Investigación revela la brutal escasez del agua potable en Chile
“’Me vienen a dejar de esos bidones no más (120 litros), eso no dura nada […] esa agüita que traen es más pa regar y lavar no más […] pero mi pozo igual se va secando, si tenemos como dos o tres meses de agua no más pu, ya en septiembre no hay agua, si tuvimos que aguantar el 18 sin agua, ya en octubre recién nos vinieron a dejar agüita’ (Comunidad Muko). El hogar de la entrevistada, que recibe un total de 120 litros de agua a la semana, por momentos de forma irregular, está compuesto por 4 adultos, 2 adolescentes y un bebé. Lo anterior representa un total aproximado de 2,5 litros de agua potable diarios por persona”. El relato de la mujer y los datos expuestos revelan el desabastecimiento de agua en los sectores rurales de nuestro país. No puede ser que el derecho a acceder al agua, derecho humano básico, no esté resguardado por el Estado.
Esta es una más de las aristas de la escasez de agua potable, o crisis hídrica, en Chile, cuyas problemáticas son abordadas en la reciente publicación científica titulada “Agua en Chile. Diagnósticos territoriales y propuestas para enfrentar la crisis hídrica” (aquí en PDF).
El estudio plantea derechamente que hay que modificar la Constitución y el Código de Aguas para lograr políticas públicas que favorezcan el uso del agua para el consumo humano. Esto porque hoy, como bien indica la investigación, los beneficiados son los sectores eléctrico, minero y agrícola exportador. Tales rubros han acaparado por décadas, los derechos de uso, gratuitos y perpetuos, del recurso hídrico.
“Esto vulnera el derecho de acceso al agua para toda la población, en particular de los habitantes rurales. Las comunidades locales se enfrentan a una creciente y sistemática pérdida de derechos sociales y consuetudinarios y al despojo de un derecho humano básico que el Estado debe garantizar a campesinos, agricultores y pueblos originarios, como también a todos los ciudadanos”, establece el estudio elaborado por la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo (AIFBN), la Corporación Canelo de Nos,Fundación Senda Darwin y el Instituto de Ecología y Biodiversidad en el marco de la Iniciativa “Agua que has de Beber”, financiada por la Delegación de la Comunidad Europea en Chile.
Además de los problemas mencionados el estudio añade que falta control público y gobernabilidad, cuyos síntomas se expresan los copiosos conflictos territoriales que hay a lo largo del país “y en la inexistencia de una mirada de largo plazo respecto a estrategias de desarrollo rural sostenible”, precisan.
Coquimbo, La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos
¿Cómo generar una mirada a largo plazo? El análisis no es sólo revelador, pues propone enfrentar la crisis desde un punto de vista legal y social y “generando propuestas validadas por la sociedad y promoviendoestrategias democráticas para garantizar el acceso de todos los habitantes al vital elemento”, indican.
El documento contiene valiosos relatos de familias que habitan en sectores rurales, datos duros sobre las regiones de Coquimbo, La Araucanía, de Los Ríos y de Los Lagos. También integra propuestas concretas para revertir la trayectoria actual de degradación de los ecosistemas, hacia un modelo de desarrollo más razonable, preocupado del bienestar de la población y del buen uso de los ecosistemas que soportan nuestra vida”, explican en la investigación.
Por otro lado, los autores señalan que la publicación es una síntesis del informe que fue entregado en La Moneda, en junio de 2014, al Delegado Presidencial para los Recursos Hídricos, Reinaldo Ruiz. La vasta investigación, que está disponible en www.aguaquehasdebeber.cl, “plantea una serie de propuestas político-legislativas y territoriales, con énfasis en el escenario actual de disponibilidad del vital elemento para uso humano”.
En este sentido, el estudio recogió información sobre la disponibilidad de agua, derechos de agua concedidos, abastecimiento municipal de agua en sectores rurales, sobre empresas sanitarias, además de la recopilación de testimonios de integrantes de comités de Agua Potable Rural, Juntas de Vecinos y Comunidades Indígenas y Agrícolas. También investigaron sobre los conflictos territoriales derivados de la crisis.
“El equipo multidisciplinario de la iniciativa realizó un análisis sistémico de la información relacionada con la disponibilidad y uso del agua, entregando datos clave para entender los problemas actuales y sus causas. Las propuestas técnicas y políticas tienen como fin aportar al debate público respecto a los necesarios cambios al actual modelo de gestión del agua, que permita reconocer el vital elemento como un bien público de manera efectiva, priorizando su uso para consumo humano, producción de alimentos y buen funcionamiento de los ecosistemas”, explica el documento científico.
“Por ello, este libro se transforma en un instrumento de trabajo e incidencia política, para establecer diálogos transversales que permitan implementar propuestas junto a los diversos actores territoriales, basadas en el conocimiento existente y con participación local. Esperamos que sirva para reforzar la capacidad de actuación e interlocución de las organizaciones de la sociedad civil, así como de las autoridades locales y nacionales, para abordar conjuntamente medidas para enfrentar la crisis hídrica del país y promover un modelo efectivo de gestión local del agua”, puntualiza la publicación.
Por Mauricio San Cristóbal M.
El Ciudadano
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