cinta nacional "No" del realizador Pablo Larraín (en la categoría de "Mejor película extranjera") ya son parte del pasado.
Sin embargo, los documentos publicados por la organización estadounidense "Archivo de Seguridad Nacional", dependiente de la universidad George Washington, en la antesala del mencionado evento hollywoodense, siguen dando que hablar.
En este inédito material, se da cuenta de un hecho que siempre se rumoreó, pero que hasta el día de hoy nunca se pudo comprobar, como lo fue el intento de impedir el reconocimiento del triunfo de la oposición en el plebiscito de 1988 por parte del gobierno dictatorial de Augusto Pinochet.
De hecho, en uno de los textos se asegura que desde la Casa Blanca se le advirtió al militar chileno por los planes que hablaban de hacer fracasar el referéndum, el cual pretendía poner fin a su continuidad en el mando (como finalmente ocurrió).
La información incluye cables confidenciales del Departamento de Estado y reportes redactados por agentes de la CIA en Chile, donde se relata que la plana de generales había comenzado a percibir que la opción Sí perdería ante el No en la elección del 5 de octubre y que para revertir los festejos el objetivo era poner en práctica algunos procedimientos que los creativos del régimen le habían propuesto al presidente de facto.
"Seguidores cercanos a Pinochet tendrían planes de contingencia para hacer descarrilar el plebiscito al instigar y generar actos de violencia. Ellos esperan que dicha violencia provoque retaliaciones (represalias) de la oposición radical, dando pie a un ciclo de violencia", dice un informe de inteligencia preparado el día previo a la consulta.
Además, se estipula que el mandatario de los Estados Unidos, Ronald Reagan (Republicano), envió duros mensajes por todos los medios a Pinochet, incluso de propia voz de la primera ministra de Gran Bretaña, Margaret Thatcher, según el país del norte, cercana a La Moneda.
También se desglosa que un cable enviado por la embajada americana en Santiago, la tarde del plebiscito, mostraba su preocupación ante un tema a todas luces sospechoso y que tenía relación con que el gobierno estaba "divulgando los resultados muy lentamente", cuando, por otro lado, la oposición "continúa recibiendo informes de una gran victoria" en medio de una votación masiva.
"La aparente decisión de Pinochet de no implementar los planes de contingencia para anular el plebiscito fue influenciada probablemente por la negativa de la Junta Militar, el conocimiento público previo del plan y las preocupaciones por las consecuencias de actuar en contra de los deseos de gran parte de los militares", se expresó en otra carta posterior.
Amedrentando se entiende la gente
El ex canciller Juan Gabriel Valdés era uno de los encargados políticos de la franja televisiva del No en 1988 y recuerda ese período de extrema tensión que se respiraba por estos pastos.
"Tengo presente el llamado del departamento de Estado de los EE.UU. y del embajador de Chile Hernán Felipe Errázuriz, manifestando que les preocupaba que hubiese un respeto irrestricto del resultado del plebiscito. Y tengo claro que eso tuvo importancia y se discutió en el comando del No", comentó a Cambio21 el militante PS.
"De forma complementaria, el embajador de los Estados Unidos en Chile hizo manifestaciones de buena voluntad, en el sentido de preocuparse de que estuviese todo el mundo tranquilo respecto de la forma en que iba a verificarse el resultado, de algunas conversaciones de consulta y de cómo el comando tenía un conteo propio", agregó.
"Después, naturalmente, estaba la situación de resistencia, los temores y las aprehensiones que había en ese momento. Por ejemplo, los cortes de luz. Yo estaba con la cantante española Ana Belén y su marido Víctor Manuel cuando se cortaba la energía, y ahí se percibía una situación de amedrentamiento".
"No obstante -continúa-, después de la salida en la televisión de Sergio Onofre Jarpa (RN), por el lado de los civiles del gobierno, y de Fernando Matthei y del propio almirante Merino (dos de los integrantes de la Junta), se vio una sensación de que se había impuesto un criterio razonable respecto del manejo de la derrota de parte de Pinochet. Eso fue lo que primó".
Matthei, Kornbluh y Orlando Letelier
Sergio Bitar, otro ex ministro que integró el comando del No, indicó a este semanario que la reciente desclasificación de documentos "revela la complejidad de la transición y sus enormes riesgos. Esto es para tener en cuenta por aquellos que tan livianamente critican todo y que presumen que la libertad de que se goza hoy es algo natural. No lo es. Requiere de una lucha permanente, como se aprecia cuando algunos medios desconocen la noticia".
"Este importante hallazgo -acota el ex senador-, se debe a la persistente tarea del investigador Peter Kornbluh, quien trabajó en Los Archivos Nacionales de Estados Unidos e hizo uso de la ley norteamericana que obliga a hacer públicos los papeles secretos después de 25 años. Kornbluh conoció entonces al ex canciller Orlando Letelier, que como todos sabemos fue asesinado en Washington".
Para Bitar, "el suceso revaloriza la declaración del general Matthei al ingresar a la reunión con Pinochet la madrugada del 6 de octubre. Esta información sugiere que él sabía lo que les pediría Pinochet".
"También merece un reconocimiento el embajador Michael Barnes, que lamentablemente falleció hace dos años y que apoyó a la oposición chilena y fue muy relevante para promover un cambio en el gobierno de Reagan. Barnes trabajó después con el ex presidente Jimmy Carter (Demócrata) entre 1976-1980, que también fue contrario a Pinochet y fue decisivo para que el dictador Ferdinando Marcos -de Filipinas- no recibiera a Pinochet, obligándolo a devolverse en medio del Océano Pacífico", destacó.
Silencio estampa
Ante una noticia que tuvo escasa cobertura mediática, Valdés alega contra lo que él llama "el mundo civil de la derecha", sector encarnado en la UDI y parte de RN "que no ha dado cuenta de su participación en el período de la dictadura, ni tampoco de aquello que conoce y de cómo la Junta Militar intentó prolongarse en el poder y defenderse".
"Creo a ciencia cierta que ese mundo conoce una gran cantidad de información que no da a conocer, básicamente porque los incrimina. No cabe duda de que sería sano para la historia de Chile y para la confianza democrática de los distintos actores que de una buena vez por todas se dé a conocer todo lo que se sabe respecto a ese tema", enfatizó.
El ex embajador postula que "así como los datos sobre el financiamiento de la campaña contra Allende en 1964 de parte de EE.UU. aparecieron 30 años después, ojalá salgan más revelaciones. Es más, tengo la esperanza de que la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, permita que los archivos de su país muestren hasta qué punto el ejército colaboró activamente con el golpe militar de 1973 y los métodos de tortura que se desarrollaron en el estadio Nacional, donde hay evidencia de la participación de efectivos brasileños".
Dos visiones
La tesis del complot que pudo terminar en un verdadero autogolpe tuvo a dos insignes protagonistas: el ministro del Interior, Sergio Fernández, uno de los más leales colaboradores de Pinochet, y Fernando Matthei, comandante en jefe de la Fuerza Aérea.
Resulta que Jarpa había admitido el triunfo del No en un foro televisivo de Canal 13 y Matthei hizo lo propio en las afueras de La Moneda, por lo que todo quedaba en manos de Pinochet en una decisión que pudo haber cambiado la historia.
Según el relato que efectuó el padre de la actual ministra Evelyn Matthei, en el libro "Mi testimonio", el mandatario, con la anuencia de Fernández, le entregó a los restantes miembros de la Junta un documento en el que "le entregábamos todas nuestras atribuciones al general Pinochet, quien podría actuar sin consultar a las respectivas instituciones".
Como la meta era seguir en el poder, el aludido tomó las hojas y las rompió con sus propias manos. "Después de eso, y sin insistir, el presidente nos informó que se iría a descansar por unos días fuera de Santiago y se dio por terminada la reunión", añadió.
Fernández, en tanto, respondió con el texto "Mi lucha por la democracia". Acá el otrora senador de la UDI no avaló nada del relato y negó categóricamente su participación en la elaboración del bando. Eso sí, a su favor, se afirma que no estaba presente en la sala cuando se distribuyó el acta.
FUENTE: CAMBIO 21
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